Recientemente he estado reflexionando sobre la lógica de ciertos negocios en Iowa que, en un esfuerzo por hacer 'seguros' a sus empleados y clientes, han puesto letreros en las ventanas prohibiendo a cualquier persona portar armas de fuego en sus tiendas. El impulso para tal acción no es un repentino aumento de los delitos violentos en Iowa o incluso un aumento en el número de informes de los medios de comunicación de tales eventos (aunque el caso en Tucson sin duda ha tenido un impacto). Más bien parece que esta preocupación ha emitido de un cambio en las leyes de armas de Iowa, que entró en vigor este año. Antes, si alguien quería obtener un permiso para portar un arma de fuego, la decisión era totalmente de la opinión subjetiva de quien ocupaba actualmente la oficina del Sheriff en el condado de esa persona. La facilidad o dificultad de obtener un permiso variaba considerablemente de un condado a otro. Pero con el cambio de año, un sheriff no puede rechazar a un solicitante un permiso para portar un arma de fuego, excepto por varias razones claramente definidas.
Evidentemente muchos residentes de Iowa están tomando ventaja de esta nueva ley y solicitando los permisos para transportar. En respuesta a este renovado interés en traer consigo armas de fuego en público, algunas empresas han adoptado por poner anuncios prohibiéndolos llevar armas de fuego en sus tiendas. Ahora no tengo ningún problema con esto, en la medida en que una empresa tiene el derecho de llevar a cabo sus asuntos de la manera que mejor sirva a sus intereses. Lo que no entiendo es por qué ellos podrían pensar que no tener armas de fuego en su tienda contribuiría a mantener seguros a sus clientes y empleados.
Es cierto que ahora la ley otorga a un ciudadano responsable un acceso más fácil de llevar legalmente armas de fuego. Pero todavía sigue siendo bastante ilegal asesinar a alguien o robarles o incluso amenazarles. ¡La única gente probablemente de consentir a NO llevar un arma dentro de una tienda que les prohíbe son las mismas personas que yo creo te gustaría que tenga una! Después de todo, el asesino o ladrón, de repente, no llega a ser un observante de la ley cuando ve un letrero en la ventana que le prohíbe la entrada de las herramientas de su oficio. Además, no es solamente que la presencia de un poseedor respetuoso de un arma de fuego está en condiciones de detener al asesino o al menos limitar su impacto (tan importante como es), es que tal letrero parecería atraer a los criminales, contrario a las intenciones de uno. Después de todo, sólo porque los criminales son moralmente desquiciados no los hace irracionales. Si dos tiendas tienen la misma cantidad de bienes y una está llena de gente con armas de fuego y la otra no, ¿cuál elegirías tú robar? ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a alguien robar a una estación de policía de su arsenal? Las escuelas han tenido las políticas de 'no armas de fuego' desde hace un tiempo, pero lamentablemente estas no han estado 'libres de asesinato'.
Tal vez esta política de 'no armas de fuego' debe ser revisada, sobre todo si estamos realmente interesados en la seguridad de quienes buscamos servir. Yo creo que mejor sirviría a los fines de proveer la seguridad de los demás poniendo un letrero en la puerta que diga 'Bienvenidas las armas de fuego,' o tal vez, '¡Prohibidas Todas las Armas de Fuego - salvo la MIA!' En mi vida he encontrado que el mantenimiento de un 'perfil bajo' ha tenido ciertas ventajas. Quizá 'no saber' resultaría adecuado; por lo menos más que una invitación abierta."
Doug Holmes, pastor de la IGS, Dows
Miembro de la junta ejecutiva de los Propietarios de Pistolas de Iowa
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Safe or Sorry
With the advent of another year my thoughts generally turn from the merry-making of Christmas and the New Year to surviving “the Cold Time.” Not being a great fan of ice fishing or owning a snowmobile or affording to travel to America’s various winter wonderlands I must content myself with more domestic affairs. Thinking is generally cheap and can be done from the warmth of ones home.
Recently I have been pondering the logic of certain businesses in Iowa who, in an effort to make their employees and customers “safe”, have taken to posting signs in their windows banning anyone from carrying firearms into their stores. The impetus for such action is not a sudden rise in violent crime in Iowa or even an increase in the number of media reports of such events (although the case in Tucson has surely had an impact). Rather it seems that this concern has issued from a change in Iowa’s gun laws which took effect this year. Before, if someone wanted to get a permit to carry a firearm the decision was entirely up to the subjective opinion of whoever currently held the office of Sheriff in that person’s county. The ease or difficulty of getting a permit varied considerably from county to county. But with the turn of the year, a sheriff cannot refuse an applicant a permit to carry a firearm except for several clearly defined reasons.
Evidently many Iowans are taking advantage of this new law and applying for permits to carry. In response to this renewed interest in carrying firearms in public, certain businesses have taken to posting signs prohibiting them from carrying firearms into their stores. Now I have no problem with this in so far as a business has the right to conduct its affairs in the way that best serves their interests. What I don’t understand is why they would think that having no firearms in their store would contribute to keeping their customers and employees safe.
It is true that the law now grants a responsible citizen easier access to legally carry firearms. But it still remains quite illegal to murder someone or to rob them or even to threaten them. The only people likely to consent to NOT carrying a weapon into a store which prohibits them are the very people I would think you would want to have one! After all, the murderer or thief doesn’t all of a sudden become law-abiding when he sees a sign in the window that prohibits him from entering with the tools of his trade. Further, it’s not just that the presence of a law-abiding possessor of a firearm is in a position to stop the murderer or at least limit his impact (as significant as that is), it’s that such a sign would seem to attract criminals, contrary to ones intent. After all, just because criminals are morally deranged doesn’t make them irrational. If two stores have the same amount of goods and one is populated with people with firearms and one is not, which would you choose to rob? When’s the last time you heard of anyone robbing a police station of their arsenal? Schools have had “no firearms” policies for quite a while but they have sadly not been “murder free.”
Perhaps this “No Firearms” policy should be re-visited, especially if we are really interested in the safety of those we seek to serve. I would think it would better serve the purposes of providing security for others by putting a sign on the door which says “Firearms Welcome,” or perhaps, “All Firearms Prohibited – except MINE!” In my own life I’ve found that keeping a “low profile” has had certain advantages. Perhaps “not knowing” would prove adequate; at least more so than an open invitation.
Doug Holmes, pastor of SGC, Dows
Executive board member of Iowa Gun Owners