"El Catecismo Menor de Westminster, P. 10, pregunta: '¿Cómo creó Dios al hombre?' y responde: 'Dios creó al hombre, varón y hembra, según Su propia imagen, en conocimiento, justicia y santidad, con dominio sobre todas las criaturas' (Génesis 1:27s.; Col. 3:10; Ef. 4:24).
Siglos antes, el comentarista judío, Joseph Kimhi (1105? -1170?), había escrito: 'La imagen es el dominio y la semejanza es el gobernar, no una imagen física.' Esta interpretación se remonta por lo menos a la traducción de Saadia Gaon de la Torá y es la comprensión antigua del significado de la imagen de Dios.
El hombre caído, por supuesto, busca un dominio y gobierno impío, en un desafío a Dios y a Su ley. Sin embargo, la implicación obvia de la regeneración es que el hombre en Cristo, es renovado en el dominio piadoso y en gobernar bajo Dios. Para él fallar en ejercer tal dominio es un pecado.
La interpretación antigua de la creación del hombre es que Génesis 1:26 dice, 'Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen (es decir, el dominio), conforme a nuestra semejanza (la gobernación); y señoree.'
El dominio es, pues, un requisito que Dios hace de nosotros en nuestra propia creación. En nuestra regeneración, este requisito está de nuevo en vigor. Así como el juicio de Dios cayó sobre Adán por un falso concepto del dominio, así caerá sobre nosotros si negamos el mandato del dominio.
Nuestro Señor lo requiere en la Gran Comisión: debemos discípular a todas las naciones, 'enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo' En esta tarea, servimos al Señor a quien 'toda potestad es dada ... en el cielo y en la tierra'(Mateo 28:18-20).
No podemos rechazar el dominio y el gobernar sin rechazar a nuestro llamado del Señor."
Por Rousas John Rushdoony
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THE IMAGE OF GOD IN MAN
"The Westminster Shorter Catechism, Q. 10, asks, 'How did God create man?' and answers, 'God created man male and female, after His own image, in knowledge, righteousness, and holiness, with dominion over the creatures' (Gen. 1:27f.; Col. 3:10; Eph. 4:24).
Centuries earlier, the Jewish commentator, Joseph Kimhi (1105?-1170?), had written: "Image is dominion and likeness is rulership, not a physical image." This interpretation goes back at least to Saadia Gaon's translation of the Torah and is the ancient understanding of the meaning of the image of God.
Fallen man, of course, seeks an ungodly dominion and rule, one in defiance of God and His law. However, the obvious implication of regeneration is that the man in Christ is renewed in godly dominion and into rule under God. For him to fail to exercise such dominion is a sin.
The ancient interpretation of the creation of man is that Genesis 1:26 says, 'And God said, Let us make man in our image (i.e., dominion), after our likeness (rulership): and let them have dominion." Dominion is thus a requirement God makes of us in our very creation . In our regeneration, this requirement is again in force. Just as the judgment of God fell on Adam for a false concept of dominion, so it will fall on us if we deny the dominion mandate.
Our Lord requires it in the Great Commission: we must disciple all nations, 'teaching them to observe all things whatsoever I have commanded you: and, lo, I am with you always, even unto the end of the world.' In this task, we serve the Lord to whom 'all power is given... in heaven and in earth' (Matt. 28:18-20).
We cannot reject dominion and rule without rejecting our Lord's calling."
By Rousas John Rushdoony