Según Salomón, "El hombre que se aparta del camino de la sabiduría vendrá a parar (o, hallará descanso, o terminará) en la compañía de los muertos" (Prov. 21:16).
Extraviarse fuera del "camino de la prudencia" es alejarse de Jesucristo y de todas sus palabras, toda la Escritura. Esto significa confiar en nuestra propia prudencia en lugar del Señor (Prov. 3:5).
En la práctica, ¿qué implica esto? Cuando llegamos a la iglesia y demandamos que esta satisfaga nuestras necesidades y nuestros deseos en lugar de los propósitos del Señor, hemos dejado la prudencia. Entonces hemos llegado a ser humanistas también: queremos que la iglesia complazca al hombre, no a Dios.
La gran respuesta del Dr. John Henry Jowett, sesenta años atrás o más, sigue siendo la que cuenta. Cuando una mujer insensata le preguntó qué pensaba acerca de Dios, él respondió en voz baja: "Señora, creo que la pregunta es: ¿Qué piensa Dios de mí?"
Lo importante por lo tanto no es lo que pensamos acerca de la iglesia de Cristo, ni de Dios, sino lo que el Señor piensa de nosotros. Recuerda, la congregación de los muertos se compone de los que se apoyan en su propia prudencia.
Por R. J. Rushdoony
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The Congregation of the Dead
According to Salomon, "The man that wandereth out of the way of understanding shall remain (or, find rest, or end up) in the congregation of the dead" (Prov. 21:16).
To wander out of "the way of understanding" is to wander away from Jesus Christ and His every word, the whole of Scripture. It means trusting in our own understanding rather than in the Lord (Prov. 3:5).
Practically, what does this involve? When we come to the church and demand that it met our needs and our desires rather than the Lord's purposes, we have forsaken understanding. We have then become humanists as well: we want the church to please man, not God.
The great answer of Dr. John Henry Jowett, sixty or more years ago, still remains the telling one. When a foolish woman asked him what he thought about God, he answered quietly, "Madam, I think the question is, What does God think about me?"
The important thing thus is not what we think about Christ church, nor about God, but what the Lord thinks about us. Remember, the congregation of the dead is made up of those who lean on their own understanding.
By R. J. Rushdoony
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