Friday, September 28, 2012

LA BENDICIÓN DE LA MUJER VIRTUOSA

A. (Proverbios 31:28-29) SE LEVANTAN SUS HIJOS Y LA LLAMAN BIENAVENTURADA; Y SU MARIDO TAMBIÉN LA ALABA: "MUCHAS MUJERES HICIERON EL BIEN; MAS TÚ SOBREPASAS A TODAS."

   
Este es el comienzo de la gran final de este canto de alabanza de la mujer virtuosa. Se levantan sus hijos en honor reverencial y la bendicen en agradecimiento a Dios por ella y en expresiones de gratitud hacia ella, junto con las alabanzas verbales de su marido. Ellos la bendicen y la alaban porque "ella de su parte llevó a la casa y a ellos a tal prosperidad, tal posición de respeto, y a un estado donde el amor [hesed] reina, y su esposo se levanta y canta su alabanza." - Keil, p. 340
   
La canción del esposo de alabanza de su esposa está en el versículo 29_Muchas mujeres hicieron el bien, mas tú sobrepasas a todas. Él la está elogiando por su valentía, energía, pureza, amor, gracia, fidelidad y diligencia en su vocación. Él está diciendo, en efecto, a su esposa: "Muchas mujeres nobles viven en este mundo, pero ellas no tienen comparación a ti. ¡Eres excelente e incomparable!." Su marido está tan feliz con ella que él aprovecha cada oportunidad para alabarla a otros y a ella misma.
   
¿Qué mayor felicidad terrenal podría saber ella, que la reverencia de sus hijos y la bendición de su marido? Podemos imaginarnos su condición a nosotras mismas _ coronada por los años, sus hijos adultos, tal vez ellos mismos rodeados de familias, y tratando de formarlos, como ellos mismos habían recibido formación. Su madre está constantemente ante sus ojos. Su guía tierna, sus consejos sabios, su disciplina amorosa, su santo ejemplo, son mantenidos vivamente en el recuerdo. Ellos no dejan de llamarla bendita, y bendicen al Señor por ella, como su regalo invaluable. No menos cálidamente su esposo la alaba. Su apego a ella estaba basado, no en los encantos engañosos y vanos de la belleza, sino en el temor del Señor. Ella está, por lo tanto en su mirada hasta el final, la estadía de sus últimos años, la mitigante de sus preocupaciones, la consejera de sus perplejidades, la consoladora de sus penas, la luz del sol de sus gozos terrenales.- Bridges, pg. 627


B. (31:30) ENGAÑOSA ES LA GRACIA, Y VANA LA HERMOSURA; LA MUJER QUE TEME A JEHOVÁ, ÉSA SERÁ ALABADA


 1. El Valor de la Gracia, la Belleza y el Temor del Señor

  
La gracia (favor) es engañosa porque el hombre que valora a su esposa sólo por su belleza física es engañado por ella.

La belleza es vana cuando es idolatrada o separada del temor del Señor. También está desapareciendo. "El verdadero valor de una esposa se mide sólo por aquello que es perdurable, de acuerdo con el fondo moral de su aspecto externo; de acuerdo con la piedad que se hace manifiesta cuando la belleza de la forma corporal ha desaparecido, en una belleza la cual es atractiva."- Keil, pg. 341.
   
Esa que completa y corona su carácter, es que ella teme al Señor. La belleza no recomienda a nadie a Dios, ni es una indicación cierta de la posesión de la sabiduría y la bondad. La belleza física ha engañado a muchos hombres que han determinado la elección de una esposa por sólo esto. "Puede haber un alma impura deformada alojada en un cuerpo lindo y hermoso." - Matthew Henry, pg. 804
   
Pero el temor de Dios que reina en el corazón es la belleza del alma; recomienda a los que lo tienen al favor de Dios, y es, ante sus ojos, de gran precio; ésta va a durar para siempre, y desafía a la muerte misma, la cual consume la belleza del cuerpo, sino la consumación de la belleza del alma.- Matthew Henry, pg. 804.


 2. La Certeza de la Alabanza para la Mujer Virtuosa

  
La virtud tendrá su alabanza. Esta mujer virtuosa será altamente e incontestablemente alabada. "Ella lo deja a sus propias obras para elogiarla, y no corteja el aplauso de los hombres. Esas no son de mujeres virtuosas verdaderamente que les encante oírse elogiadas a sí mismas."- Matthew Henry, pg. 804. La mujer virtuosa no busca la gloria de los hombres o mujeres. Ella está contenta con ser conocida y amada dentro de su propio círculo de la familia, la iglesia y vecinos, "nunca insistiendo ella misma a ser notada."- Bridges, pg. 627.


C. (31:31) DADLE DEL FRUTO DE SUS MANOS, Y ALÁBENLA EN LAS PUERTAS SUS HECHOS

   
El producto de sus manos son las buenas obras que ha hecho día tras día en el que se han beneficiado muchas personas. Ahora, como el Señor promete, esas bendiciones volverán a ella para su propio placer_ Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. Isaías 3:10.
   
Este versículo es una orden divina. Dale las gracias y agradece a Dios por el fruto de sus manos lo que ha significado tales bendiciones para nosotros. Esta vida de buenas obras es su mejor elogio. Ella será alabada por su virtud en los lugares altos donde la gente está reunida, por ejemplo, las puertas. "Ellos se honran a sí mismos quienes procuran elogiar las obras de tal mujer, que llevan en ellos mismos su propio elogio."- Keil, pg. 342. Jesús señala esto mismo en el Sermón del monte, cuando dijo: Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16.


por el Rev. Joe Morecraft, III Extracto tomado de El Consejo de Calcedonia pg. 16

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THE BLESSEDNESS OF THE VIRTUOUS WOMAN

A. (Proverbs 31:28-29) HER CHILDREN RISE UP AND BLESS HER; HER HUSBAND ALSO, AND SHE PRAISES HER, SAYING: "MANY DAUGHTERS HAVE DONE NOBLY, BUT YOU EXCEL THEM ALL"

   This is the beginning of the grand finale of this song of praise of the virtuous woman. Her children rise up in reverential honor and bless her in thanksgiving to God for her and  in expressions of gratitude to her, along with the verbal praises of her husband. They bless and praise her because "she has on her part brought the house and them to such prosperity, such a position of respect, and to a state where love [hesed] reigns, and her husband rises up and sings her praise."- Keil, p. 340
   The husband´s song of praise of his wife is in verse 29_Many daughters have done nobly, but you excel them all. He is praising her for her bravery, energy, purity, love, grace, faithfulness and diligence in her calling. He is saying, in effect, to his wife: "Many noble women live in this world, but they are no comparison to you. You are excellent and incomparable!" Her husband is so happy with her that he takes every opportunity to praise her to others and to herself.
   What greater earthly happiness could she know, than her children's reverence and her husband's blessing? We may picture to ourselves her condition _ crowned with years; her children grown up; perhaps themselves surrounded with families, and endeavoring to train them, as themselves had been trained. Their mother is constantly before their eyes. Her tender guidance, her wise counsels, her loving discipline, her holy example, are vividly kept in remembrance. They cease not to call her blesses, and to bless the Lord for her, as His invaluable gift. No less warmly does her husband praise her. his attachment to her was grounded, not on the deceitful and vain charms of beauty, but on the fear of the Lord. She is therefore in his eyes to the end, the stay of his declining years, the soother of his cares, the counselor of his perplexities, the comforter of his sorrows, the sunshine of his earthly joys.- Bridges, p. 627

B. (31:30) CHARM IS DECEITFUL AND BEAUTY IS VAIN, BUT A WOMAN WHO FEARS THE LORD, SHE SHALL BE PRAISED

1. The Value of Charm, Beauty and the Fear of the Lord

   Charm (favor) is deceitful because the man who values his wife only because of her physical beauty is deceived by it.
Beauty is vain when idolized or separated from the fear of the Lord. It is also fading. "The true value of a wife is measured only by that which is enduring, according to the moral background of its external appearance; according to the piety which makes itself manifest when the beauty of bodily form has faded away, in a beauty which is attractive."- Keil, p. 341.
   That which completes and crowns her character is that she fears the Lord. Beauty does not recommend anyone to God, nor is it a certain indication of the possession of wisdom and goodness. Physical beauty has deceived many men who have determined their choice of a wife by it alone. "There may be an impure deformed soul  lodged in a comely and beautiful body."- Matthew Henry, p. 804
   But the fear of God reigning in the heart is the beauty of the soul; it recommends those that have it to the favor of God, and is, in His sight, of great price; it will last forever, and bid defiance to death itself, which consumes the beauty of the body, but consummates the beauty of the soul.- Matthew Henry, p. 804.

2. The Certainty of Praise for the Virtuous Woman

   Virtue will have its praise. This virtuous woman will be highly and incontestably praised. "She leaves it to her own works to praise her, and does not court the applause of men. Those are none of the truly virtuous women that love to hear themselves commended."- Matthew Henry, p. 804. The virtuous woman does not seek the praise of men or women. She is content to be known and loved within her own circle of family, church and neighbors, "never pressing herself into notice."- Bridges, p. 627.

C. (31:31) GIVE HER THE PRODUCT OF HER HANDS, AND LET HER WORKS PRAISE HER IN THE GATES

   The product of her hands are the good works that she has done day in and day out that have benefited so many people. Now, as the Lord promises, those blessings will come back to her for her own enjoyment _ Say to the righteous that it will go well with them, for they will eat the fruit of their actions. Isaiah 3:10.
   This verse is a divine command. Thank her and thank God for the product of her hands which has meant such blessings to us. This life of good works is her best praise. She shall be praised for her virtue in high places where people are assembled, e.g., the gates. "They honor themselves who seek to praise the works of such a woman, which carry in themselves their own commendation."- Keil, p. 342 Jesus makes this same point in his Sermon on the Mount, when He said: Let your light shine before men in such a way that they may see your good works, and glorify your Father who is in heaven. Matthew 5:16.   
 
by Rev. Joe Morecraft, III Excerpt taken from The Counsel of Chalcedon  p. 16 

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