"El mundo del Karma es un mundo sin Dios y sin descanso. El hinduismo no tiene día de reposo, y ninguna fe naturalista puede tener un verdadero día de reposo. En un mundo naturalista, el hombre está atrapado en tensión entre dos hechos contradictorios. Primero, si no hay Dios, todo depende del hombre. Si todo depende del hombre, entonces el hombre debe estar en el puesto de mando de su vida continuamente, día y noche, despierto y dormido. Las consecuencias psicológicas de esto son enormes: el descanso es excluido, y el hombre humanista está plagado de insomnio, una incapacidad para descansar mientras busca esto con intensidad, y una vida de pesadilla angustiada con las cosas que amenazan con salir fuera de control. La vida en la cumbre es solitaria, especialmente si vivimos en un universo muerto, y si estamos solos en las preocupaciones de nuestros corazones.
Segundo, si el hombre está solo en un universo muerto, un mundo sin Dios, el enfrenta el funcionamiento implacable y ciego de ese universo. Las cosas pasan porque tienen que pasar, sin ninguna fuente en mente, razón o propósito. Esto significa que los propósitos del hombre, trabajan en contra de un mundo sin propósito total. Esto significa, además, que una causalidad implacable y ciega trabaja en contra de él. El hinduismo llama a esto el Karma; otros tienen diferentes nombres para esto. La suma total de las fuerzas de un mundo ciego y pasado trabajan en contra de nosotros, y nos gobiernan. La herencia, el medio ambiente, nuestros pecados, las estrellas, nuestra identificación, el ego, el superego, nuestro pasado primordial, y mucho, mucho más nos controlan. En lugar de estar en control, estamos controlados.
Por lo tanto, un punto de vista o fe naturalista nos dice que seamos los capitanes de nuestras almas y destino, pero también nos dice que somos las criaturas de la naturaleza, el Karma, o lo que sea. El resultado es sin descanso.
El día de reposo solamente puede florecer con una fe viva. Esto significa saber que el gobierno de todas las cosas están en los hombros del Señor, no en los nuestros (Isaías 9:6-7). Por lo tanto, puedemos descansar en Su gobierno, providencia, y cuidado. También podemos trabajar en la seguridad magnífica de que nuestro trabajo no es en vano o inútil en el Señor (I Corintios 15:58; Rom 8:28). Si no hay Dios, no puede haber descanso. 'Los impíos son como el mar agitado, que no puede estar quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dice mi Dios, para los impíos' (Isaías 57:20-21).
Si tenemos paz y descanso, esto comunicamos. Somos entonces en todo momento, unas personas del día de reposo. Si no tenemos descanso, entonces somos un pueblo inquieto y en guerra. Estamos en guerra con Dios, con nuestro prójimo y con nosotros mismos. Nos convertimos en un centro de agitación, y emitimos disturbio. Creamos, entonces, conflictos y tratamos de justificarlos en nombre de nuestros principios.
Los hombres sin un día de reposo, como el principio de sus vidas son hombres sin Cristo, que es nuestro verdadero día de reposo (Hebreos 4:9-16). Nosotros descansamos en Él, que declara: 'La paz os dejo, mi paz os doy: no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo' (Juan 14:27).
El día de reposo es por tanto mucho más que un día. Es el Señor, una fe y una fidelidad. Es descansar en Él, y también vivir y trabajar en Él.
¿Estás viviendo bajo el Karma, o en los términos del día de reposo?"
Por Rousas John Rushdoony
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Karma and the Sabbath
"The world of Karma is a world without God, and without rest. Hinduism has no Sabbath, and no naturalistic faith can have a true Sabbath. In a naturalistic world, man is caught in tension between two conflicting facts. First, if there is no God, everything depends upon man. If everything depends on man, then man must be at the command post of his life continuously, night and day, awake and asleep. The psychological implications of this are enormous: rest is precluded, and humanistic man is plagued with insomnia, an inability to rest while seeking it with intensity, and a nightmare-haunted life with things threatening to go out of control. Life is lonely at the top, especially if we live in a dead universe, and if we are all alone in our heart's concerns.
Second, if man is alone in a dead universe, a world without God, he faces the relentless and blind workings of that universe. Things happen because they must happen, without any source in mind, reason, or purpose. This means that man's purposes work against a world of total purposelessness. It means moreover that an unrelenting and blind causality works against him. Hinduism calls this Karma; others have varying names for it. The sum total of a blind world's forces and past work against us, and govern us. Heredity, the environment, our sins, the stars, our id, ego, superego, our primordial past, and much, much more controls us. Instead of being in control, we are controlled.
Thus, a naturalistic world-view or faith tells us to be the captains of our souls and fate, but also tells us that we are the creatures of nature, Karma, or what have you. The result is no rest.
The Sabbath can only flourish with a living faith. It means knowing that the government of all things is on the Lord's shoulders, not ours (Isa. 9:6-7). We can therefore rest in His government, providence, and care. We can also work in the magnificent assurance that our labor is not in vain or futile in the Lord (I Cor. 15:58; Rom. 8:28). If there is no God, there can be no rest. 'The wicked are like the troubled sea, when it cannot rest, whose waters cast up mire and dirt. There is no peace, saith my God, to the wicked' (Isa. 57:20-21).
If we have peace and rest, we communicate it. We are then at all times a Sabbath people. If we do not have rest, then we are a restless and a warring people. We are at war with God, with our neighbor, and with ourselves. We become a center of unrest, and we radiate disturbance. We then create conflicts and try to justify them in the name of our principles.
Men without a Sabbath rest as the principle of their lives are men without Christ, who is our true Sabbath (Heb. 4:9-16). We rest in Him who declares, 'Peace I leave with you, my peace I give unto you: not as the world giveth, give I unto you. Let not your heart be troubled, neither let it be afraid' (John 14:27).
The Sabbath is thus much more than a day. It is the Lord, a faith, and a faithfulness. It is resting in Him, and also living and working in Him.
Are you living under Karma, or in the terms of the Sabbath?"
By Rousas John Rushdoony
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