Con los años, he visto repetidas veces, y he comentado muy a menudo sobre el mal de la autocompasión. La autocompasión es el cáncer espiritual más mortal que un hombre puede infligir a sí mismo. Con la autocompasión, nos aislamos del mundo y el gozo, damos un sentido egocéntrico a todos los eventos, y vemos la vida, no como un don y una gracia de Dios (1 Pedro 3:7), sino como una conspiración contra nosotros. Entonces vemos la vida y la política, no como una responsabilidad, sino como una vasta conspiración. Que los hombres conspiran es cierto, y el Salmo 2 nos dice que la conspiración básica de la historia está en contra de Dios y Su ley. También se nos dice por toda la Escritura que la fidelidad al Señor nos hace victoriosos en la historia contra todos los enemigos y los poderes (Deuteronomio 28).
Los hombres, sin embargo, lo encuentran más fácil culpar a otros que asumir la responsabilidad. Por lo tanto la absorción radical de muchos en la documentación de todos los males perpetrados por un grupo u otro. Dicha documentación no cambia nada. Los hombres no son salvos por conocer a sus enemigos, sino por conocer y ser fuertes en el Señor. Podemos ver mejor dónde nuestros enemigos están, y quienes son, cuando estamos más en Cristo.
Una gran parte de nuestro fanatismo proviene de una concentración en los males que hemos sufrido más que en el mal que causamos a otras personas. No se trata de mentir, sólo el énfasis en un aspecto de nuestras vidas. para ilustrar y limitar las ilustraciones a la experiencia estadounidense, desde que era joven, he tenido amigos judíos que me dicen de las persecuciones amargas que sufrieron: siendo llamados "asesinos de Cristo,"... y más, siendo objeto de discriminación en diversas formas, y demás. Todo esto es totalmente cierto.
...¿Necesito decir más? No hay un grupo de la sociedad que no haya sufrido algunos ultrajes y también causado ultrajes a otros. ¿Puedes convencer a un grupo de sus pecados? Les encanta especializarse en los pecados de otros.
Esto es cierto en el matrimonio. "¡Los hombres!" Oí a una mujer bufar indignada una vez: "Yo podría decirte mucho acerca de ellos, ¡los ____!" Estoy seguro de que ella podría, y estoy seguro de que los hombres podrían haberme dicho mucho acerca de ella. En el matrimonio, los hombres y las mujeres a menudo tienen la mala costumbre de concentrarse en los pecados y las deficiencias de su cónyuge, no en sus propios, y sentir una gran cantidad de autocompasión.
... Cuando los hombres hacen lo que es recto ante sus propios ojos, cuando niegan a Cristo nuestro Rey y Su palabra ley, entonces su palabra y su grupo se convierten en la fuente de determinación para ellos. Los hombres luego actuan humanísticamente y están determinados por su grupo, no el Señor. Nuestra lealtad de gobierno debe ser a Jesucristo y Su reino, no a nuestras iglesias católicas o protestantes.
... La declaración fundamental de la ley de Dios es esta: "No tendrás otros dioses delante de mí" (Éxodo 20:3). Debemos recordar que incluso las cosas muy buenas se pueden convertir en ídolos y dioses falsos. Para muchos la iglesia es un ídolo, o su familia, sus hijos, su raza, nacionalidad o grupo. Sin embargo, estas cosas por buenas que sean, pueden llegar a ser, y a menudo son ídolos cuando les damos prioridad sobre el amor de Dios, y en ese amor de Dios, nuestro amor al prójimo. Un bien limitado, si se les da un lugar demasiado alto en nuestras vidas, puede ser la destrucción o más que un mal público y evidente. Recuerda, que esta perspectiva llevó a los hombres a crucificar a Cristo.
Por R. J. Rushdoony
______________________________________________________________
LOYALTIES
Over the years, I have repeatedly seen, and commented very often about, the evil of self-pity. Self-pity is the most deadly spiritual cancer a man can inflict upon himself. With self-pity, we wall ourselves off from the world and joy; we give a self-centered meaning to all events, and we see life, not as a gift and grace from God (I Peter 3:7), but as a conspiracy against us. We then view life and politics, not as a responsibility, but as a vast plot. That men conspire is true, and Psalm 2 tells us that the basic conspiracy of history is against God and His law. We are also told by all of Scripture that faithfulness to the Lord makes us victorious in history against all enemies and powers (Deut. 28).
Men, however, find it easier to blame others than to assume responsibility. Hence the radical absorption of many in documenting all the evils perpetrated by one group or another. Such documentation changes nothing. Men are not saved by knowing their enemies but by knowing and being strong in the Lord. We can best see where our enemies are, and who they are most in Christ.
A great deal of our bigotry comes from a concentration on the wrongs we have suffered rather than on the wrongs we inflict on other people. No lying is involved, only an emphasis on one aspect of our lives. To illustrate, and to limit the illustrations to the American experience, ever since I was young, I have had Jewish friends tell me of the bitter persecutions they endured: being called "Christ-killers,"... and more, being discriminated against in various ways, and so on. All of this is clearly true.
This holds true in marriage. "Men!" I heard a woman snort indignantly once, "I could tell you a lot about them, the ____!" I am sure she could have, and I am sure that men could have told me a lot about her. In marriage, men and women too often have the bad habit of concentrating on their spouse's sins and shortcomings , not their own, and feeling a great deal of self-pity.
...When men do that which is right in their own eyes, when they deny Christ our King and His law-word, then their word and their group becomes the source of determination for them. Men then act humanistically and are determined by their group, not the Lord. Our governing allegiance must be to Jesus Christ and His reign, not to our Catholic or Protestant churches.
...The fundamental declaration of God's law is this: "Thou shall not have other gods before me" (Ex. 20:3). We must remember that even very good things can be turned into idols and false gods. For many their church is an idol, or their family, their children, their race, nationality, or group. However, good these things may be, they can become and often are idols when we give them priority over the love of God, and in that love of God, our love of our neighbor. A limited good, if given too high a place in our lives, can be as destruction or more than an open and obvious evil. Remember, such a perspective led men into crucifying Christ.
By R. J. Rushdoony
Thursday, December 29, 2011
Tuesday, December 13, 2011
Maneras de Matar una Conversación (English)
1. Monopolizar la conversación (Santiago 1:19;. Prov. 10:19; 13:2-3; 17:27-28). Algunas maneras de corregir o evitar esto:
a. Practica el permitir que otros hablen por largos períodos de tiempo, si tú eres propenso a monopolizar.
b. Muestra interés profundo en lo que otros dicen.
i. Mira directamente a la persona que está hablando.
ii. Inclínate hacia la persona físicamente (a veces).
iii. Haz preguntas principales y seguimiento si es necesario.
c. Menciona temas de conversación que se relacionan con el interés de otros.
2. Falta de atención, tales como bostezos, ojos errantes, siempre preguntando "¿Qué?" etc. (Job 33:1)
3. Interrumpir a los demás constantemente (Proverbios 18:13; Job 29:9).
a. Aprende a escuchar con atención.
b. Pon tu ego en su lugar.
c. Practica la paciencia con aquellos que no pueden "manifestarse" rápidamente.
d. Asume que la otra persona quiere hablar y que es importante escuchar la historia completa.
4. Hablar en voz alta o dominante o abrasiva (Prov. 27:14)
5. Criticar a los demás en público o para hacerles saber cuán equivocados están (Mateo 18:15;. Prov. 12:18).
a. Sólo corregirlos delante de otros en una emergencia.
b. Corrije el error en lugar de la persona.
6. Usar el sarcasmo y burlarse de los creyentes o de sus ideas (Prov. 3:34, 9:12, 22:10, 29:8;. Jer 15:17)
a. Sustituye con otras formas de humor.
b. Un cambio de actitud y corazón aprendiendo el hábito de alabar sinceramente a aquellos que no te gustan, por sus puntos buenos.
c. Enfocar en los aspectos positivos de los demás.
7. Hablar en tono condescendiente a la gente (Salmo 18:27; 101:5;. Prov. 16:18).
a. No hagas comparaciones.
b. Estate dispuesto a decir "no sé".
c. Habla "con" la persona en vez de "a" él.
8. Participar en el chisme o la falta de poner fin a los chismes en el grupo (Proverbios 20:19; 26:20; 1 Tim. 5:13).
a. Si tú has chismeado, di al grupo que era chisme y modela a ellos la santidad arrepintiéndote y diciendo que no quieres jamás hacer eso otra vez.
b. Si otros insisten en el chisme, llámalo lo que es. Puede parecer grosero confrontar a tal persona (y puede sonar como el matador de conversación # 4), sin embargo, si el chisme es permitido, va a destruir la capacidad del grupo de ministrar de manera significativa. Debe ser cortada de raíz. La regla de oro es: "Si el grupo no es parte de la solución, no debe ser parte de la discusión."
9. Siendo negativo sobre todo lo que se habla (el clima es pésimo, el gobierno es pésimo, el servicio de correos es pésimo, etc.) (Proverbios 15:13; 16:27; 17:22).
10. Siempre hablando de ti mismo (Proverbios 27:2;. Filipenses 2:4).
a. Olvídate de ti mismo. Ministra a otros.
b. Piensa que los demás son más importantes que tú.
Por Phillip G. Kayser
_____________________________________________________________
Ways to Kill a Conversation
1. Monopolizing the conversation (James 1:19; Prov. 10:19; 13:2-3; 17:27-28). Some ways to correct or avoid this:
a. Practice letting others talk for long periods if you are prone to monopolize.
b. Show deep interest in what others are saying.
i. Look directly at the person who is speaking.
ii. Lean toward the person physically (sometimes).
iii. Ask leading questions and follow-up if necessary.
c. Bring up topics of conversation that relate to the interest of others.
2. Inattentiveness such as yawning, wandering eyes, always asking "Huh?" etc. (Job 33:1)
3. Interrupting others constantly (Prov. 18:13; Job 29:9).
a. Learn to listen intently.
b. Put your ego in place.
c. Practice patience with those who can't "spit it out" quickly.
d. Assume that the other person wants to talk and that it is important to hear the whole story.
4. Talking in a loud or domineering or abrasive voice (Prov. 27:14)
5. Criticizing others in public or letting them know how wrong they are (Matt. 18:15; Prov. 12:18).
a. Only correct them before others in an emergency.
b. Correct the mistake rather than the person.
6. Using sarcasm and ridicule of fellow believers or their ideas (Prov. 3:34; 9:12; 22:10; 29:8; Jer. 15:17)
a. Substitute with other forms of humor.
b. A change of attitude and heart by learning the habit of genuinely praising those you don't like for their good points.
c. Focus on the good points of others.
7. Talking down to people (Psalm 18:27; 101:5; Prov. 16:18).
a. Don't make comparisons.
b. Be willing to say "I don't know."
c. Talk "with" the person instead of "to" him.
8. Participating in gossip or failing to put a stop to gossip in the group (Prov. 20:19; 26:20; 1 Tim. 5:13).
a. If you have gossiped, tell the group that it was gossip and model to them godliness by repenting and saying you don't want to ever do that again.
b. If others insist on gossip, call it what it is. It may seem rude to confront such a person (and it may sound like conversation killer #4), however, if gossip is allowed, it will destroy the ability of the group to meaningfully minister. It must be nipped in the bud. The rule of thumb is "If the group is not part of the solution, it should not be part of the discussion."
9. Being negative about everything being talked about (the weather is lousy, the government is lousy, the mail service is lousy, etc.) (Prov. 15:13; 16:27; 17:22).
10. Constantly talking about yourself (Prov. 27:2; Phil. 2:4).
a. Forget about yourself. Minister to others.
b. Think that others are more important than you are.
By Phillip G. Kayser
Wednesday, December 7, 2011
LA HERENCIA Y LA POSESION (English)
La paternidad de Dios no es una cuestión de imagen o tipología, pero es un hecho legal. Por la adopción de la gracia, hemos sido hechos "linaje de Abraham, y herederos según la promesa" (Gálatas 3:29). Las promesas hechas a la simiente de Abraham son para aquellos que son fieles a la alianza con Abraham, es decir, aquellos que son, por la fe, hijos de Abraham. Aquellos que cumplen con este requisito "espiritual" se les promete de gran alcance las bendiciones materiales (Génesis 17:1-9). Si somos hijos de Dios por la fe, somos "entonces un heredero de Dios por medio de Cristo" (Gálatas 4:7). Nosotros somos "herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados" (Rom. 8:17). La obra de Cristo nos hace sus coherederos; nuestra disposición de estar del lado de él y sufrir por amor de su nombre nos marca como los verdaderos herederos. La herencia es real, porque la obra de Cristo es real, y nuestra participación en él es real. Cada aspecto de la ecuación es real: espiritualizar una parte es erosionar todo.
Porque la paternidad de Dios es un hecho legal, nuestra heredad es un hecho legal, y tenemos en virtud de ello, haber sido llamados a servir a Dios y reclamar nuestra herencia perdida. La plenitud de la herencia está en la nueva creación, pero no se puede aplazar enteramente al final de los tiempos. Proverbios 13:22 dice, "El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo." Scott comenta, "Esto parece significar que sólo el justo puede dejar una herencia, y ellos también heredan de los impíos." Cuando los justos están plena y claramente en toda la palabra de Dios, son de hecho los herederos de todas las cosas, pero ellos no pueden negar la ley de Dios y ser herederos bajo esa ley. Se nos ha mandado a buscar "primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33). Dar prioridad a ganar riqueza invita juicio: "Los bienes que se adquieren de prisa al principio, no serán al final bendecidos" (Prov. 20:21).
La herencia de los creyentes es una total: El Reino de Dios (Mateo 25:34; 1 Cor. 6:9, 10; 15:50; Gálatas 5:21; Efesios 5:5; Santiago 2:2) . Ellos heredarán la tierra (Salmo 37:29;. Mateo 5:5). Ellos son herederos de la salvación (Hebreos 1:14), o una bendición (1 Pedro 3:9), de la gloria (Rom. 8:17-18), y de la incorruptibilidad (1 Cor. 15:50).
Por R. J. Rushdoony
______________________________________________________________
INHERITANCE AND POSSESSION
God's fatherhood is not a matter of imagery or typology but is a legal fact. By the adoption of grace, we have been made "Abraham's seed, and heirs according to the promise" (Gal. 3:29). The promises to Abraham's seed are for those who are faithful to the covenant with Abraham, i.e., those who are by faith sons of Abraham. Those who meet this "spiritual" requirement are promised far-reaching material blessings (Gen. 17:1-9). If we are sons of God by faith, we are "then an heir of God through Christ" (Gal. 4:7). We are "heirs of God, and joint-heirs with Christ; if so be that we suffer with him, that we may be also glorified together" (Rom. 8:17). The work of Christ makes us His joint-heirs; our readiness to stand with Him and to suffer for His name's sake marks us as true heirs. The inheritance is real because Christ's work is real, and our membership in Him is real. Every aspect of the equation is real: to spiritualize away a part is to erode all.
Because God's fatherhood is a legal fact, our heirship is a legal fact, and we have by virtue of it been called to serve God and to reclaim our lost inheritance. The fulness of the inheritance is in the new creation, but it cannot be deferred entirely to the end of time. Proverbs 13:22 declares, " a good man leaveth an inheritance to his children's children: and the wealth of the sinner is laid up for the just." Scott comments, "This seems to mean that only the just can leave an inheritance, and they also inherit from the wicked." When the just stand fully and clearly on the whole word of God, they are indeed heirs of all things, but they cannot deny the law of God and be heirs under that law. We are commanded to seek "first the Kindom of God and His righteousness; and all these things shall be added to you" (Matt. 6:33). To place priority on gaining wealth invites judgment: "An inheritance (or, estate) may be gotten hastily at the beginning; but the end thereof shall be blessed" (Prov. 20:21).
The inheritance of believers is a total one: The Kingdom of God (Matt. 25:34; I Cor. 6:9, 10; 15:50; Gal. 5:21; Eph. 5:5; James 2:2). They inherit the earth (Ps. 37:29; Matt. 5:5). They are heirs of salvation (Heb. 1:14), or a blessing (I Peter 3:9), of glory (Rom. 8:17-18), and of incorruption (I Cor. 15:50).
By R. J. Rushdoony
Friday, December 2, 2011
ORACION DE ARREPENTIMIENTO (English)
Amoroso Padre celestial, vengo de nuevo a adorarte en la maravilla de lo que eres.
Confieso mis pecados ante ti, querido Padre celestial. Lávame limpio en la preciosa sangre de mi Salvador de todo lo que te ofende. Reconozco dentro de mi persona una naturaleza carnal que puede ser rebelde en tus ojos. Afirmo que en mi unión con Cristo en su muerte estoy muerto a la regla de la naturaleza carnal.
Deseo la nueva naturaleza que has puesto dentro de mí, para estar a cargo a través del poder de la resurrección de mi Salvador. Gracias por haber hecho esta nueva creación en justicia y santidad verdadera, así que te puedo amar profundamente y servirte completamente.
Que tu Espíritu Santo me permita manifestar ante tí y los demás el fruto de su control total.
Confieso que, como creyente, muestro mi condición de pobre, ciego y desnudo. Gracias que mi Señor Jesucristo me ha invitado a venir y comprar de él oro refinado en tus fuegos de disciplina. Quiero ese oro para mí y para tu iglesia. Unge nuestros ojos con el colirio que nos permita ver las cosas como nuestro Señor Jesús Cristo las ve.
Baso cada petición en el mérito de la obra terminada de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Por Mark I. Bubeck
______________________________________________________________
PRAYER OF REPENTANCE
Loving heavenly Father, I come again to worship You in the wonder of who You are.
I confess my sins to You, dear heavenly Father. Wash me clean in my Savior's precious blood from all that offends You. I recognize within my person a fleshly nature that can be rebellious in Your sight. I affirm that in my union with Christ in His death I am dead to the rule of the fleshly nature.
I desire the new nature You have placed within me to be in charge through the power of my Savior's resurrection. Thank You for having made this new creation in righteousness and true holiness, so I can love You deeply and serve You fully.
May Your Holy Spirit enable me to manifest before You and others the fruit of His full control.
I confess that, as a believer, I show my poor, blind, and naked condition. Thank You that my Lord Jesus Christ has invited me to come and buy from Him gold refined in His disciplining fires. I want that gold for myself and for Your church. Anoint our eyes with the eye salve that enables us to see things as our Lord Jesus Christ sees them.
I base every request on the merit of our Lord Jesus Christ's finished work. Amen.
By Mark I. Bubeck
Monday, November 28, 2011
LA COMUNIDAD Y EL ORDEN (English)
Una de las necesidades básicas de la comunidad es el orden. Lo básico para el orden es la paz, de este modo los hombres pueden planificar y sacar provecho de sus trabajos, viviendo en confianza con todos los hombres y sin miedo. Se nos habla del reinado pacífico de Salomón con estas palabras: "Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón" (2 Reyes 18:31; Isa.36: 16; Miqueas 4:4, etc) para ilustrar la paz del Reino de Dios: sentarse sin peligro bajo la vid e higuera de uno, tiene un doble significado: significa seguridad de los ataques de los enemigos, y seguridad en la cosecha de las frutas propias.
¿Cómo se puede lograr este orden pacífico? Uno de los mitos de la era moderna, ampliamente difundida por algunos antropólogos, es la idea de que las sociedades llamadas primitivas son pacíficas y tienen un fuerte sentido de comunidad. Muy por el contrario es el caso. En primer lugar, la presión básica en las sociedades no es un sentido de comunidad, sino un sentimiento de envidia. Tan intensa es esta envidia que los hombres no se atreven a avanzar sobre otros miembros de la tribu, ya que hacerlo significa para todos que su prosperidad es a costa del bienestar de alguien. La envidia impide cualquier coherencía en la sociedad, y destruye el progreso haciendo el éxito personal un delito. Como Schoeck observa, "el hombre envidioso es, por definición, la negación de la base de cualquier sociedad. Personas incurablemente envidiosas pueden, durante un cierto tiempo, inspirar y guiar a los movimientos milenaristas, revolucionarios, pero ellas nunca pueden establecer una sociedad estable, excepto comprometiendo sus 'ideales' de igualdad." La envidia en el mundo moderno se hace pasar por la virtud misma y se encubre con las demandas por la igualdad, pero el clamor por la igualdad no es más que una sofisticación del pecado de la envidia. La envidia es claramente prohibida en la Escritura (Sal. 37:1; Prov. 3:31; 24:1,19; Rom 13:17; I Pedro 2:1).
Segundo, básicas para la orden falsa de sociedades "primitivas" es la magia y la brujería, que se utilizan para atacar a las personas que no se van a bajar al nivel de los envidiosos. La magia y la brujería son por lo tanto las fuerzas socialmente destructivas cuya función es atacar a la comunidad y para interrumpirla. Las sectas de brujas medievales estaban activas en la destrucción y estaban destinadas a la subversión del orden cristiano. Porque la Escritura reconoce las consecuencias mortales de la brujería, golpea en ella bruscamente, como una fuerza asesina (Ex. 22:18; Lev 19:26, 31;. 20:6, 27;. Deut 18:10; Miqueas 5:12; Mal 3:5;. Gal 5:20;. Apocalipsis 21:8; 22:15). La brujería asesina tanto a los individuos y culturas, y es una fuerza mortal y anti-social. Las llamadas sociedades "primitivas" son más bien sociedades degeneradas en las que la envidia y la brujería han triunfado. El triunfo de estos males en cualquier cultura marcará su declive en la barbarie ...
Por R.J. Rushdoony.
_______________________________________________________________
COMMUNITY AND ORDER
One of the basic necessities of community is order. Basic to order is peace, so that men can plan and profit from their labors, living in trust with all men and without fear. We are told about Salomon's peaceful reign in these words: "And Judah and Israel dwelt safely, every man under his vine and under his fig tree, from Dan even to Beer-sheba, all the days of Solomon" (II Kings 18:31; Isa.36:16; Micah 4:4,etc) to illustrate the peace of the Kingdom of God: to sit safely under one's vine and fig tree has a double meaning: it means safety from attack by enemies, and safety in harvesting one's own fruits.
How does one attain this peaceful order? One of the myths of the modern era, widely spread by some anthropologists, is the idea that the so-called primitive societies are peaceful and have a strong sense of community. Quite the reverse is the case. First of all, the basic pressure in such societies is not a sense of community but a sense of envy. So intense is this envy that men dare not advance over other members of the tribe, for to do so means to all that their prosperity is at the cost of someone's welfare. Envy prevents any cohesiveness in society, and it destroys progress by making personal success a criminal offense. As Schoeck observes, "the envious man is, by definition, the negation of the basis of any society. Incurably envious people may, for a certain time, inspire and lead chiliastic, revolutionary movements, but they can never establish a stable society except by compromising their 'ideals' of equality." Envy in the modern world masquerades as virtue and cloaks itself with demands for equality, but the cry for equality is simply a sophistication of the sin of envy. Envy is clearly forbidden in Scripture (Ps. 37:1; Prov. 3:31; 24:1,19: Rom. 13:17; I Peter 2:1).
Second, basic to the false order of "primitive" societies is magic and witchcraft, which are used to strike at people who will not lower themselves to the level of the envious. Magic and witchcraft are thus socially destructive forces whose function it is to strike at the community and to disrupt it. The medieval cults of witches were active in destruction and were aimed at the overthrow of Christian order. Because Scripture recognizes the deadly consequences of witchcraft, it strikes at it sharply as a murderous force (Ex. 22:18; Lev. 19:26, 31; 20:6, 27; Deut. 18:10; Micah 5:12; Mal. 3:5; Gal. 5:20; Rev. 21:8; 22:15). Witchcraft murders both individuals and cultures and is a deadly and anti-social force. The so-called "primitive" societies are rather degenerate societies in which envy and witchcraft have triumphed. The triumph of these evils in any culture will mark its decline into barbarism...
By R..J. Rushdoony.
Tuesday, November 15, 2011
El Perdón (English)
La siguiente es una historia real que muestra cómo el perdón puede sanar, no sólo a tu propio corazón, pero también a los demás.
Un hombre regresó a trabajar en un lugar donde había sido despedido unos meses antes. Él era un hombre cambiado en su calidad de trabajo, su actitud y sus relaciones que un compañero de trabajo le preguntó qué había sucedido. Él habló de la tragedia que lo había enviado en un espiral hacia abajo de desesperación y odio a sí mismo. Cuando estaba en la universidad, había sido parte de un comité de iniciación de Fraternidad. Él dijo esto: "Colocamos a los nuevos miembros en el medio de un largo tramo de una carretera. Yo iba a conducir mi carro a una velocidad tan grande como sea posible hacia ellos. El desafío para ellos era mantenerse firmes hasta que una señal fue dada para saltar fuera del camino. Era una noche oscura. Yo había alcanzado cien millas por hora y vi sus miradas de terror en los faros. Se dio la señal y todos saltaron claramente - excepto un muchacho.
Dejé la universidad después de eso. Más tarde me casé y tuve dos hijos. La mirada en el rostro de ese muchacho al pasar por encima de él, a un centenar de millas por hora, se quedó en mi mente todo el tiempo. Llegué a ser desesperadamente contradictorio, de mal humor, y finalmente llegué a ser un bebedor del problema. Mi esposa tuvo que trabajar para traer el único ingreso que teníamos. Yo estaba bebiendo en casa una mañana cuando llamaron a la puerta. Abrí para encontrarme a mí mismo frente a una mujer que parecía extrañamente familiar. Se sentó en la sala y me dijo que era la madre del chico que había matado años antes. Ella dijo que me había odiado y pasado noches agonizantes ensayando maneras de vengarse. Entonces yo escuchaba como ella me dijo del amor y el perdón que había llegado cuando ella le entregó su corazón a Cristo. Ella dijo: "He venido a hacerte saber que te perdono y quiero que me perdones." Mirándola a los ojos esa mañana y vi en lo profundo de sus ojos el permiso para ser la clase de hombre que podría haber sido si nunca había matado a ese muchacho. Ese perdón cambió mi vida entera."
Cuando ella experimentó la obra sobrenatural de Dios, sustituyendo la amargura con el perdón y el amor, ella no sólo se liberó a sí misma, ella liberó a este hombre.
El trabajo duro de conquistar la amargura vale la pena. Vale la pena en la libertad que te das, a tí mismo, y vale la pena en la libertad que tú puedes traer a otros. Te encarezco a renunciar a tu amargura y a experimentar las gracias refrescantes que Jesús murió para reemplazar.
Por Phillip G. Kayser
_______________________________________________________________
Forgiveness
The following is a true story that shows how forgiveness can bring healing not only to your own heart, but to others as well.
A man came back to work in a place where he had been fired several months previously. He was such a changed man in his work quality, his attitude and his relations that a fellow worker asked him what had happened. He told about the tragedy that had sent him into a downward spiral of despondency and self-hatred. When he was in College he had been part of a Fraternity initiation committee. He said this: "We placed the new members in the middle of a long stretch of a country road. I was to drive my car at as great a speed as possible straight at them. The challenge was for them to stand firm until a signal was given to jump out of the way. It was a dark night. I had reached one hundred miles an hour and saw their look of terror in the headlights. The signal was given and everyone jumped clear - except one boy.
I left college after that. I later married and had two children. The look on that boy's face as I passed over him at a hundred miles an hour stayed in my mind all the time. I became hopelessly inconsistent, moody, and finally became a problem drinker. My wife had to work to bring in the only income we had. I was drinking at home one morning when someone rang the doorbell. I opened to find myself facing a woman who seemed strangely familiar. She sat down in our living room and told me she was the mother of the boy I had killed years before. She said that she had heated me and spent agonizing nights rehearsing ways to get revenge. I then listened as she told me of the love and forgiveness that had come when she gave her heart to Christ. She said, "I have come to let you know that I forgive you and I want you to forgive me." I look into her eyes that morning and I saw deep in her eyes the permission to be the kind of man I might have been had i never killed that boy. That forgiveness changed my whole life."
When she experienced the supernatural work of God replacing bitterness with forgiveness and love she not only freed herself, she freed this man.
The hard work of conquering bitterness is worth it. It is worth it in the freedom you give yourself, and it is worth it in the freedom that you can bring to others. I change you to relinquish your bitterness and experience the refreshing graces that Jesus died to replace.
By Phillip G. Kayser
Tuesday, November 8, 2011
EL CRISTIANISMO AMATEUR (English)
Una vez estaba pasando por una cancha de tenis, pasaba de vez en cuando, y oí una discusión. Un joven se oponía a un seguimiento muy fiel de las reglas, lo que significaba que había perdido un partido. "¡Mira", protestó, "no tenemos que ser tan específicos! ¡No somos profesionales!" En otra ocasión, mientras caminaba, un joven hizo un juego especialmente malo, y sus amigos en los margénes se burlaban de él. El respondió, "¡Sólo estoy protegiendo a mi condición de amateur!"
Pensé en estos incidentes hoy, cuando recibí una carta larga de alguien que no está en nuestra lista de correo. Un amigo le había dado a leer uno o dos Reportes de Calcedonia, esperando que le interesara. El me estaba escribiendo para decirme por qué no podía estar interesado. Nosotros no éramos "relevantes". ¿Qué quiso decir con relevantes? Estábamos pidiendo demasiado de la gente. Él dijo que había visto uno de mis libros previamente, por lo que sabía de qué hablaba. Tú debes hablar, aconsejó, a la gente a su nivel y no esperar demasiado de ellos. Él era un buen cristiano como cualquier otro, mejor, para juzgar por su jactancia, y sabía que tal vez en el cielo todos serían totalmente fieles, pero, en esta vida, conseguir salvarlos, y conseguir un poco más de ellos, era suficiente . La obra cristiana relevante tiene que empezar donde la gente está y moverlos una pulgada o dos por delante. Después de todo, dijo, el progreso en la historia es por pulgadas.
¡Este hombre estaba tratando de proteger su estatus de amateur, como cristiano! Él estaba diciendo, en efecto, no esperes demasiado de mí, ni de nadie. No podemos ser competentes, profesionales, cristianos de tiempo completo, sólo "cristianos" amateurs a tiempo parcial (si tal es posible).
El problema con ese argumento es que Dios no se lo "cree". De principio a fin, la Biblia deja en claro que el Señor requiere una obediencia total, y que, por habernos dado la gracia del pacto y la ley, y culminó con el don del Espíritu, Él espera grandes cosas de nosotros. El Señor no llama a los cristianos amateur, sólo a los profesionales de tiempo completo. No hay nada más ridículo que la idea de muchos que "el servicio cristiano de tiempo completo" significa el campo misionero, un pastor, o algún llamamiento parecido. Todos somos, lo que somos o donde quiera que estemos, llamados a una vida cristiana y servicio a tiempo completo.
Tratando de proteger a nuestra condición de amateur, como cristianos, es como tratar de proteger a nuestra reprobación.
Lo mismo, muchos clérigos han tratado de hacer "el cristianismo amateur" en un estándar. Un líder de la generación anterior, y el fundador de un seminario, escribió: "Imponer una necesidad de entregar la vida a Dios como una condición adicional de la salvación es más irracional." Otro hombre ha ido aún más lejos al afirmar que, una vez que tú dices "Sí" a Jesús, Él está obligado eternamente por un contrato para salvarte: puedes "cometer todos los pecados en la Biblia, más todos los otros, ¡pero simplemente NO HAY MANERA que tú puedes ir al infierno! ...
El hombre está creado a la imagen de Dios, en conocimiento, justicia, santidad, y con dominio (Génesis 1:26; Col. 3:10;. Efesios 4:24). Nuestro nivel de relevancia no puede ser el hombre, como él mismo se hace, pero el hombre como Dios lo hizo. El hombre es "formidable y maravillosamente hecho" (Salmo 139:14). El fue creado para ser el hombre de Dios de Dominio sobre todo el mundo, y para gobernar de acuerdo a la ley de Dios. Disminuir la responsabilidad del hombre y el llamado. reducir la ley de Dios a unos pocos preceptos morales vagos, y establecer un estándar mínimo de fidelidad es malo. No podemos minimizar la ley de Dios y el llamado. Lo único que no puedemos ser, como cristianos, es amateur: es un llamamiento total.
Sin embargo, nada más claramente marca a la iglesia moderna que una reducción de la fe del acto sobrenatural de Dios en nosotros, a nuestra fe fácil y desobediencia casual. A principios del siglo pasado, un hombre famoso, en su lecho de muerte, comentó con facilidad, cuando se le pedió a arrepentirse de sus muchos pecados, "Dios me perdonará: Ese es Su asunto".
Los protestantes, rápidos en criticar la triste doctrina de las indulgencias medievales, han dado forma a su propia doctrina de indulgencias: Acepta a Cristo, y entonces tú estás seguro; si pecas, El va a tener que perdonarte. La creencia fácil ofrece grandes beneficios si tú crees la táctica, pero ofrece nada más que la reprobación.
El cristianismo amateur no es cristianismo, sino una versión moderna del fariseísmo. Pablo bien lo describe como "Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella: a éstos evita" (2 Tim 3:5.). El camino al infierno está llena de cristianos amateurs.
¡Coge tu Biblia, y echa un buen, estudiado vistazo, a las señales de carretera!
Por R. J. Rushdoony
______________________________________________________________
AMATEUR CHRISTIANITY
I was once going by a tennis court I passed from time to time, and I overheard an argument. One young man was objecting to a too faithful following of the rules, which meant that he had lost a game. "Look," he protested, "we don't have to be that particular! We are not pros!" On another occasion as I walked by, one young man made an especially bad play, and his friends on the sidelines teased him. He called back, "I'm just protecting my amateur status!"
I thought of these incidents today when I received a long letter from someone who is not on our mailing list. A friend had given him one or two Chalcedon Reports to read, hoping to interest him. He was writing to me to tell me why he could not be interested. We were not "relevant." What did he mean by relevant? We were asking too much of people. He said he had seen one of my books previously, so he know whereof he spoke. You must talk, he advised, to people on their level and not expect too much of them. He was a good Christian as any,better, to judge by his bragging, and he knew that maybe in heaven everybody would be totally faithful, but, in this life, getting them saved, and getting a trifle more out of them, was enough. Relevant Christian work has to begin where people are and move them an inch or two ahead. After all, he said, progress in history is by inches.
This man was trying to protect his amateur status as a Christian! He was saying, in effect, don't expect too much out of me, or anyone else. We can't be proficient, professional, full-time Christians, only amateur part-time "Christians," (if such is possible).
The problem with that argument is that God does not "buy" it. From beginning to end, the Bible makes clear that the }Lord requires a total obedience, and that, having given us His covenant grace and law, and climaxed it with the gifts of the Spirit, He expects great things from us. The Lord does not call amateur Christians, only full-time professional ones. Nothing is more ridiculous than the idea of many that "full-time Christian service" means the mission field, a pastorate, or some like calling. We are all, whatever we are or wherever we are, called a full-time Christian life and service.
Trying to protect our amateur status as Christians is like trying to protect our reprobation.
All the same, many churchmen have tried to make "amateur Christianity" into a standard. One leader of a generation ago, and the founder of a seminary, wrote: "To impose a need to surrender the life to God as an added condition of salvation is most unreasonable." Another man has gone even further, stating that, once you say "Yes" to Jesus, He is bound eternally by a contract to save you: you can "commit every sin in the Bible, plus all the others, but there is just NO WAY you can go to Hell!...
Man is created in the image of God, in knowledge, righteousness, holiness, and with dominion (Gen. 1:26; Col. 3:10; Eph. 4:24). Our standard of relevancy cannot be man as he makes himself; but man as god made him. Man is "fearfully and wonderfully made" (Ps. 139:14). He was created to be God's Dominion Man over all the world, and to rule it according to God's law. To diminish man's responsibility and calling. to reduce God's law to a few vague moral precepts, and to set a minimum standard of faithfulness is evil. We cannot minimize God's law and calling. The one thing we cannot be as Christians is amateurs: it is a total calling.
However, nothing more clearly marks the modern church than a reduction of faith from god's supernatural act in us to our easy believism and casual disobedience. Early in the last century, one famous man, on his death-bed, remarked easily, when asked to repent for his many sins, "God will forgive me: That's His business."
Protestants, quick to criticize the sorry medieval doctrine of indulgences, have fashioned their own doctrine of indulgences: Accept Christ, and then you are safe; if you sin, He'll have to forgive you. Easy believism offers great benefits if you buy the policy, but it delivers nothing but reprobation.
Amateur Christianity is not Christianity but a modern version of Phariseeism. Paul well describes it as "Having a form of godliness, but denying the power thereof: from such turn away" (II Tim. 3:5). The road to Hell is lined with amateur Christians.
Pick up your Bible, and take a good, studied look at the road signs!
By R. J. Rushdoony
Tuesday, November 1, 2011
Las Afirmaciones de la Biblia (English)
La Biblia misma dice ser un libro de texto. "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16,17). Nota que la Biblia afirma ser suficiente: Por el estudio de toda la Escritura, el hombre de Dios puede ser enteramente equipado para toda buena obra. El no está, en parte equipado para toda buena obra y en necesidad de otros libros de texto, ni está enteramente equipado para algún trabajo. La Escritura es completamente suficiente para equipar a uno para toda buena obra, incluyendo el buen trabajo de la política, la economía, la biología y la filosofía.
Por otra parte, la Escritura afirma que es necesaria, porque en Cristo están escondidos "todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento." Observa el "todo". La Escritura no pretende ser un libro que debe ser complementado por otros libros: Todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento pertenecen a Cristo, y Cristo ha revelado algunos de ellos a nosotros en la Escritura para nuestra edificación, para nuestra educación. Entre los cuatro elementos de las listas de Pablo en 2 Timoteo 3:16,17 _ enseñar, reprender, corregir e instruir _ la enseñanza aparece primero. Las Escrituras son principalmente un libro de texto. A través de la enseñanza de las Escrituras a sus estudiantes, un profesor puede reprenderlos por errores de pensamiento y conducta, corregir las creencias erróneas y falsas, y capacitarlos en toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17 son sólo dos de los más de cien versos en la Biblia que nos manda a enseñar la Biblia el uno al otro, a nuestros hijos y a nosotros mismos. En Levítico 10:11 el Señor instruye a Aarón para "enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés." Y, por supuesto, existe Mateo 28:20; "... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. "
La Biblia definitivamente se considera a sí misma como un libro de texto. ¿Tenemos algún derecho a hacer lo contrario? ¿No deberíamos prestar atención a esta advertencia que Pablo da a Timoteo casi inmediatamente después que él ha declarado la autoridad de la Escritura? "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros [y libros de texto] conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oido y se volverán a las fábulas"(2 Timoteo 4:3-4).
Por John W. Robbins
______________________________________________________________
The Bible's Claims
The Bible itself claims to be a textbook. "All Scripture is God-breathed and is useful for teaching, rebuking, correcting and training in righteousness, so that the man of God may be thoroughly equipped for every good work" (2 Timothy 3:16,17). Notice that the Bible claims to be sufficient: By the study of all Scripture, the man of God may be thoroughly equipped for every good work. He is not partly equipped for every good work and in need of other textbooks, nor is he thoroughly equipped for some good work. The Scripture is sufficient thoroughly to equip one for every good work, including the good work of politics, economics, biology, and philosophy.
Moreover, the Scripture claims to be necessary, for in Christ are hidden "all the treasures of wisdom and knowledge." Notice the "all". Scripture does not claim to be a book that needs to be supplemented by other books: All the treasures of wisdom and knowledge belong to Christ, and Christ has reveled some of them to us in the Scripture for our edification, for our education. Among the four items Paul lists in 2Timothy 3:16,17_teaching, rebuking, correcting, and training_teaching appears first. The Scriptures are primarily a textbook. Through teaching the Scriptures to his students, a teacher can rebuke them for errors in thinking and behaving, correct erroneous and false beliefs, and train them in every good work.
2Timothy 3:16,17 are only two of the hundred-plus verses in the bible that command us to teach the Bible to each other, to our children, and to ourselves. In Leviticus 10:11 the Lord instructs Aaron to "teach the Israelites all the decrees the Lord has given them through Moses." And of course, there is Matthew 28:20; ... teaching them to obey everything I have commanded you."
The Bible most definitely regards itself as a textbook. Have we any right to do otherwise? Should we not heed this warning that Paul gives Timothy almost immediately after he has declared the authority of all Scripture? "for the time will come when men will not put up with sound doctrine. Instead, to suit their own desires, they will gather around them a great number of teachers [and textbooks] to say what their itching ears want to hear. They will turn their ears away from the truth and turn aside to myths" (2Timothy 4:3,4).
By John W. Robbins
Thursday, October 27, 2011
El Retorno a la Magia (English)
Hace algunos años, en la década de 1920, un escritor y editor liberal, no cristiano, Kenneth Burke, predijo que el mundo moderno vería un retorno a una creencia en la magia y el ocultismo. El no dió la bienvenida a esto: era simplemente establecer lo que él creía que era inevitable.
Su razonamiento fue la claridad misma. El hombre moderno ha rechazado a Dios y lo sobrenatural. De este modo, no se ha librado de su hambre por los milagros, por la gracia, y por el poder super-humano trabajando en la sociedad. Este hambre, Burke razonada, creará un apetito y dará lugar a un renacimiento de, el ocultismo y la magia. Los hombres buscarán la gracia y el poder desde abajo.
Ampliemos esta forma de pensar más allá. Los hombres han rechazado, en el siglo 20, a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu. Después de haber negado el poder sobrenatural y la autoridad, ellos buscan sustituir esta misma necesidad por las humanistas. El líder político de nuestros días tiene más éxito el que invoca una imagen paterna y tiene cualidades "carismáticas". El resultado es una tendencia del siglo 20 a la dictadura, la política autoritaria, y el reglamento de los hombres en lugar de las leyes. Los hombres han transferido su devoción religiosa de Dios a sus líderes políticos, y los candidatos a un cargo han establecido una política salvacionista. Un pueblo ateo o humanista convierte a sus líderes políticos en líderes religiosos, y pone esperanzas en el proceso político que la política nunca puede realizar. El resultado es una gran desilusión y cinismo. El fracaso de la política moderna es inevitable: no puede dar lo que el pueblo exige de ella. Cuanto más trata de ser lo que la gente trata de hacer que sea, mayor será su fracaso y la desilusión resultante y la amargura.
La misma expectativa falsa, la desilusión y la hostilidad pueden ser encontradas en otras áreas, especialmente la medicina. La esposa de un médico, cansada de escuchar hablar a las pacientes mujeres sobre su marido con una fe demasiada alta pocamente realista, dijo que a veces se sentía tentada de responder: Creo que mi esposo es un médico muy bueno y un buen hombre, ¡pero yo sé que él no es Dios! Exactamente. Ninguna edad es incrédula, pueda ser impía, pero sus creencias no son menos intensas, son más bien falsamente dirigidas. Es esta dirección falsa que predispone a la gente al curanderismo: ellos esperan y exigen de todos, hijos, maridos, esposas, médicos, políticos, religiosos y científicos, más de lo que honestamente pueden ofrecer. Quieren milagros humanistas.
No nos debe sorprender que la prensa y el público en general hablan de los medicamentos posteriores a la Segunda Guerra Mundial como las drogas de "maravilla". El significado original y fundamental de "maravilla" son (1) un prodigio, y (2) algo sobrenatural. Ambos significados subyacen el uso popular de la palabra tal como es aplicada a las drogas, y ponen de relieve las expectativas falsamente religiosas con la que la gente se acerca a la ayuda médica. Similarmente, el "hombre biónico" no es sólo una persona de la televisión, sino una creencia popular. Pocos se detienen a pensar que las adiciones biónicas son inferiores: no pueden sustituir a una buena salud y buenas prácticas de salud. Los lentes, después de todo, son una adición "biónica" y ¡definitivamente inferior a la buena vista! Entonces también la medicina es, como los anteojos, a veces una necesidad, pero nunca es una "maravilla", su verdadero alcance es limitado aunque importante.
Las raíces del curanderismo están en la religión falsa, y en una fe humanista en el hombre, y los productos del hombre.
Por R. J. Rushdoony
_____________________________________________________________
The Return to Magic
Some years ago, in the 1920s, a liberal, non-Christian writer and editor, Kenneth Burke, predicted that the modern world will see a return to a believe in magic and occultism. He did not welcome this: he was simply setting down what he believed was inevitable.
His reasoning was clarity itself. Modern man has rejected god and the supernatural. In doing so, he has not rid himself of his hunger for miracles, for grace, and for super-human power at work in society. this hunger, Burke reasoned, will create an appetite for and lead to a revival of, occultism and magic. Men will seek grace and power from below.
Let us extend this thinking further. Men have rejected, in the 20th century, God, the Father, the Son, and the Spirit. Having denied supernatural power and authority, they seek to replace this same need by humanistic ones. The political leader in our day succeeds most who invokes a father image and has "charismatic" qualities. The result is a 20th century proneness to dictatorship, authoritarian politics, and the rule of men rather than laws. Men have transferred their religious devotion from God to their political leaders, and candidates for office set forth a salvationist politics. An atheistic or humanistic populace turns its political leaders into religious leaders, and it pins hopes on the political process which politics can never realize. The result is widespread disillusionment and cynicism. The failure of modern politics is inevitable: it can never deliver what the people demand of it. The more it tries to be what the people try to make it to be, the greater its failure and the resulting disillusionment and bitterness.
The same false expectation, disillusionment, and hostility can be found in other areas, notably medicine. One doctor's wife, weary of listening to women patient's talk about her husband with unrealistically high faith, said that at times she was tempted to answer: I think my husband is a very good doctor and a fine man, but I happen to know that he is not God! Exactly. No age is unbelieving; it may be ungodly, but its beliefs are no less intense; they are rather falsely directed. It is the false direction which predisposes people to quackery: they expect and demand from everyone, children, husbands, wives, doctors, politicians, clergymen, and scientists, more than they can honestly deliver. They want humanistic miracles.
It should not surprise us that the press and the public speak of the post-World War II medicines as "wonder" drugs. The original and basic meanings of "wonder" are (1) a prodigy, and (2) something supernatural. Both meanings underlie the popular usage of the word as applied to drugs, and they underscore the falsely religious expectation with which people approach medical aid. Similarly, "bionic man" is not only a television person but a popular belief. Few stop to think that bionic additions are inferior: they cannot replace good health and sound health practices. Eye-glasses, after all, are a "bionic" addition and definitely inferior to good eyes! So too medicine is, like eye-glasses, at times a need, but it is never a "wonder"; its true scope is limited though important.
The roots of quackery are in false religion, and in a humanistic faith in man, and man's products.
By R. J. Rushdoony
Subscribe to:
Posts (Atom)