Thursday, May 3, 2018

Salmo 23

Jehová es mi pastor.

En otras palabras, estoy bajo el cuidado de otra persona. No soy yo el que está a cargo. Tomé mi reino y lo entregué al reino de Dios. Estoy viviendo la vida con Dios. Jehová  es mi pastor. ¿Y que sigue de eso?

Nada me faltará.

Ese es el resultado natural. No me faltará nada. Eso es lo que Jesús enseña: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia", y todo lo demás será añadido (Mateo 6:33).

En lugares de delicados pastos me hará  descansar. 

¿Qué tipo de oveja se acuesta en delicados pastos? Una oveja que ha comido hasta llenarse. Si una oveja está en delicados pastos y no está llena, estará comiendo, y no descansando.

Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Una oveja que está siendo guiada junto a aguas tranquilas es una oveja que no tiene sed. Jesús dijo a la mujer en el pozo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá  sed jamás; sino que el agua que yo le dare será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:13-14).

Confortará  mi alma.

Las profundidades rotas de mi alma son sanadas y reintegradas en una vida en unión con Dios: el tipo de vida eterna.

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

El efecto de la restauración de mi alma es que ando por sendas de justicia en su nombre como una expresión natural de mi renovada naturaleza interna. Mientras ando por estas sendas, mi confianza en el Pastor es tan profunda que puedo declarar:

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno.

Una vida sin carencia es una que no teme al mal. Nuestra confianza en Dios se eleva muy por encima de los deseos y temores. ¿Te gustaría tener una vida sin temor, una vida de gran fe? Parece que Jesús decía constantemente a sus amigos: "¡No temáis! ¡No temáis!" Imaginate cómo sería eso. Sin temor a la vida, el envejecimiento o la muerte, la enfermedad o el hambre, sin temor a ninguna persona o criatura, ni siquiera la pérdida de todas tus posesiones. Tu puedes vivir sin temor incluso en medio de un mundo dominado por el miedo.
Fácilmente podría haber elegido "no temer al mal" como el tema de este libro, porque estamos hablando de una vida de la cual el temor es eliminado. Mientras que el salmista sabe claramente sobre los peligros de la vida, el todavía puede decir: "No temeré mal alguno". ¿Por qué? Por favor, lee su respuesta en voz alta:

Porque tú estarás conmigo.

La verdad central de este libro es que la completa suficiencia de la vida sin carencia se basa en la presencia de Dios, y él está más claro y plenamente presente con nosotros en Jesucristo, Emanuel, Dios con nosotros.

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 

Sé por experiencia que la vara y el cayado representan la fuerza y ​​el cuidado protector del Pastor. En este lugar seguro donde no tengo temor, estoy en libertad de disfrutar de la abrumadora generosidad de mi Pastor.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores.

Como amo a mis enemigos, (Jesús nos instruye hacer esto en Mateo 5:43-47) no me deleitaría con una comida deliciosa en su presencia y que se queden alli hambrientos. La abundancia de la provisión y la seguridad de Dios en mi vida es tan grande, que los invitaría a disfrutar de lo que Dios ha preparado para mi.

Unges mi cabeza con aceite.

Aquí podrías pensar en términos de duchas de agua caliente y toallas esponjosas, cosas que nos hacen sentir limpios, cómodos y especiales, y cómo Dios hace eso posible. Él no solo está interesado en que tenga algo maravilloso para comer, sino también en que me bendiga con una vida plena, libre y poderosa en él, que incluye la ropa, muebles cómodos, experiencias alegres y relaciones profundas. Tanto es así que la abundancia de la provisión de Dios suena desde la pluma del salmista:

¡Mi copa está llena!

 ¿Es eso lo que dice? No. "Mi copa está rebosando". Tengo más de lo que mi copa aguantará. Tanto que puedo ser tan generoso como mi Pastor sin miedo a que se me acabe. Tanto es así que estoy convencido:

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos dias.

Esta es una descripción de la vida eterna disponible para nosotros ahora en el reino de los cielos: la abundante vida con-Dios que viene de seguir al Pastor, donde moramos y permanecemos con Dios en la plenitud de su vida _ una vida en la cual se realizan todas las promesas del evangelio de Cristo. Debido a esto, no tenemos ninguna razón de estar ansiosos (Filipenses 4:6-7) el mundo es un lugar perfectamente seguro para que estemos.

Por Dallas Willard  Extractos tomados de Life Without Lack
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Psalm 23

The Lord is my shepherd.

In other words, I'm in the care of someone else. I'm not the one in charge. I've taken my kingdom and surrendered it to the kingdom of God. I am living the with-God life. The Lord is my shepherd. And what follows from that?

I shall not want.

That's the natural result. I shall not lack anything. That's what Jesus teaches: "Seek first the kingdom of God and His righteousness," and everything else will be added (Matt. 6:33).

He makes me to lie down in green pastures.

What kind of sheep lies down in a green pasture? A sheep that has eaten its fill. If a sheep is in a green pasture and she's not full, she'll be eating, not lying down.

He leads me beside the still waters.

A sheep that is being led beside still water is a sheep that is not thirsty. Jesus said to the woman at the well, "Whoever drinks of this water will thirst again, what whoever drinks of the water that I shall give him will become in him a fountain of water springing up into everlasting life" (John 4:13:14).

He restores my soul.

The broken depths of my soul are healed and reintegrated in a life in union with God: the eternal kind of life.

He leads me in the paths of righteousness for His name's sake.

The effect of the restauration of my soul is that I walk in paths of righteousness on his behalf as a natural expression of my renewed inner nature. As I walk these paths, my trust in the Shepherd runs so deep that I can declare:

Yea, though I walk through the valley of the shadow of death, I will fear no evil.

 A life without lack is one that carries no fear of evil. Our confidence in God soars far above wants and fears. Would you like to have a life without fear, a life of soaring faith? It seems like Jesus was constantly saying to his friends, "Fear not! Fear not!" Imaging what that would be like. No fear of life, aging or death, disease or hunger, no fear of any person or creature, nor even the loss of all your possessions. You can live without fear even in the midst of a world dominated by fear.
I could easily have chosen "fear no evil" as this book's theme, because we are talking about a life from which fear is eliminated. While the psalmist clearly knows about life's dangers, he can still say, " I will fear no evil." Why? Please read his answer out loud:

For You are with me.

The central truth of this book is that the complete sufficiency of the life without lack is based is based upon the presence of God, and he is most clearly and fully present to us in Jesus Christ, Immanuel, God with us.

Your rod and Your staff, they comfort me.

I know from experience that the rod and staff represent the Shepherd's strength and protective care. In this safe place where I have no fear, I am at liberty to enjoy the overwhelming generosity of my Shepherd.

You prepare a table before me in the presence of my enemies.

Since I love my enemies, (Jesus instructs us to do this in Mathew 5:43-47) I would not feast upon a delicious meal in their presence and let them stand there hungry. The abundance of God's provision and safety in my life is so great, I would invite them to enjoy what God has prepared for me.

You anoint my head with oil.

Here you might think in terms of hot showers and warm fluffy towels, things that make us feel clean, comfortable, and special, and how God makes that possible. He is not only interested in my having something wonderful to eat, but also in blessing me with a life that is full and free and powerful in him_ including clothing, comfortable furnishings, joyful experiences, and deep relationships. So much so that the abundance of God's provision rings out from the psalmist's pen:

My cup is full!

Is that what it says? No. "My cup runs over." I have more than my cup will hold. so much that I can be as generous as my Shepherd without fear of ever running out. So much so that I am convinced:

Surely goodness and mercy shall follow me all the days of my life, and I will dwell in the house of the LORD forever.

This is a description of the eternal life available to us now in the kingdom of the heavens; the abundant with-God life that comes from following the Shepherd, where we dwell and abide with God in the fullness of his life_ a life in which all the promises of Christ's gospel are realized. Because of this we have no reason to be anxious (Phil. 4:6-7); the world is a perfectly safe place for us to be.

By Dallas Willard  Excerpts taken from Life Without Lack

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