Trasplantes de Organos y la 'Muerte Cerebral'
¿Ha dominado la tecnología moderna el discernimiento ético?
El reciente debate médico acerca del trasplante de órganos plantea graves problemas éticos y bíblicos que ningún Cristiano puede darse el lujo de evitar. Lo más preocupante es la redefinición del término muerte, para incluir a aquellos pacientes que tienen 'muerte cerebral'. Vivimos en una sociedad orientada al consumidor donde lo que se convierte en inútil o ya no funciona se descarta a menudo. Ahora las personas están siendo declaradas 'muertas' cuando se determina que hay un cese irreversible de todas las funciones cerebrales.
La cuestión aquí no es el uso o no de un soporte vital como un respirador artificial para respirar. No es nuestra posición de que todos sean colocados en un respirador antes de la muerte o que este no puede ser apagado antes de la desintegración del cuerpo. El trasplante de órganos es de por sí otra cuestión. No nos oponemos al trasplante de órganos, pero nos oponemos a la extracción de un órgano vital de alguien que, si él o ella no ha muerto, él o ella estarán sin duda muertos después de que el órgano se haya extraido. También nos oponemos a la investigación de aquellos determinados por muertos, basado en la cesación de la función cerebral, pero vivos de otra manera.
¿VIVO o MUERTO?
Se nos dice que los donantes de corazón son raros ya que sólo un corazón de un paciente declarado con 'muerte cerebral' puede ser utilizado. John Kirstein, un perfusionista (experto de órganos humanos) en el Hospital de Calgary's Foothills es citado diciendo, 'Tenemos que quitar el corazón de una persona físicamente viva.' Tal admisión inconcebible y sorprendente muestra claramente que el término 'muerte cerebral' ha sido manipulado para transmitir algo radicalmente diferente del significado tradicional de la muerte.
Determinado por muerto, se basa en la ausencia de algunas funciones cerebrales, pero el corazón sigue latiendo. Hay presión arterial registrable, y cuando la rodilla se toca, el reflejo rotuliano está presente. El color es normal, pero cuando la presión se aplica a la piel, se blanquea. El color entonces volverá cuando la presión se quita. Determinado por muerto pero tratado como vivo. La aspiración y el drenaje postural se hace para prevenir la neumonía. El es volteado para evitar úlceras por decúbito. ¿Cómo puede un cadáver desarrollar una neumonía o una escara? ¿Está la persona muerta? Si la respuesta es no, entonces él todavía está vivo y debe ser tratado como tal.
... Las éticas de la tecnología médica debe permanecer bajo la autoridad de la Palabra de Dios. Así como el Señor no nos ha dejado en duda en cuanto a la humanidad del feto (Salmo 139:13-16) por lo que no debemos ser intimidados a abandonar nuestra capacidad para determinar la muerte. No puede ni debe ser el dominio exclusivo de la elite médica que son capaces de leer el último estado del arte del EEG.
Si nuestro respeto por la santidad de la vida se opone a las 'óptimas' condiciones para algunos trasplantes y tal vez prohíbe otros, que así sea. Los médicos y científicos que se someten a la descripción de Dios de la realidad se colocarán en una posición mucho mejor para servir a las necesidades de los que sufren. Sus asociados autónomos que ejercen atajos poco éticos para tener éxito, reducen todo lo que el hombre es al reino de lo material y lo maquinal. Eso sólo puede conducir a la pérdida de todo lo que es humano y humanitario."
Por Larry Heather
Tomado de: http://www.bmei.org/jbem/volume4/num2/heather_death_fact_or_fiction.php
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"Death: Fact or Fiction
Organ Transplants and the 'Brain Dead'
Has modern technology overpowered ethical discernment?
The recent medical discussion on organ transplantation raises serious ethical and biblical issues that no Christian can afford to avoid. Most disturbing is the redefinition of the term death to include those patients who are 'brain dead.' We live in a consumer oriented society where whatever becomes useless or no longer functions is often discarded. Now individuals are being declared "dead" when it is determined that there is an irreversible cessation of all brain functions.
The issue here is not the use or non-use of a life support such as a ventilator for breathing. It is not our position that everyone be placed on a ventilator before death or that it cannot be shut off before bodily decay. Organ transplantation is of itself another issue. We are not opposed to organ transplantation, but we are opposed to removing a vital organ from someone who, if he or she is not yet dead, he or she will certainly be dead after the organ has been removed. We are also opposed to research on those determined to be dead based on cessation of brain function, but otherwise alive.
DEAD or ALIVE?
We are told that heart donors are rare as only a heart from a patient declared "brain dead" can be used. John Kirstein, a perfusionist (human organ expert) at Calgary's Foothills Hospital is quoted as saying, 'We have to take the heart from a physically living person.' Such an unthinkable and shocking admission clearly shows that the term 'brain dead' has been manipulated to convey something radically different from the traditional meaning of death.
Determined to be dead is based on the absence of some brain functions, but the heart is still beating. There is recordable blood pressure, and when the knee is tapped, the knee jerk is present. The color is normal but when pressure is applied to the skin, it will blanch. The color will then return when the pressure is removed. Determined to be dead but treated as alive. Suction and postural drainage is done to prevent pneumonia. He is turned to prevent bedsores. How can a cadaver develop pneumonia or a bedsore? Is the person dead? If the answer is no, then he is still alive and must be treated as such.
...The ethics of medical technology must stand under the authority of God's Word. Just as the Lord has not left us in doubt as to the humanity of the unborn baby (Ps. 139:13-16) so we are not to be intimidated into abandoning our ability to determine death. It cannot and must not be the sole dominion of medical elite who are able to read the latest state of the art EEG.
If our respect for life's sanctity precludes the 'optimum' conditions for some transplants and perhaps forbids others, so be it. Physicians and scientist who submit to God's description of reality will be placed in a far better position to serve the needs of the suffering. Their autonomous associates who pursue unethical shortcuts to succeed, reduce all that man is to the realm of the material and machinelike. That can lead only to the loss of all that is human and humane."
By Larry Heather
Taken from: http://www.bmei.org/jbem/volume4/num2/heather_death_fact_or_fiction.php
Taken from: http://www.bmei.org/jbem/volume4/num2/heather_death_fact_or_fiction.php
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