Tuesday, February 14, 2012

El Amor Incondicional (English)


  ¿Quieres subvertir un orden social y sonar noble y estupendo haciéndolo? Es fácil: demanda el amor y el perdón para todo el mundo y todo. Con "el amor y el perdón" sobre una base total puedes destruir todas las leyes, vaciar las cárceles, esposar la justicia, y hacer que el mal triunfe.
    
El amor incondicional es un concepto más revolucionario que cualquier otra doctrina de revolución. El amor incondicional significa el fin de toda discriminación entre el bien y el mal, lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, amigo y enemigo, y todo lo demás. Cada vez que alguien te pide a amar incondicionalmente, te están pidiendo a rendirte incondicionalmente al enemigo.
  
El amor incondicional es contrario a la Biblia. El cargo del joven profeta Jehú, el hijo de Hanani, al rey Josafat fue contundente: "¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto." (2 Crónicas 19:2 ). El mandamiento es: "Los que amáis a Jehová, aborreced el mal" (Salmo 97:10), y el profeta Amós lo repitió: "Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio (es decir, en el concejo de la ciudad )" (Amós 5:15). David, pues, pudo decir de sí mismo, al hablar de su obediencia, "¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos."(Salmo 139:21,22).
   
Se nos dice que amemos a nuestros enemigos, es decir, los que nos ofenden personalmente en asuntos no religiosos y no morales. Cuando la causa de la división es pequeña y personal, debemos elevarnos por encima de ella con una actitud de ley y justicia, debemos continuar extendiendo a todas esas personas la protección total de la ley, de la injusticia, malicia y falso testimonio. Pero los enemigos de la justicia de Dios y la ley de Dios, de la ley fundamental y el orden, no deben ser amados. Amarlos es aprobar su mal. La acusación del salmista es al punto: "Si veías al ladrón, tú corrías con él, y con los adúlteros era tu parte"(Salmo 50:18, versión de Berkeley) Lo que toleramos moralmente, también lo aprobamos o deleitamos. San Juan prohibió la hospitalidad a aquellos que estaban tratando de subvertir la fe: "Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que dice:¡Bienvenido! participa en sus malas obras" (2 Juan 10,11).

... Lo mismo es verdad de la idea del perdón incondicional. El perdón en la Biblia está siempre condicionado a un verdadero arrepentimiento. El perdón incondicional es simplemente la tolerancia total, incondicional y la aceptación del mal. Exige que aceptemos al criminal, al pervertido, al degenerado, al subversivo como son. Pero para hacer eso significa que nosotros debemos cambiar. Debemos renunciar a nuestras leyes, la fe, las normas religiosas, y todo el orden divino. Las demandas del amor incondicional y el perdón incondicional son las demandas por el cambio total de nuestra parte, la revolución total en la sociedad. Son en realidad demandas que cometamos suicidio con el fin de que el mal pueda vivir.

Por R.J. Rushdoony

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Unconditional Love


   Want to subvert a social order and sound noble and beautiful doing it? It's easy: demand love and forgiveness for everybody and everything. With "love and forgiveness" on a total basis you can destroy all laws, empty prisons, handcuff justice, and make evil triumphant.
    Unconditional love is a more revolutionary concept than any other doctrine of revolution. Unconditional love means the end of all discrimination between good and evil, right and wrong, better and worse, friend and enemy, and all things else. Whenever anyone asks you to love unconditionally, they are asking you to surrender unconditionally to the enemy.
   Unconditionally love is contrary to the Bible. The charge of the young prophet Jehu, the son of Hanani, to King Jehoshaphat was blunt: "Shouldest thou help the ungodly, and love them that hate the LORD? therefore is wrath upon thee from before the LORD" (II Chronicles 19:2). The commandment is, "Ye that love the LORD, hate evil" (Psalm 97:10), and the prophet Amos repeated it: "Hate the evil, and love the good, and establish judgment in the gate (i.e. in the city council)" (Amos 5:15). David could therefore say of himself, in speaking of his obedience, "Do not I hate them, O LORD, that hate thee? and am not I grieved with those that rise up against thee? I hate them with a perfect hatred: I count them my enemies" (Psalm 139:21,22).
   We are told to love our enemies, that is, those who offend us personally on non-religious and non-moral issues. When the cause of division is petty and personal, we must rise above it with an attitude of law and justice; we must continue to extend to all such persons the full protection of the law from injustice, malice, and false witness. But the enemies of God's justice and God's law, of fundamental law and order, must not be loved. To love them is to condone their evil. The accusation of the psalmist is to the point: When you see a thief, you delight to associate with him, and you take part with adulterers" (Psalm 50:18, Berkeley Version). What we condone morally, we also approve of or delight in. St. John forbad hospitality to those who were trying to subvert the faith: "If there come any unto you, and bring not this doctrine, receive him not into your house, neither bid him God speed: For he that biddeth him God speed is partaker of his evil deeds" (II John 10,11).  
...The same is true of the idea of unconditional forgiveness. Forgiveness in the Bible is always conditional upon true repentance. Unconditional forgiveness is simply the total, unconditional toleration of and acceptance of evil. It demands that we accept the criminal, the pervert, the degenerate, the subversive as they are. But to do so means that we must change. We must surrender our laws, faith, religious standards, and all godly order. The demands for unconditional love and unconditional forgiveness are demands for total change on our part, total revolution in society. They are in reality demands that we commit suicide in order that evil may live.

By R.J. Rushdoony 

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