Monday, June 18, 2012

EL TERCER MANDAMIENTO (English)

   El tercer mandamiento declara: "No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano" (Éxodo 20:7;. Deuteronomio 5:11).
...Hay, en primer lugar, una prohibición sólo de jurar en falso o maldición falsa. Es tomar el nombre del Señor en vano, o "profanamente" (versión de Berkeley), que está prohibido. Evidentemente, no todo juramento o maldición están prohibidos. Segundo, desde la perspectiva bíblica, todo perjurio o maldición falsa es profano, y por lo tanto las malas palabras no están en una categoría aparte. La palabra profano proviene del Latin pro, antes, fanum, templo, es decir, antes o fuera del templo; la profanidad es por lo tanto toda palabra, acción, y vida que está fuera de Dios. La profanidad por lo tanto incluye el lenguaje sucio, jurar y maldecir en falso, y también el lenguaje educado y cortés y la acción que está fuera de Dios y que no reconoce Su soberanía. Tercero, sólo un tipo de maldición merecida no puede ser permitida. Al maldecir, un hombre invoca el juicio de Dios sobre un malhechor. Pero, por malos que los padres de uno puedan ser, y no obstante merecedores de juicio, ningún hombre puede maldecir a su padre o madre. De hecho, "el que maldijere (o injurie ) a su padre o a su madre, morirá" (Ex. 21:17). Honrar a los padres es tan fundamental para la sociedad piadosa que ni siquiera en casos extremos puede el hijo o hija maldecir a cualquiera de los padres. Los niños deben obedecer a sus padres. Los adultos sólo tienen que honrarlos, ellos puedan y a veces deben, estar en desacuerdo con ellos, pero maldecirlos es violar un principio fundamental de orden y autoridad.
   C
uarto, la blasfemia es más que tomar el nombre de Dios profanamente. Es el lenguaje difamatorio, malo y rebelde contra Dios (Salmo 74:10-18;. Isaías 52:5, Apocalipsis 16:9, 11, 21). Esto fue castigado con la muerte (Lev. 24:16). Nabot fue acusado falsamente de blasfemia (1 Reyes 21:10-13), al igual que Esteban (Hechos 6:11), y Jesucristo (Mateo 9:3; 26:65, 66; Juan 10:36). "La blasfemia contra el Espíritu Santo consiste en atribuir los milagros de Cristo, que fueron hechos por el Espíritu de Dios, al poder satánico (Mateo XII. 22-32; Marcos III 22-30)."


Por Rousas John Rushdoony   Los Intitutos de la Ley Bíblica   Pg. 101

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THE THIRD COMMANDMENT

   The third commandment declares, "Thou shalt not take the name of the LORD thy God in vain; for the LORD will not hold him guiltless that taketh his name in vain" (Ex. 20:7; Deut. 5:11).
...There is, first of all, a prohibition only of false swearing or false cursing. It is taking the name of the Lord in vain, or "profanely" (Berkeley Version) that is forbidden. Clearly, not all swearing or cursing is forbidden. Second, from the Biblical perspective, all false swearing or cursing is profane, and thus profanity is not a separate category. The word profane comes from the Latin pro, before, fanum, temple, i.e., before or outside the temple; profanity is thus all speech, action, and living which is outside God. Profanity thus includes filthy speech, false swearing and cursing, and also polite and courteous speech and action which is outside God and which does not recognize His sovereignty. Third, only one kind of deserved cursing cannot be permitted. In cursing, a man invokes the judgment of God upon an evil-doer. But, however evil one's parents may be, and however deserving of judgment, no man may curse his father or mother. In fact, "he that curseth (or revileth) his father or his mother, shall surely be put to death" (Ex. 21:17). Honor to parents is so fundamental to godly society that not even in extreme cases can the son or daughter curse either parent. Children must obey their parents. Adults are simply required to honor them; they may, and sometimes must, disagree with them, but to curse them is to violate a fundamental principle of order and authority.
   Fourth, blasphemy is more than taking the name of God profanely. It is defamatory, wicked, and rebellious language directed against God (Ps. 74:10-18; Isa. 52:5; Rev. 16:9, 11, 21). It was punishable by death (Lev. 24:16). Naboth was falsely accused of blasphemy (I Kings 21:10-13), as was Stephen (Acts 6:11), and Jesus Christ (Matt. 9:3; 26:65, 66; John 10:36). "Blasphemy against the Holy Ghost consisted in attributing the miracles of Christ, which were wrought by the Spirit of God, to Satanic power (Mat. xii. 22-32; Mark iii. 22-30)."

By Rousas John Rushdoony     The Institutes of Biblical Law  p. 101

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