Monday, October 24, 2011

¿ESTA DIOS AHORA ARRUGADO Y ENVEJECIDO? (English)



  La blasfemia a menudo le gusta presentarse como una verdad nueva y más alta y por lo tanto el verdadero camino. Ciertamente, este es el caso de muchos que hoy nos dicen que Dios, quien declara: "Yo Jehová no cambio" (Malaquías 3:6), ha cambiado en realidad. Aparentemente, con la edad y una nueva "dispensación" de poderes declinantes, su dios ahora se limita a puramente preocupaciones "espirituales". Antiguamente, cuando era más joven y más crudo, puede haber hablado de los pesos y medidas, la dieta, el dinero, el saneamiento, la política, la economía, la educación, y más, pero, ahora que el hombre y la ciencia, supuestamente, lo han alcanzado en estas esferas, y lo pasaron, este dios está en silencio, y él sólo se ocupa de los asuntos espirituales, como corresponde a una persona de edad y en declive. Las leyes de este dios viejo y arrugado ahora son primitivas y obsoletas, y ahora el hombre puede hacer, se nos asegura, un trabajo mucho mejor en todas estas áreas.
   
Este es el significado claro del dispensacionalismo y el antinomianismo. Limita a Dios. Declara que Dios no es soberano ahora y por lo tanto no tiene una palabra para cada área de la vida y el pensamiento. Estas personas en realidad creen en un dios viejo y antiguo que es para las personas de edad o en retirada, cuyo único pensamiento es dejar el mundo, no para ejercer dominio bajo Dios sobre el mismo como su servicio necesario.
   
Los recientes conflictos con las agencias federales y estatales sobre las escuelas cristianas han dado lugar a un coro de protestas, de costa a costa, por parte de estos campeones de la retirada y la lucha. La educación de nuestros niños, afirman, no es una preocupación cristiana, sino una secular y humanista. Las preocupaciones de nuestra fe deben ser puramente espirituales y eclesiásticas, declararon.
   Esto m
uy claramente niega la soberanía de Dios. Implica y declara que la mayoría del mundo es secular, que el diccionario define como "perteneciente a este mundo o la vida presente, mundano en contraste con el religioso o espiritual." Si esto es cierto, entonces es un grave error de la iglesia para regular el sexo y el matrimonio y condenar el adulterio, porque el Señor deja claro que el sexo y el matrimonio son solamente para esta vida (Marcos 12:25). Uno de los más influyentes dispensacionalistas quizá se aferra a este punto de vista, porque es adúltero en la actualidad y todavía muy honrado. Sin embargo, Dios ordena y regula el sexo y el matrimonio estrictamente, porque Su ley y el gobierno son totales, no sólo espiritual y eclesiástico.
    
La soberanía de Dios, la ley, el poder, la autoridad, y el gobierno no pueden ser limitados. Él es el Señor y Salvador de todas las cosas, su creador total y gobernador. Por lo tanto, en todos los ámbitos de la vida y el pensamiento, debemos estar bajo Su palabra-ley y la jurisdicción. No hay esfera de la vida, ni ninguna otra área de actividad, que está fuera de la jurisdicción de Dios. El hombre nunca puede salir del gobierno de Dios y ley para crear un área puramente humanista de gobierno y ley donde el hombre es soberano. En ningún momento de la vida del hombre o de toda la creación podemos decir: "Aquí el gobierno y la soberanía de Dios paran, o disminuyen, y aquí la palabra del hombre, la soberanía y el gobierno asumen el control." Todos estos pensamientos, por muy espirituales que profesan ser, es un compromiso radical con el humanismo. Es una afirmación de principio del tentador que el hombre es de algún modo, en algún lugar y de alguna manera permitido a ser su propio dios, a sabiendas, o determinando por sí mismo, lo que constituye el bien y el mal (Génesis 3:5). Tal punto de vista es el pecado original, ya sea en la boca de Satanás o en la boca de un pastor espiritual. Dios es el único Señor, en todas las cosas, sobre todas las cosas, y en todas partes.


Por R.J. Rushdoony

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IS GOD NOW SHRIVELLED AND GROWN OLD?

   Blasphemy often loves to present itself as a new and higher truth and therefore the true way. Certainly this is true of many today who tell us that God, Who declares, "I and the LORD, I change not" (Malachi 3:6), has indeed changed. Apparently, with age and a new "dispensation" of declining powers, their god now confines himself to purely "spiritual" concerns. Once, in his younger and cruder days, he may have spoken about weights and measures, diet, money, sanitation, politics, economics, education, and more, but, now that man and science have supposedly caught up with him in these spheres, and pass him, this god is silent, and he deals only with spiritual matters as befits an aged and declining person. The laws of this old and shrivelled god are now primitive and obsolete, and man can now do, we are assured, a much better job in all these areas.  
   This is the plain meaning of dispensationalism and antinomianism. It limits God. It declares that God is now not sovereign and therefore has no word for every area of life and thought. These people in effect believe in an aged and old god who is for old or retreating people whose only thought is to leave the world, not to exercise dominion under God over it as their necessary service.
   The recent conflicts with state and federal agencies over Christian Schools have brought forth a coast to coast chorus of protests from these champions of retreat and fight. The schooling of our children, they declare, is not a Christian concern but a secular and humanistic one. The concerns of our faith are to be purely spiritual and ecclesiastical, they declared.
   This very clearly denies God's sovereignty. It implies and declares that most of the world is secular, which the dictionary defines as "pertaining to this world or the present life, worldly as contrasted with religious or spiritual." If this be true, then it is a serious error for the church to regulate sex and marriage and to condemn adultery, because our Lord makes clear that sex and marriage are for this life only (Mark 12:25). One of the most influential dispensationalists perhaps holds to this view, because he is currently adulterous and yet widely honored. Nonetheless, God does ordain and regulate sex and marriage strictly, because His law and government are total, not merely spiritual and ecclesiastical.
    God's sovereignty, law, power, authority, and government cannot be limited. He is Lord and Savior of all things, their total creator and governor. Hence, in every area of life and thought, we must be under His law-word and jurisdiction. There is no sphere of life, nor any area of activity, which is outside of God's jurisdiction. Man can never step outside of God's government and law to create a purely humanistic area of government and law wherein man is sovereign. At no point in man's life or in all creation can we say, "Here God's government and sovereignty stop. or abate, and here man's word, sovereignty, and government take over." All such thinking, however spiritual it professes to be, is a radical compromise with humanism. It is an assertion of the tempter's principle that man is somehow, somewhere and in some way entitled to be his own god, knowing, or determining for himself, what constitutes good and evil (Gen. 3:5). Such a view is original sin, whether in the mouth of Satan or in the mouth of a spiritual pastor. God is alone the Lord, in all things, over all things, and everywhere.

By R.J. Rushdoony

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