Me gusta Jonás, el profeta. ¡Me recuerda a mucha gente que conozco, yo mismo incluido!
Jonás fue ordenado por Dios para ir a predicar a Nínive y los asirios, los cuales Jonás odiaba. Él quería el juicio de Dios sobre Nínive, no su misericordia. Trató de huir de Dios y terminó miserablemente en el vientre de un gran pez. Bueno, por la gracia de Dios, y tal vez la indigestión, el pez vomitó a Jonás en tierra firme, así que tuvo que predicar a Nínive.
Aquí estaba un predicador reacio en una ciudad mala. Sin embargo, por la gracia de Dios, las personas se convirtieron. (Por una generación y más, la marcha del mal de Asiria, terminó)
Pero, se nos dice, de la conversión de Nínive "Jonás se apesadumbró
en extremo, y se enojó" (Jon. 4:1).
Nínive era país caluroso. A la sombra de Jonás, estaba una vid de calabaza, bajo el cual descansaba. Dios, sin embargo, mató a la vid de calabaza, y así Jonás hizo un puchero y se quejó a Dios furiosamente. Dios entonces reprendió a Jonás por sentir pena por la muerte de
una vid de calabaza, pero al mismo tiempo, por no tener piedad de Nínive,
cuyos habitantes numeraban 120,000 solamente niños.
En
otras palabras, Jonás tenía una perspectiva deformada: su comodidad era
más importante que la obra de Dios y la vida de un número incalculable
de hombres, mujeres y niños. En
este sentido, muchos de nosotros somos como Jonás, demasiados absorbidos
con nuestros propios sentimientos, para pensar en Dios y en otros. Dios fue muy paciente con Jonás. Oremos para que Él sea paciente con nosotros.
Por R. J. Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna Vol 3
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Jonah
I like Jonah, the prophet. He reminds me of many people I know, including myself!
Jonah was commanded by God to go and preach to Nineveh and the Assyrians, whom Jonah hated. He wanted God's judgment on Nineveh, not His mercy. He tried to run away from God and ended miserably in the belly of a great fish. Well, by the grace of God, and maybe indigestion, the fish vomited out Jonah onto dry land, so he had to preach to Nineveh.
Here was an unwilling preacher in an evil city. Yet by God's grace, the people were converted. (for a generation and more, Assyria's evil march ended.) But we are told, Nineveh's conversion "displeased Jonah exceedingly, and he was very angry" (Jon. 4:1).
Nineveh was hot country. Jonah's shade was a gourd vine, under which he rested. God, however, killed the gourd vine, and so Jonah pouted and complained to God angrily. God then rebuked Jonah for feeling sorry over the death of a gourd vine but at the same time having no pity for Nineveh whose inhabitants numbered 120,000 children alone.
In other words, Jonah had a warped perspective: his comfort was more important than God's work and the lives of untold numbers of men, women, and children. In this respect, too many of us are like Jonah, too much absorbed with our own feelings to think of God and others. God was very patient with Jonah. Pray that He be patient with us.
By R.J. Rushdoony Excerpt taken from A Word in Season Vol. 3
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