Friday, December 27, 2013

Festival del Tiempo

   En la Biblia, encontramos que no sólo cada año nuevo era un festival, sino cada mes nuevo, y cada mes nuevo comenzaba con un festival, Rosh Jodesh (Nm. 10:10, 28:11-15). Por lo tanto, no sólo el año nuevo, pero cada mes era un festival y un día santo (Sal. 81:3; Is. 1:13). Cada uno de estos festivales del tiempo fue anunciado en su comienzo por una autoridad que declaró, de acuerdo a los registros antiguos, "Está consagrado", es decir que el día fue consagrado ahora.

   
¿Por qué esta importancia al calendario? Un día, después de todo, es igual que otro, pero, en cualquier parte del mundo, encontramos años nuevos, lunas nuevas, meses nuevos, considerados como importantes. Las razones de esto son dobles, y muy diferentes. En el paganismo, los días marcando divisiones del tiempo fueron muy importantes porque estos días reflejaban los cambios en la naturaleza. Las religiones paganas eran formas de adoración de la naturaleza, y por lo tanto estos días como el solsticio de invierno y el solsticio de verano fueron muy importantes porque marcan cambios en el tiempo, cambios en el día y el sol. Si adoramos la naturaleza, entonces vamos a considerar los fenómenos naturales como importantes. Los festivales hebreos no estaban orientados a la naturaleza sino a Dios. Ellos celebraron los cambios del tiempo en relación con Dios. La Pascua era su día de la salvación. Su acción de gracias celebraba la bondad de Dios a su pueblo. El mes nuevo marcaba un cambio natural, pero alababa a Dios por su soberanía, y cada año nuevo fue contado en términos de la creación de Dios.

   
El calendario cristiano está fechado A.D., Anno Domini, el año de Nuestro Señor Jesucristo. Continúa la tradición bíblica en honrar el tiempo y observándolo, porque sostiene que el tiempo está bajo Dios y sirve los propósitos de Dios.

   
La Revolución Francesa intentó abolir el calendario cristiano y datar el tiempo desde la Revolución, porque ahora la historia debía estar bajo el control del hombre, no de Dios. La Revolución Rusa hizo un intento similar, y más de uno soñaron con un nuevo calendario en términos del hombre. El régimen soviético, y otros gobiernos socialistas, introdujeron muchos planes, planes de cinco años y similares, cuyo propósito era hacer el tiempo y el futuro, un área de planificación y control estatal. Los resultados de todo este tipo de planificación han sido fracasos miserables. El hombre no es un dios sobre el tiempo, ni un dios en ninguna forma. El hombre no es el creador del tiempo, sino una criatura bajo Dios.

   
Por lo tanto, el cristiano puede celebrar festivales del tiempo, el año nuevo, la llegada del invierno, el verano, la primavera, u otoño, y disfrutar de la luna nueva, o la semana nueva, porque él tiene la confianza de que el tiempo está gobernado por Dios. El futuro no está en manos de los planificadores, sino en las manos de Dios, y cada día nuevo, mes y año sólo sirven para desplegar el propósito de Dios y para frustrar las ambiciones de los hombres impíos.

   
El tiempo trabaja contra los impíos, contra todos los constructores de torres modernas de Babel, porque el tiempo está totalmente gobernado por su Creador, Dios. Dios habiendo hecho al tiempo, el tiempo sólo puede servir a Dios. 


Por R.J. Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 135

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Festival of Time

   In the Bible, we find that not only was every new year a festival, but every new month, and each new month began with a festival, ro'sh hodesh (Num. 10:10, 28:11-15). Thus, not only the new year but every month was a festival and a holy day (Ps. 81:3; Isa. 1:13). Each of these festivals of time was announced at its beginning by an authority who declared, according to old records, "It is consecrated," meaning that the day was now consecrated.
   Why this importance to the calendar? One day, after all, is just like another, but, everywhere in the world, we find new years, new moons, new months, regarded as important. The reasons for this are twofold, and very different. In paganism, days marking divisions of time were very important because these days reflected changes in nature. Pagan religions were forms of nature worship, and therefore such days as the winter solstice and summer solstice were very important because they marked changes in time, changes in the day and sun. If we worship nature, then we will regard natural events as important. The Hebrew festivals were not geared to nature but to God. They celebrated time changes in relationship to God. The Passover was their day of salvation. Their thanksgiving celebrated the goodness of God to His people. The new month marked a natural change, but it praised God for His sovereignty, and each new year was numbered in terms of God's creation.
   The Christian calendar is dated A.D., Anno Domini, the year of our Lord Jesus Christ. It continues the Biblical tradition in honoring time and observing it, because it holds time to be under God and serving the purposes of God.
   The French Revolution tried to abolish the Christian calendar and to date time from the Revolution, because now history was to be under man's control, not God's. The Russian Revolution made a similar attempt, and more than a few dream of new calendar in terms of man. The Soviet regime, and other socialist governments, introduced many plans, five-year plans and the like, whose purpose was to make time and the future an area of state planning and controls. The results of all such planning have been wretched failures. Man is not a god over time, nor a god in any form. Man is not the maker of time but a creature under God.
   The Christian can therefore celebrate festivals of time, the new year, the coming winter, summer, spring, or fall, and enjoy the new moon or the new week, because he has the confidence that time is governed by God. The future is not in the hands of the planners but in the hands of God, and each new day, month, and year only serve to unfold God's purpose and to frustrate the ambitions of ungodly men.
   Time works against the ungodly, against all builders of modern Towers of Babel, because time is totally governed by its Creator, God. God having made time, time can only serve God.  

By R. J. Rushdoony  Excerpt taken from A Word in Season p. 135

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Thursday, December 12, 2013

El Nacimiento del Rey


El nacimiento de un rey ha perdido gran parte de su significado en nuestros días, porque los pocos reyes restantes son principalmente figuras insignes. En épocas anteriores, sin embargo, era un acontecimiento trascendental. Cada vez que un hijo nacía a un rey, el reino entero celebraba con una alegría que nuestras fiestas hoy en día, no tienen.

   
¿Por qué fue el nacimiento del hijo de un rey un evento tan grande para el hombre más pobre del reino, y una causa tan grande de regocijo? Significaba, simplemente, que nació un protector y defensor, alguien que en los días venideros proporcionaría el liderazgo, la fuerza unificadora, y la fuerza para repeler a todos los enemigos, reprimir criminales dentro del reino, y hacer cumplir la justicia. Un reino sin un heredero al trono tenía un futuro incierto. Los hombres siendo pecadores, el reino enfrentaría problemas internos y externos, si no reinase el rey para hacer cumplir la justicia. La sucesión siendo incierta, el reino correría el riesgo de una guerra civil.

   
El término "hacer cumplir la justicia" nos dice mucho. El hombre es un pecador, y él es, por naturaleza, sin ley, a menos que sea regenerado por medio de Jesucristo. La justicia por lo tanto debe ser "obligatoria," es decir, puesta en marcha por la fuerza, porque de lo contrario la ilegalidad y la injusticia prevalecerá. Si no hay ninguna promulgación contundente de la justicia, no hay justicia. Esta es la triste realidad que el pueblo una vez sabía, y ahora está olvidando.

   
Esto nos dice también lo que la Escritura quiere decir cuando habla de Cristo como Rey, aclamado Rey desde Su nacimiento. El Evangelio de Mateo nos da su genealogía real en su primer capítulo. Apocalipsis 17:14 nos dice que Él es el Rey universal "porque él es Señor de señores y Rey de reyes."

   
Cuando celebramos el nacimiento de Jesucristo, por lo tanto celebramos el nacimiento de aquel que es ordenado para rectificar toda injusticia, derrocar a todos los enemigos y hacer cumplir la justicia. Él derrotará a todos los enemigos antes de que el tiempo haya finalizado, y reinará eternamente sobre su pueblo. La noticia de su nacimiento, y su celebración, es en efecto "alegría al mundo," porque el Señor ha venido, quien en la plenitud del tiempo, hace cumplir la justicia verdaderamente y absolutamente.

   
Su promesa es la paz, no la paz de la muerte y la tumba, sino la paz de la justicia y la prosperidad. La Virgen María se regocijó, declarando de la justicia de Dios y su hijo establecería finalmente: "Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos" (Lucas 1:51-53).

   
Si creemos en Cristo, nos regocijaremos, y vamos a estar confiados, pase lo que pase. ¡Tenemos un Rey!


Por R.J. Rushdoony     Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 28


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Birth of the King

   The birth of a king has lost most of its meaning in our day, because the few kings remaining are mainly figureheads. In earlier days, it was, however, a momentous event. Whenever a son was born to a king, the entire kingdom celebrated with a joy our holidays today do not have.
   Why was the birth of a king's son so great an event to the poorest man of the realm, and so great a cause for rejoicing? It meant, very simply, that a protector and defender was born, someone who in the days ahead would provide the leadership, unifying force, and strength to repel all enemies, suppress criminals within the realm, and enforce justice. A kingdom without an heir to the throne had an uncertain future. Men being sinners, the kingdom would face internal and external troubles if no king reigned to enforce justice. The succession being uncertain, the kingdom would risk civil war.
   The term "enforce justice" tells us much. Man is a sinner, and he is by nature lawless unless he is regenerated by Jesus Christ. Justice thus must be "enforced," that is, put into operation by force, because otherwise lawlessness and injustice will prevail. If there is no forceful enactment of justice, there is no justice. This is the grim fact people once knew and are now forgetting.
   This tells us too what the Scripture means when it speaks of Christ as King, hailed King from His very birth.The Gospel of Matthew gives us His royal genealogy in its first chapter. Revelation 17:14 tells us that He is the universal King, " for he is Lord of lords, and King of kings."
   When we celebrate the birth of Jesus Christ, we thus celebrate the birth of one who is ordained to right every wrong, overthrow every enemy, and enforce justice. He will put down all enemies before time is ended, and He will reign eternally over His people. The news of His birth, and its celebration, is indeed "joy to the world," because the Lord is come who shall in the fullness of time enforce justice truly and absolutely.
   His promise is peace, not the peace of death and the graveyard, but the peace of justice and prosperity. The Virgin Mary rejoiced, declaring of the justice God and her son would finally establish: "He hath shewed
strength with his arm; he hath scattered the proud in the imagination of their hearts. He hath put down the mighty from their seats, and exalted them of low degree. He hath filled the hungry with good thing; and the rich he hath sent empty away" (Luke 1:51-53).
   If we believe en Christ, we shall rejoice, and we shall be confident, come what may. We have a King!

By R. J. Rushdoony  Excerpt taken from A Word in Season p. 28

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Sunday, December 1, 2013

El Aumento de Su Gobierno y la Paz

  
Una de las profecías más importantes con referencia al nacimiento de nuestro Señor está en Isaías 9:6-7. Cristo, ocho siglos antes de su venida, es aclamado como el "Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz", y se declara "el principado sobre su hombro." Esta es la primera gran declaración respecto a Cristo y todo el gobierno: el gobierno definitivo y absoluto de todas las cosas pertenecerán a Cristo. La segunda gran declaración es que "[l]o dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite." Cristo, al venir a un mundo pecador y rebelde para establecer su dominio como Señor y Salvador, aumentará su poder, el gobierno y la paz en frente de toda la enemistad y la guerra.

   
A continuación, se nos dice exactamente cómo se hará esto: Él "disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre", o como la versión de La Biblia de las Américas lo traduce: "[P]ara afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre."

   
Cristo vino al mundo como el gran profeta, sacerdote y rey​​. Como profeta, Él habla en nombre de Dios; como sacerdote, Él es el salvador del hombre e intercesor ante el Padre; como rey, Él gobierna sobre el mundo.

   
El mundo está en rebelión contra ese gobierno. De estos rebeldes y revolucionarios, escuchamos hablar mucho acerca de la "paz", y una gran cantidad de hostilidad hacia el gobierno. Pero Isaías ató a los dos juntos: "Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite." La verdadera paz, en otras palabras, es un producto del verdadero gobierno. Cuando hay verdadera ley y orden, entonces también hay verdadera paz. Abolir la ley y el orden, es abolir la paz y crear una situación de guerra revolucionaria y la anarquía. Al abandonar a Cristo como Salvador y Rey, al abandonar su gobierno y la paz, estamos entrando en un mundo de guerra perpetua. Estamos participando en la "guerra perpetua para la paz perpetua" porque estamos buscándola sin Cristo. El viejo himno lo dice mejor:

   
¡Alegría al mundo!
   
El Señor ha venido
   
Que la tierra reciba a su Rey.

   
Pero la invitación de la canción es entonces personal: "Que cada corazón le prepare un lugar." Todos anhelamos por la ley divina y el orden, por su gobierno y la paz. Debe empezar en primer lugar en nuestros corazones. La mayoría de la gente está esperando que sus maridos, esposas, hijos, vecinos, para que todo el resto del mundo sea cristiano, para que puedan disfrutar del lujo y la paz de un mundo piadoso sin ningún tipo de conversión personal, pero no hay paz, dice la Escritura, para los impíos. Pero todo hombre puede conocer la paz de Su gobierno aquí y ahora, y frente a todos los problemas, si sus corazones le preparan un lugar.


Por R.J. Rushdoony   Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 25

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The Increase of His Government and Peace

   One of the most important prophecies concerning the birth of our Lord is in Isaiah 9:6-7. Christ, eight centuries before His coming, is hailed as the "Wonderful, Counsellor, The mighty God, the everlasting Father, the Prince of Peace," and it is declared that "the government shall be upon his shoulder." This is the first great declaration concerning Christ and all government: the ultimate and absolute government of all things shall belong to Christ. The second great declaration is that "[o]f the increase of his government and peace there shall be no end." Christ, coming into a sinful and rebellious world to establish His dominion as Lord and Savior, will in the face of all enmity and warfare increase His power, government, and peace.
   Next, we are told exactly how this shall be done: He shall "establish it with judgment and with justice from henceforth even for ever," or, as the Berkeley Version translates it, "[I]t is firmly established and supported in justice and righteousness from now on and forever."
   Christ came into the world as the great prophet, priest, and king. As prophet, He speaks for God; as priest, He is man´s savior and advocate with the Father; as king, He rules over the world.
   The world is in rebellion against that government. From these rebels and revolutionists, we hear much talk about "peace," and a great deal of hostility to government. But Isaiah tied the two together: "Of the increase of his government and peace there shall be no end." True peace, in other words, is a product of true government. When there is true law and order, then there is also true peace. Abolish law and order, and you abolish peace and create a situation of revolutionary warfare and anarchy. By abandoning Christ as Savior and King, by abandoning His government and peace, we are moving into a world of perpetual warfare. We are engaged in "perpetual warfare for perpetual peace" because we are seeking it without Christ. The old hymn states it best:

   Joy to the world!
   The Lord is come:
   Let earth receive her King.

   But the invitation of the song is then personal: "Let every heart prepare Him room." We all long for godly law and order, for His government and peace. -it must begin first of all in our own hearts. Most people are waiting for their husbands, wives, children, neighbors, for all the rest of the world to be Christian, so they can enjoy the luxury and peace of a godly world without any personal conversion, but there is no peace, says Scripture, to the wicked. But every man can know the peace of His government here and now, and in the face of all problems, if their hearts prepare Him room.

By R.J. Rushdoony  Excerpt taken of  A Word in Season p. 25 
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Tuesday, November 26, 2013

La Envidia

   Hace dos años conocí a un jugador novato de básquetbol profesional, por sentarse en el banco, le pagaban US$104,000 al año. Todo el mundo pensaba que era maravilloso que un hombre joven, de un grupo minoritario, le iba tan bien. Algunos amigos me llevaron a cenar a un restaurante de Los Angeles, en la mesa de al lado estaba sentado un hombre muy popular en el mundo del entretenimiento, que por lo general gana varios cientos de miles de dólares al año como mínimo. Él es muy admirado. todo muy bien. Si estos hombres prestan servicios que valen mucho a la gente, entonces ellos se han ganado su sueldo.

   
Lo que me molesta es lo siguiente: si un pequeño campesino gana
US$15 a US$30,000 al año con el trabajo duro y constante, se le llama un explotador de los trabajadores agrícolas, un enemigo del progreso social, y algunas otras cosas menos educadas. Una vez más, si un hombre de negocios muy capaz gana US$25 a US$75,000 al año, es un capitalista sanguijuela y un enemigo de la humanidad. ¿Por qué la diferencia en las actitudes?

   
¿Por qué este odio a los verdaderos productores de nuestra sociedad? ¿Por qué es justo que para un hombre le vaya bien, pero no para el otro? Nuestros políticos tienen muy buenos ingresos. ¿Por qué ellos consideran como criminal que otros tengan un buen rendimiento de su trabajo?

   
La Escritura nos dice que "[un] corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos" ( Pr. 14:30). El corazón apacible aquí significa una vida basada claramente en el Señor y su Palabra, significa un corazón tranquilo y confiado. Vivir en tal fe significa vida y salud. Un corazón envidioso destruye "los huesos" de un hombre, la estructura de su vida, y se vuelve con odio contra todos los que tienen estructura en sus vidas. Los envidiosos tratan de destruir lo que no pueden tolerar y no tienen la fe y el carácter para desarrollar.

   
Los envidiosos por lo tanto, pueden disfrutar y tolerar la riqueza del artista y del atleta. Ellos no pueden tolerar el éxito de buenos y honestos hombres de trabajo, porque tal éxito señala la necesidad de la paciencia, el trabajo y la disciplina de sí mismos. Nuestro Señor puso su dedo en la causa: "¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?" (Mateo 20:15). Él dejó en claro a los fariseos que, de hecho, su reacción hacia Él, fue malvada precisamente porque Él era bueno. Los inmorales odian a los morales, los impíos odian a los piadosos, y los improductivos odian a los productivos, y aquellos que quieren que el mundo les dé para ganarse la vida odian a aquellos cuyas vidas dejan claro que su camino es falso.

  
Nuestros problemas comienzan en el pecado. Sus respuestas comienzan con la regeneración. Hoy en día, estamos tratando de resolver muchos problemas, fomentando la envidia. No resolvemos nada con ello, y destruimos mucho.


Por R.J. Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg . 39


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Envy

   Two years ago I met a rookie professional basketball player; for sitting on the bench, he was being paid $104,000 a year. Everyone thought it was wonderful that a young man, from a minority group, was doing so well. Some friends took me to dinner in a Los Angeles restaurant; at the next table there sat a very popular man in the world of entertainment who usually makes several hundred thousand dollars a year at a minimum. He is very widely admired. all well and good. If these men render services worth that much to people, then they have earned their pay.
   What bothers me is this: if a small farmer makes $15 to $30,000 a year with hard and steady work, he is called an exploiter of farm workers, an enemy of social progress, and some other things lest polite. Again, if a very able businessman makes $25 to $75,000 a year, he is a capitalist leech and an enemy of mankind. Why the difference in attitudes?
   Why this hatred of the real producers in our society? Why is it right for one man to do well, but not for another? Our politicians have very good incomes. Why do they regard it as criminal for others to have a good return on their work?
   Scripture tells us that "[a] sound heart is the life of the flesh: but envy the rottenness of the bones" (Prov. 14:30). A sound heart here means a life based clearly on the Lord and His Word; it means a relaxed and trusting heart. To live in such a faith means life and health. An envious heart destroys a man's "bones," the structure of his life, and he turns with hatred against all who have structure in their lives. The envious seek to destroy what they cannot tolerate and do not have the faith and character to develop.
   The envious thus can indulge and tolerate the athlete's and entertainer's wealth. They cannot tolerate the success of good and honest working men, because such success points to the need for patience, work, and discipline in themselves. Our Lord put His finger on the cause: "Is thine eye evil, because I am good?" (Matt. 20:15). He made clear to the Pharisees that, indeed, their reaction to Him was evil precisely because He was good. The immoral hate the moral; the ungodly hate the godly; the unproductive hate the productive; and those who want the world to give them a living hate those whose lives make clear that their way is false.
   Our problems begin in sin. Their answers begin with regeneration. Today we are trying to solve too many problems by encouraging envy. We solve nothing thereby, and we destroy much.

By R. J. Rushdoony  Excerpt taken from A Word in Season p. 39

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Sunday, November 17, 2013

SALMO 1:3-6

  
El salmista muestra en lo que respecta a los que temen a Dios, que deben ser considerados felices, es decir, no porque disfrutan de una alegría efímera y vacía, sino porque están en una condición deseable. Es la bendición de Dios solamente, que conserva a cualquiera en un estado próspero.

  
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae. Y todo lo que hace, prosperá. Con la ilustración de los fieles dando su fruto en su tiempo, el salmista quiere decir que los hijos de Dios constantemente florecen. Ellos siempre están regados con las influencias secretas de la gracia divina, de modo que todo lo que les pueda pasar es propicio para su salvation. Por otro lado, los impíos son llevados por la repentina tempestad o consumidos por el calor abrasador. Él expresa la plena madurez del fruto producido, mientras que, a pesar de que los malos pueden presentar el aspecto de la fecundidad precoz, sin embargo, no producen nada que llegue a la perfección.

   ¡
No así los malos! Que son como el tamo que arrebata el viento. La mente del salmista está reflexionando seriamente sobre la destrucción que aguarda a los impíos, y a la larga los alcanzará. El significado, por lo tanto es que a pesar de que los malos viven ahora con prosperidad, sin embargo, poco a poco serán como la paja, porque cuando el Señor los haya humillado, Él los esparcirá con el estallar de su ira.

   
Porque Jehová conoce el camino de los justos, mas la senda de los malos perecerá. El profeta enseña que una vida feliz depende de una buena conciencia. Ahora vemos cómo el salmista declara a los impíos ser miserables porque la felicidad es la bendición interna de una buena conciencia. Dios es el Juez del mundo. Otorgado esto, sigue que no puede sino estar bien con los rectos y justos, mientras que, por otro lado, la más terrible destrucción debe amenazar a los impíos. Por lo tanto, en vez de dejarnos engañar con su felicidad imaginaria, tengamos siempre, en circunstancias de angustia, ante nuestros ojos la providencia de Dios, a quien compete resolver los asuntos del mundo, y poner orden en la confusión. 


Por Juan Calvino    Extracto tomado de El Corazón Ardiente pg . 2
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PSALM 1:3-6

   The Psalmist shows in what respect those who fear God are to be accounted happy, namely, not because they enjoy an evanescent and empty gladness, but because they are in a desirable condition. It is the blessing of God alone which preserves any in a prosperous condition.
   He is like a tree planted by streams of water, which yields its fruit in season and whose leaf does not wither. Whatever he does prospers. With the figure of the faithful bringing forth their fruit in season, the Psalmist meant that the children of God constantly flourish. They are always watered with the secret influences of divine grace, so that whatever may happen to them is conducive to their salvation.On the other hand, the ungodly are carried away by the sudden tempest or consumed by the scorching heat. He expresses the full maturity of the fruit produced, whereas, although the ungodly may present the appearance of precocious fruitfulness, yet they produce nothing that comes to perfection.
   Not so the wicked! They are like chaff that the wind blows away. The Psalmist's mind is seriously pondering on the destruction which awaits the ungodly, and will at length overtake them. The meaning, therefore, is although the ungodly now live prosperously, yet by and by they shall be like chaff; for when the Lord has brought them low, he shall scatter them with the blast of his wrath.
   For the LORD watches over the way of the righteous, but the way of the wicked will perish. The prophet teaches that a happy life depends on a good conscience. We now see how the Psalmist pronounces the ungodly to be miserable because happiness is the inward blessing of a good conscience. God is the Judge of the world. Granting this, it follows that it cannot but be well with the upright and the just, while, on the other hand, the most terrible destruction must impend over the ungodly. Instead, therefore, of allowing ourselves to be deceived with their imaginary felicity, let us, in circumstances of distress, have ever before our eyes the providence of God, to whom it belongs to settle the affairs of the world, and to bring order out of confusion.

By John Calvin  Excerpt taken from Heart Aflame p. 2

Thursday, November 14, 2013

ORACIÓN DE RENUNCIACIÓN Y AFIRMACIÓN

  
Como hijo de Dios comprado por la sangre del Señor Jesucristo, yo aquí y ahora renuncio y repudio todos los pecados de mis antepasados. Como alguien que ha sido librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino del amado Hijo de Dios, yo cancelo todos las obras satánicas que han sido pasadas a mí de mis antepasados. Como alguien que ha sido crucificado con Cristo, y resucitado para caminar en la nueva vida, yo cancelo toda maldición que se haya puesto sobre mí, yo anuncio a Satanás y a todas sus fuerzas que Cristo se hizo maldición por mí cuando estaba colgado en la cruz. Como alguien que ha sido crucificado y resucitado con Cristo y ahora se sienta con Él en los lugares celestiales, yo renuncio a cualquier y todas las formas en que Satanás pueda reclamar propiedad de mí. Me declaro estar eternamente y completamente suscrito y comprometido con el Señor Jesucristo. Todo esto lo hago en el nombre y autoridad del Señor Jesucristo (Ro. 6:4; Gá. 2:20; 3:13; Ef. 1:7; 2:5-6; Col. 1:13).

                                                                                
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                                                                                      (NOMBRE Y FECHA)
                                                                                      

Por el Reverendo Ernest B. Rockstad de Ministerios de Fe y Vida en Andover, Kansas.

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PRAYER OF RENUNCIATION AND AFFIRMATION

   As a child of God purchased by the blood of the Lord Jesus Christ, I here and now renounce and repudiate all the sins of my ancestors. As one who has been delivered from the power of darkness and translated into the kingdom of God's dear Son, I cancel out all demonic working that has been passed on to me from my ancestors. As one who has been crucified with Jesus Christ and raised to walk in newness of life, I cancel every curse that may have been put upon me, I announce to Satan and all his forces that Christ became a curse for me when He hung on the cross. As one who has been crucified and raised with Christ and now sits with Him in heavenly places, I renounce any and every way in which Satan may claim ownership of me. I declare myself to be eternally and completely signed over and committed to the Lord Jesus Christ. All this I do in the name and authority of the Lord Jesus Christ (Ro 6:4; Gal 2:20; 3:13; Eph 1:7; 2:5-6; Co 1:13).

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                                                                                       (NAME AND DATE)

By Reverend Ernest B. Rockstad of Faith and Life Ministries in Andover, Kansas

Tuesday, November 12, 2013

SALMO 1:1-2

  
Bienaventurado el varón. El significado del salmista es que les irá siempre bien a los siervos devotos de Dios, cuyo esfuerzo constante es avanzar en el estudio de su ley. Él nos enseña lo imposible que es para cualquier persona aplicar su mente a la meditación en la ley de Dios, que no se haya retirado y separado de la sociedad de los impíos primero. Es necesario recordar que el mundo está plagado de corrupción mortal, y que el primer paso para vivir bien es renunciar la compañía de los impíos, de lo contrario, es seguro que nos contagian con su propia contaminación.

   
Que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Aquí el salmista muestra cómo, poco a poco, los hombres son generalmente inducidos a apartarse del camino recto. Cuando una persona camina voluntariamente después de la satisfacción de sus deseos corruptos, la práctica de pecar lo encapricha tanto, que, olvidándose de sí mismo, se endurece en la maldad, y esto el profeta llama,
estar en camino de pecadores. Luego finalmente sigue una obstinación desesperada, la cual él expresa con la ilustración de sentado.

  
Sino que en la ley de Jehová está su delicia. El salmista no simplemente declara felices a aquellos que temen a Dios, sino designa la piedad por el estudio de la ley, enseñándonos que Dios sólo es servido correctamente, cuando su ley es obedecida. No deja a cada hombre a enmarcar un sistema de religión de acuerdo a su propio juicio, sino el estándar de la piedad debe ser tomado de la Palabra de Dios. De su caracterización, el piadoso como deleitándose en la ley del Señor, podemos aprender que la obediencia forzada o servil no es del todo agradable a Dios, y que los que sólo son estudiantes dignos de la ley que vienen a ella con una mente alegre, y están tan encantados con sus instrucciones, que no cuentan nada más deseable o delicioso que avanzar en la misma. De este amor de la ley procede la meditación constante en ella.


 Por Juan Calvino    Extracto tomado de El Corazón Ardiente pg. 1
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PSALM 1:1-2

   Blessed is the man. The meaning of the Psalmist is that it shall be always well with God's devout servants, whose constant endeavour it is to make progress in the study of his law. He teaches us how impossible it is for anyone to apply his mind to meditation upon God's law, who has not first withdrawn and separated himself from the society of the ungodly. It is necessary to remember that the world is fraught with deadly corruption, and that the first step to living well is to renounce the company of the ungodly, otherwise it is sure to infect us with its own pollution.
   Who does not walk in the counsel of the wicked, or stand in the way of sinners, or sit in the seat of mockers. Here the Psalmist shows how, little by little, men are ordinarily induced to turn aside from the right path. When a person willingly walks after the gratification of his corrupt lusts, the practice of sinning so infatuates him, that, forgetful of himself, he grows hardened in wickedness; and this the prophet terms standing in the way of sinners. Then at length follows a desperate obstinacy, which he expresses by the figure of sitting.
   But his delight is in the law of the LORD. The Psalmist does not simply pronounce those happy who fear God, but designates godliness by the study of the law, teaching us that God is only rightly served when his law is obeyed. It is not left to every man to frame a system of religion according to his own judgment, but the standard of godliness is to be taken from the Word of God. From his characterising the godly as delighting in the law of the Lord, we may learn that forced or servile obedience is not at all acceptable to God, and that those only are worthy students of the law who come to it with a cheerful mind, and are so delighted with its instructions, as to account nothing more desirable or delicious than to make progress therein. From this love of the law proceeds constant meditation on it.

By John Calvin   Excerpt taken from Heart Aflame p. 1

Friday, November 1, 2013

La Fe en Acción

  
    Hace muchos años, cuando mi esposa estaba en la capacitación de enfermeras, ella escuchó a dos trabajadoras del hospital hablando. La mujer, una negra, estaba relatando sobre sus propios pesares familiares, problemas y complicaciones. Fue un relato verdaderamente. Parecía que casi todo lo que podía salir mal le había sucedido en efecto. Dorotea misma sintió pesar cuando lo oyó. La otra mujer preguntó finalmente a la narradora qué podía hacer en el mundo, acerca de todos sus problemas. La respuesta fue clara y concisa: "Pues, chica, yo sólo digo: "Tú tómalo, Señor. Es demasiado para mí".
   
Vivir en la paz de Dios nos obliga a pensar de esa manera. Con demasiada frecuencia, sin embargo, nos parece que hay algo de gran mérito en la preocupación y la ansiedad, como si Dios fuera incapaz de manejar nuestros problemas sin nuestras dudas y quejas. Tratamos de demostrar cuán sensibles y preocupados somos al preocuparnos mucho y haciendo desdichados a los demás a nuestro alrededor también. Hacemos una producción pública de preocupación, para que los demás no se pierdan el hecho de nuestra ansiedad y sentir pena por nosotros.
   
Pero nuestro Señor nos dice que todo esto es pecado. Se nos dice que servir a Dios significa que no os preocupéis, es decir, no estar ansiosos e inquietos por el mañana, y si estamos ansiosos, manifestamos "poca fe" (Mateo 6:24-30 ). No podemos llamar a nuestra preocupación, ansiedad, e irritabilidad, un signo de la preocupación piadosa y la fe, sin que al mismo tiempo dando a entender que nuestro Señor es un mentiroso. Por lo tanto, cuando justificamos nuestro pecado, lo agravamos grandemente.
   
Más bien, lo que tenemos que hacer es aplicar las Palabras de Dios a todos nuestros problemas, buscar soluciones piadosas y con ellos, decir simplemente: "Tú tómalo, Señor. Es demasiado para mí". Eso es fe en acción.


 Por R.J. Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 13 
 http://chalcedon.edu/

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Faith in Action

   Many years ago, when my wife was in nurse's training, she overheard two hospital workers talking. The one woman, a black, was reporting on her own family griefs, troubles, and complications. It was quite an account. It seemed as if almost everything that could go wrong had indeed done so. Dorothy herself felt grief as she overheard it. The other woman finally asked the narrator what in the world she could do about all her problems. The answer was clear and to the point, "Why, girl, I just say, "You take it, Lord. It's too much for me."
   Living in God's peace requires us to think like that. Too often, however, we feel that there is some great merit in fretting and anxiety, as though God were incapable of handling our problems without our second-guessing and complaining. We try to prove how sensitive and concerned we are by worrying ourselves sick and making others around us miserable as well. We make a public production of worrying, so that others will not miss the fact of our anxiety and feel sorry for us.
   But our Lord tells us that all this is sin. We are told that to serve God means to take no thought, that is, not to be anxious and fretful about tomorrow, and, if we are anxious, we manifest "little faith" (Matt. 6:24-30). We cannot call our worrying, anxiety, and fretfulness a sign of godly concern and faith without at the same time implying that our Lord is a liar. Thus, when we justify our sin, we greatly compound it.
   Rather, what we need to do is to apply God's Words to all our problems, seek godly solutions, and, with them, say simply, "You take it, Lord. It's too much for me." That is faith in action.

By R. J. Rushdoony Excerpt taken from A Word in Season p. 13
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Tuesday, October 22, 2013

EL CORAZÓN QUEBRANTADO


OH SEÑOR,  
Ningún día de mi vida ha pasado
         
que no me ha demostrado culpabilidad delante de tus ojos.
 
Oraciones han sido pronunciadas de un corazón sin oración; 
Alabanza ha sido a menudo ruido sin alabanza; 
Mis mejores servicios son trapos de inmundicia.
Bendito Jesús, déjame encontrar un refugio en tus heridas apaciguantes.
Aunque mis pecados se levantan al cielo, tus méritos se elevan por encima de ellos;
Aunque la injusticia me agobia al infierno,
tu justicia me exalta a tu trono.
Todas las cosas en mí piden por mi rechazo,
Todas las cosas en ti suplican mi aceptación.
Apelo desde el trono de la justicia perfecta
             
a tu trono de gracia sin límites,

Concédeme escuchar tu voz asegurándome:
          
que por tus heridas soy sanado,
          
que fuiste herido por mis iniquidades,
          
que has sido hecho pecado por mí
              
que yo podría ser justo en ti,
          
que mis pecados graves, mis múltiples pecados,
             
son todos perdonados,
             
enterrados en el océano de tu cubridora sangre.

Soy culpable, pero perdonado,
          
perdido, pero salvo,
          
errante, pero hallado,
          
pecador, pero limpiado.

Dame el corazón quebrantado perpetuo,
Mantenme siempre aferrado a tu cruz,
Inúndame cada momento con la gracia descendiente,
Ábreme las fuentes del conocimiento divino,
          
brillante como el cristal,
         
fluyendo clara e inmaculada
          
a través de mi desierto de vida.

 
Editado por Arthur Bennett Extracto tomado de El Valle de la Visión p. 83

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THE BROKEN HEART

O LORD,
No day of my life has passed
          that has not proved me guilty in thy sight.
Prayers have been uttered from a prayerless heart;
Praise has been often praiseless sound;
My best services are filthy rags.
Blessed Jesus, let me find a covert in thy appeasing wounds.
Though my sins rise to heaven thy merits soar above them;
Though unrighteousness weighs me down to hell,
 thy righteousness exalts me to thy throne.
All things in me call for my rejection,
All things in thee plead my acceptance.
I appeal from the throne of perfect justice
             to thy throne of boundless grace,
Grant me to hear thy voice assuring me:
          that by thy stripes I am healed,
          that thou wast bruised for my iniquities,
          that thou hast been made sin for me
              that I might be righteous in thee,
          that my grievous sins, my manifold sins,
             are all forgiven,
             buried in the ocean of thy concealing blood.
I am guilty, but pardoned,
          lost, but saved,
          wandering, but found,
          sinning, but cleansed.
Give me perpetual broken-heartedness,
Keep me always clinging to thy cross,
Flood me every moment with descending grace,
Open to me the springs of divine knowledge,
          sparkling like crystal,
          flowing clear and unsullied
          through my wilderness of life.

 Edited by Arthur Bennett Excerpt taken from The Valley of Vision p. 83   

Tuesday, October 8, 2013

El Camino Derecho


  Fue un lío complicado, y no estoy seguro de que puedo recordar más de unos pocos puntos álgidos. Este hombre, con una buena familia y una buena posición, jugó y perdió en gran medida. Tomó dinero de la compañía para pagar las deudas de juego cuando fue amenazado. Cuando fue necesario reemplazar el dinero para evitar problemas, robó una reliquia de familia de las joyas de su esposa y lo vendió. Para entonces, él había perdido más dinero en el juego, y él volvió a tomar dinero de la compañía. Mucho más tarde, cuando todo había terminado, había arruinado a su familia, destruido su carrera, dañado a su compañia, e involucró a varios buenos amigos pidiendo prestado en gran medida de ellos.
   
Su excusa fue que, todo el tiempo, él había esperado por un "golpe de suerte" para corregir todo. Sin embargo, como el sociólogo P.J. Bouman una vez escribió de la historia, "Un mal negocio nunca puede tener un buen final."
   
Los hombres, por supuesto, mantienen la esperanza de que así será. Seamos buenos con los comunistas y pasemos por alto sus maldades, y tal vez el bien saldrá de ello, ellos esperan. O seamos bondadosos con los criminales y tal vez esto los va a influenciar para el bien. San Pablo resume esta filosofía fea: "Hagamos males para que vengan bienes?" (Ro. 3:8; 6:1) Pequemos, dicen estos hombres, y de alguna manera el bien resultará de ello.
   
Robé, afirmó un hombre una vez, así que podría permitir enmendarme. Pero sólo aquellos hombres son "correctos" los que son honestos, dignos de confianza, y piadosos en todo momento.
Nuestro carácter es revelado bajo presión. Creer que el robo puede preparar el camino para la honestidad es creer en un mundo al revés moralmente. Es insistir que, si pecamos, la gracia puede abundar. Y, sin embargo, en nuestro tiempo, demasiados hombres en la iglesia, así como en la política creen que tal confusión moral representa la "realidad". De esas personas San Pablo dijo que su "condenación es justa" (Ro. 3:8).
   
Lo último que supe, el mal asunto del jugador estaba mostrando señales de un buen final, sólo porque su esposa había tenido un buen comienzo. Ella prometió la restitución a todos y se puso a trabajar para pagarles. Su herencia vino a través de los tribunales, y ella destinó cada centavo para pagar a todas las personas. Cuando todo terminó, ella ya no tenía su casa, pero ella con sus hijos, que también trabajando, habían pagado a todos. Sus hijos habían desarrollado un carácter fuerte y un verdadero sentido de responsabilidad hacia ella y era una madre orgullosa cuyo hijo casado y exitoso, ahora la estaba ayudando y a los otros niños.
  
Un comienzo piadoso estaba dándole a ella resultados piadosos. Cuando su esposo fue condenado a prisión, muchos pensaron que estaba "pagando su deuda con la sociedad." Como cristiana, ella creía que la restitución era la ley de Dios, y procedió sobre esa base. Cuál será su relación con su esposo a su libertad, dependerá de muchos factores. En cualquier caso, ella está segura de la bendición de Dios porque está procediendo en términos de la ley de Dios.
   
"Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte" (Pr. 14:12).

 
Por R.J. Rushdoony Extracto tomado de
Una Palabra Oportuna pg. 150

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The Right Way

   It was a complicated mess, and I am not sure I can recall more than a few high points. This man, with a good family and a good position, gambled and lost heavily. He took company money to pay the gambling debts when he was threatened. When it was necessary to replace the money to avoid trouble, he stole an heirloom item of jewelry from his wife and sold it. By this time, he had lost more money gambling, and he again took company money. Much later, when it was over, he had ruined his family, destroyed his career, hurt his company, and involved several good friends by borrowing heavily from them.
   His excuse was that, all along, he had hoped for a "lucky break" to right everything. However, as the sociologist P. J. Bouman once wrote of history, "A bad business can never have a good ending."
   Men, of course, keep hoping that it will. Let us be good to the communists and overlook their evils, and maybe good will come of it, they hope.Or let us be kind to criminals and perhaps it will influence them for good. St. Paul summed up this ugly philosophy: "Let us do evil, that good may come" (Rom. 3:8; 6:1). Let us sin, say these men, and somehow good will result from it.
   I stole, claimed a man once, so I could afford to go straight. But only those men are "straight" who are honest, trustworthy, and godly at all times. Our character is revealed under pressure. To believe that theft can prepare the way for honesty is to believe in morally upside down world. It is to insist that, if we sin, grace can abound. And yet, in our time, all too many men in the church as well as in politics believe that such moral confusion represents "reality." Of such persons St. Paul said that their "damnation is just" (Rom. 3:8).
   The last I heard, the gambler's bad business was showing signs of a good ending only because his wife had made a good beginning. She promised restitution to everyone and went to work to repay them. Her inheritance came through the courts, and she applied every penny to repay all persons. When it was over, she no longer had her home, but she had, with her children also working, repaid everyone. Her children had developed a strong character and a real sense of responsibility towards her, and she was a proud mother whose successful and married son was now helping her and the other children.
   A godly beginning was giving her godly results. When her husband was sentenced to prison, many felt that he was "paying his debt to society." As a Christian she believed that restitution was God's law, and she proceeded on that basis. What her relationship to her husband will be on his release will depend on many factors. In any case, she is sure of God's blessing because she is proceeding in terms of God's law.
   "There is a way which seemeth right unto man, but the end thereof are the ways of death" (Prov. 14:12).

By R. J. Rushdoony Excerpt taken from A Word In Season p. 150 

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Sunday, September 29, 2013

La Soledad

  
Allá por la década de 1930, una famosa actriz era bien conocida por su insistencia en evitar a las personas. "Quiero estar sola" era su lema. No es sorprendente que esta misma actriz, en aquella época y hasta su muerte, fue conocida también como una mujer infeliz.
  
Estando en una multitud o en un grupo no garantiza la felicidad como tampoco la soledad, nos la puede dar. La felicidad no es un producto de cualquiera de las personas o la ausencia de las  personas. No podemos encontrar la felicidad, ya sea evitando a las personas o mezclandose con la gente sin parar o siguiendo a la multitud.
   
De todos modos, la felicidad no es un producto de estar solo, y es en algún sentido relacionada a una vida compartida con los demás. Un viejo dicho francés resume el asunto elocuentemente: "Todas las cosas se pueden aprender en la soledad, excepto el carácter." El conocimiento, la sabiduría, las habilidades y mucho más se pueden obtener de la soledad, pero no el carácter. Mientras que el carácter no es un producto social, su prueba y crecimiento requiere de la sociedad.
   
A nuestro carácter se le da su dirección por nuestra fe o la falta de fe en el Dios trino. Nuestra fe en Cristo establece la dirección de nuestro crecimiento. El alcance de nuestro crecimiento depende entonces de nuestra continua relación con Dios y el hombre.
   
La Biblia, de principio a fin, nos da mandamientos que rigen nuestra relación con Dios y con el hombre, y nuestra santificación, nuestro crecimiento en la gracia, la santidad, la paz, la fuerza y ​​la felicidad, dependen de nuestro crecimiento en nuestras relaciones con Dios y con el hombre. No puede haber santificación de forma aislada, ya sea de Dios o el hombre.
   
No es sorprendente que las personas que evitan a Dios y al hombre, que quieren ser " libres" de la religión y de las obligaciones paternales y sociales, también son personas muy infelices. Ellos se están rebelando contra el contexto de la felicidad y el crecimiento. Hay una muy alta tasa de suicidios entre las llamadas "personas libres" y con buena razón.
   
No hay crecimiento, ni paz, ni felicidad en la soledad. Al tratar de es
capar de la responsabilidad a Dios y al hombre, ellos también están escapando de la vida misma, porque la vida es responsabilidad. Es una comunidad de Dios y de los hombres. Es el crecimiento, y son los problemas. En el infierno no hay comunidad. Es la totalidad de la soledad.
   
Los intentos por tanto, a "alejarse de todo" son misiones para la muerte. La vida no es la soledad. Podemos morir solos si queremos, pero no podemos nacer solos o vivir solos. Somos parte del mundo de Dios y de la comunidad que Él creó. 


 Por R.J. Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 62

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Solitude

   Back in the 1930s, a famous actress was well-known for her insistence on avoiding people. "I want to be alone" was her motto. Not surprisingly, this same actress, then and until her death, was known also as an unhappy woman.
   Being in a crowd or in a group does not ensure happiness any more than being alone can give it to us. Happiness is not a product of either people or the absence of people. We cannot find happiness either by avoiding people or by mingling endlessly with people or by following the crowd..
   All the same, happiness is not a product of being alone, and it is in some sense related to a life shared with others. An old French saying sums up the matter telling: "All things can be learned in solitude except character." Knowledge, wisdom, skills and much else can be gained from solitude, but not character. While character is not a social product, its testing and growth require society.
    Our character is given its directions by our faith or lack of faith in the triune God. Our faith in Christ sets the direction of our growth. The extent of our growth then depends on our continuing relationship with God and man.
   The Bible, from cover to cover, gives us commandments which govern our relationship to God and to man, and our sanctification, our growth in grace, holiness, peace, strength, and happiness, depend on our growth in our relationships with God and with man. There can be no sanctification in isolation from either God or man.
   Not surprisingly, people who avoid God and man, who want to be "free" from religion and parental and social obligations, are also very unhappy people. They are rebelling against the very context of happiness and growth. There is a very high suicide rate among these so-called "free people" and with good reason.
   There is neither growth, nor peace, nor happiness in solitude. By trying to escape from responsibility to God and to man, they are also escaping from life itself, because life is responsibility. It is a community of God and men. It is growth, and it is problems. In hell there is no community. It is the totality of solitude.
   Attempts therefore to "get away from it all" are quests for death. Life is not solitude. We may die alone if we choose, but we cannot be born alone or live alone. We are a part of God's world and the community He created.

By R. J. Rushdoony Excerpt taken from A Word in Season p. 62  

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