"Personas piadosas llevan vidas piadosas. A través de la regeneración, la gente es capaz de conocer a Dios y obedecerle. Realmente, esta práctica exterior de obediencia es la evidencia de que un cambio interno ha ocurrido. Los hombres y las mujeres tienen que hacer lo que Dios dice, y esto sólo es hecho obedeciendo lo que El ordena en Sus mandamientos. Estas leyes de Dios se encuentran principalmente en el Antiguo Testamento. Los hombres deben obedecer a Dios en Sus términos, ellos no son libres de escoger y elegir cuál de Sus mandamientos deben ser obedecidos, y que mandamientos deben ser ignorados en nombre de una mal interpretada 'gracia'. Jesús no salvó a Su pueblo de la obediencia a la Ley; El los salvó de la maldición de la Ley (la ira de Dios).
Jesús dijo:
'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas' (Mateo 22:37-40).
Con esta declaración, el Señor no estaba dejando a un lado las leyes específicas de Dios; Él solamente las resumía. Es sacrilegio para el hombre redefinir la santidad de acuerdo a sus propios estándares. Ser un cristiano significa más que sólo 'ser agradable.' Significa ser obediente. De nuevo, Dios debe ser amado y obedecido en Sus términos, no en los nuestros. El hombre debe amar a su prójimo en los términos de Dios. Estos términos están claramente establecidos en los Diez Mandamientos, así como en las leyes específicas del caso en el Antiguo Testamento de Dios, que son aplicaciones a esos mandamientos. Jesús no anuló las leyes de Dios, como es enseñado comúnmente en muchas iglesias hoy en día; en realidad, El las confirmó. Después de todo, El fue el que las había revelado a Moisés:
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos (Mateo 5:17-19 ).
¿Significa esto que el hombre debe trabajar para su salvación? ¡Por supuesto que no! La salvación viene sólo de Dios. El regenera a Su pueblo, Él justifica a Su pueblo, y Él santifica a Su pueblo. En la justificación, Dios declara justo a su pueblo. Esto es lo que se conoce en términos teológicos, como la santidad posicional. A través de la santificación, Dios realmente los hace justos. Esta es la santidad práctica. Este proceso de santificación es logrado a medida que Dios capacita a Su pueblo a obedecer Sus leyes. Sólo Dios es el Rey Soberano. Sus leyes deben ser obedecidas por todos los individuos humanos, así como por toda institución humana."
Por Mark D. Brown
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Obedience to God's Laws
"Godly people lead godly lives. Through regeneration, people are enabled to know God and to obey Him. Indeed, this outward practice of obedience is evidence that an inward change has occurred. Men and women need to do what God says, and this is done only by obeying what He commands in His laws. These laws of God are found mainly in the Old Testament. Men must obey God on His terms; they are not free to pick and choose which of His commandments are to be obeyed, and which commandments are to be disregarded in the name of a misconstrued 'grace.' Jesus did not save His people from obedience to the Law; He saved them from the curse of the Law (God's wrath).
Jesus said,
'You shall love the LORD your God with all your heart, with all your soul, and with all your mind. This is the first and great commandment. And the second is like it. You shall love your neighbor as yourself. On these two commandments hang all the Law and the Prophets' (Matthew 22:37-40).
With this statement, the Lord was not setting aside the specific laws of God; He was merely summarizing them. It is sacrilegious for man to redefine holiness according to his own standards. Being a Christian means more than just 'being nice.' It means being obedient. Again God must be loved and obeyed on His terms, not ours. Man must love his neighbor on God's terms. These terms are clearly spelled out in the Ten Commandments as well as in God's specific Old Testament case laws, which are applications of those commandments. Jesus did not nullify God's laws, as is commonly taught in many churches today; He actually confirmed them. After all, He was the One who had revealed them to Moses:
Do not think that I came to destroy the Law or the Prophets. I did not come to destroy but to fulfill. For assuredly, I say to you, till heaven and earth pass away, one jot or tittle will by no means pass from the law till all is fulfilled.
Whoever therefore breaks one of the least of these commandments, and teaches men so, shall be called least in the kingdom of heaven; but whoever does and teaches them, he shall be called great in the kingdom of heaven (Matthew 5:17-19).
Does this mean that man must work for his salvation? Absolutely not! Salvation comes from God alone. He regenerates His people, He justifies His people, and He sanctifies His people. In justification, God declares His people righteous. This is what is known in theological terms as positional holiness. Through sanctification, God actually makes them righteous. This is practical holiness This process of sanctification is accomplished as God enables His people to obey His laws. God alone is the Sovereign King. His laws are to be obeyed by every human individual as well as by every human institution."
By Mark D. Brown
Muchisimas bendiciones, les saludo de El Salvador Centroamerica, les comparto mi testimonio de sanidad para la gloria de Dios en mi blo www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
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