Tuesday, June 28, 2011

La Obediencia a las Leyes de Dios (English)

   "Personas piadosas llevan vidas piadosas. A través de la regeneración, la gente es capaz de conocer a Dios y obedecerle. Realmente, esta práctica exterior de obediencia es la evidencia de que un cambio interno ha ocurrido. Los hombres y las mujeres tienen que hacer lo que Dios dice, y esto sólo es hecho obedeciendo lo que El ordena en Sus mandamientos. Estas leyes de Dios se encuentran principalmente en el Antiguo Testamento. Los hombres deben obedecer a Dios en Sus términos, ellos no son libres de escoger y elegir cuál de Sus mandamientos deben ser obedecidos, y que mandamientos deben ser ignorados en nombre de una mal interpretada 'gracia'. Jesús no salvó a Su pueblo de la obediencia a la Ley; El los salvó de la maldición de la Ley (la ira de Dios).

   
Jesús dijo:


       'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas' (Mateo 22:37-40).

    
Con esta declaración, el Señor no estaba dejando a un lado las leyes específicas de Dios; Él solamente las resumía. Es sacrilegio para el hombre redefinir la santidad de acuerdo a sus propios estándares. Ser un cristiano significa más que sólo 'ser agradable.' Significa ser obediente. De nuevo, Dios debe ser amado y obedecido en Sus términos, no en los nuestros. El hombre debe amar a su prójimo en los términos de Dios. Estos términos están claramente establecidos en los Diez Mandamientos, así como en las leyes específicas del caso en el Antiguo Testamento de Dios, que son aplicaciones a esos mandamientos. Jesús no anuló las leyes de Dios, como es enseñado comúnmente en muchas iglesias hoy en día; en realidad, El las confirmó. Después de todo, El fue el que las había revelado a Moisés:

    
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
    D
e manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos (Mateo 5:17-19 ).

   
¿Significa esto que el hombre debe trabajar para su salvación? ¡Por supuesto que no! La salvación viene sólo de Dios. El regenera a Su pueblo, Él justifica a Su pueblo, y Él santifica a Su pueblo. En la justificación, Dios declara justo a su pueblo. Esto es lo que se conoce en términos teológicos, como
la santidad posicional. A través de la santificación, Dios realmente los hace justos. Esta es la santidad práctica. Este proceso de santificación es logrado a medida que Dios capacita a Su pueblo a obedecer Sus leyes. Sólo Dios es el Rey Soberano. Sus leyes deben ser obedecidas por todos los individuos humanos, así como por toda institución humana."

Por Mark D. Brown

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Obedience to God's Laws

   "Godly people lead godly lives. Through regeneration, people are enabled to know God and to obey Him. Indeed, this outward practice of obedience is evidence that an inward change has occurred. Men and women need to do what God says, and this is done only by obeying what He commands in His laws. These laws of God are found mainly in the Old Testament. Men must obey God on His terms; they are not free to pick and choose which of His commandments are to be obeyed, and which commandments are to be disregarded in the name of a misconstrued 'grace.' Jesus did not save His people from obedience to the Law; He saved them from the curse of the Law (God's wrath).

   Jesus said,

'You shall love the LORD your God with all your heart, with all your soul, and with all your mind. This is the first and great commandment. And the second is like it. You shall love your neighbor as yourself. On these two commandments hang all the Law and the Prophets' (Matthew 22:37-40).

    With this statement, the Lord was not setting aside the specific laws of God; He was merely summarizing them. It is sacrilegious for man to redefine holiness according to his own standards. Being a Christian means more than just 'being nice.' It means being obedient. Again God must be loved and obeyed on His terms, not ours. Man must love his neighbor on God's terms. These terms are clearly spelled out in the Ten Commandments as well as in God's specific Old Testament case laws, which are applications of those commandments. Jesus did not nullify God's laws, as is commonly taught in many churches today; He actually confirmed them. After all, He was the One who had revealed them to Moses:

   Do not think that I came to destroy the Law or the Prophets. I did not come to destroy but to fulfill. For assuredly, I say to you, till heaven and earth pass away, one jot or tittle will by no means pass from the law till all is fulfilled.
   Whoever therefore breaks one of the least of these commandments, and teaches men so, shall be called least in the kingdom of heaven; but whoever does and teaches them, he shall be called great in the kingdom of heaven (Matthew 5:17-19).

   Does this mean that man must work for his salvation? Absolutely not! Salvation comes from God alone. He regenerates His people, He justifies His people, and He sanctifies His people. In justification, God declares His people righteous. This is what is known in theological terms as positional holiness. Through sanctification, God actually makes them righteous. This is practical holiness This process of sanctification is accomplished as God enables His people to obey His laws. God alone is the Sovereign King. His laws are to be obeyed by every human individual as well as by every human institution."

By Mark D. Brown

Saturday, June 18, 2011

LA CENA DEL SEÑOR (English)

DIOS DE TODO BIEN,
Te bendigo por los medios de gracia;
               enséñame a ver en ellos tus propósitos amorosos
               y el gozo y la fuerza de mi alma.
has preparado para un banquete;
y aunque soy indigno de sentarme como invitado,
Descanso totalmente en los méritos de Jesús,
              y me escondo debajo de su justicia;
Cuando escucho su invitación tierna  

              y veo su gracia maravillosa,
              No puedo titubear, sino debo venir a ti en amor.
Por tu Espíritu aviva mi fe correctamente para discernir 
              y espiritualmente para detener al Salvador.
Mientras miro a los emblemas de la muerte de mi Salvador,
              puedo pensar por qué murió, y oírle decir,
                 'Yo di mi vida para comprar la tuya,
                        me presenté yo mismo una ofrenda para expiar tu pecado,
                        derramé mi sangre para borrar tu culpa,
                        se abrió mi costado para hacerte limpio,
                        soporté tus maldiciones para liberarte,
                        llevé tu condena para satisfacer la justicia divina.'
Oh pueda yo comprender debidamente la anchura, la longitud de este diseño,
                     acercar, obedecer, extender la mano, tomar el pan,
                     recibir la copa, comer y beber,
                     testificar ante todos los hombres que lo hago por mí mismo,
                     alegremente, con fe, reverencia y amor, recibir a mi Señor,
                     que sea mi vida, la fuerza, el alimento, el gozo, el deleite.
En la cena recuerdo su amor eterno, la gracia ilimitada,
                la compasión infinita, la agonía, la cruz, la redención,
                y recibo la garantía del perdón, la adopción, la vida, la gloria.
Como los elementos exteriores alimentan mi cuerpo,
                así que tu Espíritu que mora dentro pueda vigorizar mi alma,
                hasta aquel día cuando no tenga más hambre y sed,
                y estar sentado con Jesús en su banquete celestial.

Editado por Arthur Bennett  El Valle de la Visión  p. 197

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THE LORD´S SUPPER

GOD OF ALL GOOD,
I bless thee for the means of grace;
              teach me to see in them thy loving purposes
              and the joy and strength of my soul.
Thou hast prepared for me a feast;
and though I am unworthy to sit down as guest,
I wholly rest on the merits of Jesus,
             and hide myself beneath his righteousness;
When I hear his tender invitation
             and see his wondrous grace,
             I cannot hesitate, but must come to thee in love.
By thy Spirit enliven my faith rightly to discern
             and spiritually to apprehend the Saviour.
While I gaze upon the emblems of my Saviour's death,
             may I ponder why he died, and hear him say,
                'I gave my life to purchase yours,
                   presented myself an offering to expiate your sin,
                   shed my blood to blot out your guilt,
                   opened my side to make you clean,
                   endured your curses to set you free,
                   bore your condemnation to satisfy divine justice.'
O may I rightly grasp the breadth and length of this design,
               draw near, obey, extend the hand, take the bread,
               receive the cup, eat and drink,
               testify before all men that I do for myself,
               gladly, in faith, reverence and love, receive my Lord,
               to be my life, strength nourishment, joy, delight.
In the supper I remember his eternal love, boundless grace,
               infinite compassion, agony, cross, redemption,
               and receive assurance of pardon, adoption, life, glory.
As the outward elements nourish my body,
               so may thy indwelling Spirit invigorate my soul,
               until that day when I hunger and thirst no more,
               and sit with Jesus at his heavenly feast.

Edited by Arthur Bennett          The Valley of Vision p. 197

Tuesday, June 14, 2011

EL DESEO DE MUERTE DEL HOMBRE MODERNO (English)

    "En nuestro desayuno del personal recientemente, John Saunders comentó acerca del hecho de que el hombre humanista moderno tiene un deseo de muerte y es suicida. Por lo tanto, los humanistas están destruyéndose a ellos mismos. Otto Scott agregó que en el proceso, ellos están entregando el mundo a la Unión Soviética, y nosotros a la esclavitud.
    Proverbios 8:36 declara, 'Mas el que peca contra , defrauda su alma; Todos los que me aborrecen aman la muerte.' Para entender nuestros tiempos, debemos entender la importancia de este versículo. La vida aparte del Señor es suicida, es un rechazo de las condiciones de vida. Puesto que todas las cosas fueron hechas por El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Juan 1:3), todas las condiciones de vida son creadas por Dios. La ley de Dios es una condición de vida.
     Es inútil buscar soluciones que descuidan este hecho. Un pueblo suicida votará por la muerte, no por soluciones que conducen a la vida. Esto no quiere decir que el voto no es muy importante, sino significa que el meollo de la cuestión es que las personas que votan, actúan y viven suicidamente, tienen un problema religioso muy grave. 'El que me halle, hallará la vida' (Prov. 8:35).
    Tenemos hoy un problema internacional de drogas, tenemos el aborto, la homosexualidad, el alcoholismo, un índice alto de suicidios, y más. Tenemos un índice de natalidad declinante, una evidencia de una pérdida de fe en un buen futuro, y tenemos una generación sin expectativas. Tenemos el ocultismo, el satanismo, y formas destructivas de música.
    Con todas estas cosas, esperar que la esperanza en otra cosa, que un retorno a una fidelidad radical a Dios es ilusoria. No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4). Los redimidos en Cristo escucharán y le obedecerán. (Diciembre, 1986)"

 
Por R. J. Rushdoony

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THE DEATH WISH OF MODERN MAN

   "At our staff breakfast recently, John Saunders commented on the fact that modern humanistic man has a death wish and is suicidal. The humanists are thus destroying themselves. Otto Scott added that in the process they are surrendering the world to the Soviet Union, and us to slavery.
   Proverbs 8:36 declares, ´But he that sinneth against me wrongeth his own soul: all they that hate me love death.´ To understand our times, we must understand the importance of this verse. Life apart from the Lord is suicidal, it is a rejection of the conditions of life. Since all things were made by Him, and without Him was not anything made that was made (John 1:3), all conditions of life are God-created. God´s law is a condition of life.
    It is useless to look to solutions which neglect this fact. A suicidal people will vote for death, not for solutions which lead to life. This does not mean that voting is not very important, but it does mean that the heart of the matter is that people who vote, act, and live suicidally have a very serious religious problem. ´Whoso findeth me findeth life' (Prov. 8:35).
   We have today an international drug problem; we have abortion, homosexuality, alcoholism, a high suicide rate, and more. We have a declining birth rate, an evidence of a loss of faith in a good future, and we have a zero-expectations generation. We have occultism, Satanism, and destructive forms of music.
   With all these things, to expect hope in anything else than a return to a radical faithfulness to God is illusory. Man cannot live by bread alone, only by the every word that proceeds from the mouth of God (Matt. 4:4). The redeemed in Christ will hear and obey Him. (December, 1986)"

By R. J. Rushdoony

Thursday, June 9, 2011

CONFIAR EN DIOS (English)

   "Uno de los hechos asombrosos acerca de la mayoría de los miembros de la iglesia es su ateísmo implícito. Ellos creen que todas las cosas en este mundo son más fuertes que Dios, y que la palabra de Dios es la menos de fiar. Por ejemplo, Dios dice, en Isaías 41:10, 'No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.' Se nos dice claramente que Dios es nuestro defensor, y que Él nunca nos dejará ni nos abandona (Heb. 12:5-6). Dios no nos promete una vida fácil, pero Él nos asegura de una vida justificada y victoriosa. Él nos apoya con Su 'justicia.' La palabra en hebreo es tsedeq: ésta significa justicia, y tiene una connotación legal, pero la mayoría de las traducciones nos dan una lectura diluida.
   Confiamos en tantas idioteces, incluyéndonos a nosotros mismos. ¿Por qué no tomar a Dios por Su palabra y confiar en Él? Si no creemos que Dios es fiel a Su palabra, ¿cómo podemos creer que Dios será fiel a nosotros que desconfiamos de Él? Uno de los pecados más grandes de la Iglesia es su negativa de confiar en el Señor. ¿Cómo puede Dios honrar a tal pueblo?"

Por R. J. Rushdoony

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TRUSTING GOD

   "One of the amazing facts about most church members is their implicit atheism. They believe that all things in this world are stronger than God, and that God´s word is least to be trusted. For example, God says, in Isaiah 41:10, 'Fear thou not, for I am with thee: be not dismayed: for I am thy God: I will strengthen thee; yea, I will help thee; yea, I will uphold thee with the right hand of my righteousness.' We are plainly told that God is our defender, and that He will never leave us nor forsake us (Heb. 12:5-6). God does not promise us an easy life, but He does assure us of a justified and victorious life. He upholds us with His 'righteousness'  The word in Hebrew is tsedeq: it means justice, and it has a legal connotation, but most translations give us a watered down reading.
   We trust so many idiocies, including ourselves. Why not take God at His word and trust Him? If we do not believe that God is true to His word, how can we believe that God will be true to us who distrust Him? One of the church´s greatest sins is its refusal to trust in the Lord. How can God honor such a people?"

By R. J. Rushdoony