Monday, April 18, 2011

La Esperanza (English)

   "Durante este mes pasado, en el curso de mis viajes, pasé varias horas visitando a un destacado lider conservador, un hombre que es una fuerza principal en una de nuestras organizaciones anticomunistas más notables. En los primeros minutos, planteó la pregunta: '¿Ves tú alguna esperanza?' Muchos hacen esta misma pregunta. Me recuerda de la pregunta hecha a Adoniram Judson (1788-1850), misionero bautista norteamericano pionero en Birmania. Fuerzas hostiles pronto consiguieron la destrucción de la misión de Judson, sus conversos, imprenta, y sus posesiones. El mismo Judson fue arrojado a una asquerosa cárcel birmana, y, con humor arrogante, interrogado por un aprehensor: '¿Cómo están tus perspectivas ahora?' 'Tan brillantes como las promesas de Dios,' respondió Judson, que vivió para ver las promesas cumplidas en el éxito de su misión. Nuestras perspectivas son también tan brillantes, si nuestra confianza está en el mismo Dios omnipotente.
   
La revolución de nuestros días se basa en ciertas premisas anticristianas: Primero, es sostenido que todo vale, porque no hay Dios. Ningún Dios significa que no hay ley, y ninguna ley significa que nada es un crimen, y por lo tanto todos los actos son igualmente válidos. Segundo, al «prohibir» a Dios y declarar que Él es inexistente, los revolucionarios prohiben la idea del bien y del mal. Ellos están supuestamente más allá del bien y del mal. Si el bien es mítico, entonces el mal es también, y ¡el hombre no puede ser malo! Por lo tanto, todo lo que los planificadores del mundo hacen no puede ser malo, porque el mal no existe: es simplemente un experimento científico con éxito, o es un fracaso. Tercero, porque Dios es abolido como un mito, el enfoque a los problemas del hombre debe ser científico, es decir, experimental, y el hombre es así el animal principal de prueba de laboratorio. En la escuela, tus hijos van a ser objetos de experimentación, así como tú también a través de todos los medios de comunicación. No hay mal en este tipo de experimentación, ya que no hay Dios, sino sólo el éxito o el fracaso. Cuarto, todo experimento, para ser válido, requiere un control total de todos los factores. Por lo tanto, la sociedad científica debe ser totalitaria a plenitud, o no funcionará.
   
Las diferentes fases de este vasto intento de convertir el mundo de la creación de Dios a la nueva creación de los planeadores científicos pueden ser documentadas en detalle. Ha sido hecho en volumen. La respuesta, sin embargo, no es en los hechos y el conocimiento, sino en una restauración de la fe cristiana.
   
Porque Dios es Dios, y porque no permitirá él mismo ser destronado, los planificadores científicos están condenados. Este juicio es una certeza, porque Dios no puede permitir que el pecado quede sin castigo. Todo pecado o es expiado, o es castigado. La cuestión es si vamos a estar entre ésos juzgados, o entre aquellos, el remanente salvo, quienes se comprometerán incluso ahora a la tarea de la reconstrucción."

Por Rousas John Rushdoony
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Hope

   "During this past month, in the course of my travels, I spent several hours visiting with an outstanding conservative leader, a man who is a major force in one of our most notable anti-communist organizations. In the first few minutes, he raised the question: 'Do you see any hope?' Many ask this same question. I am reminded of the question asked of Adoniram Judson (1788-1850), pioneer American Baptist missionary in Burma. Hostile forces soon succeeded in destroying Judson's mission, his converts, printing press, and his possessions. Judson himself was thrown into a filthy Burmese prison, and, with arrogant humor, asked by a captor, 'How are your prospects now?' 'As bright as the promises of God,' responded Judson, who lived to see those promises fulfilled in the success of his mission. Our prospects are also as bright, if our confidence is in  the same omnipotent God.
   The revolution in our day rests on certain anti-Christian premises: First, it is held that anything goes, because there is no God. No God means no law, and no law means that nothing is a crime, and hence all acts are equally valid. Second, by 'outlawing' God and declaring Him to be non-existent, the revolutionaries outlaw the idea of good and evil. They are supposedly beyond good and evil. If good is mythical, then evil is also, and man cannot be evil! Therefore, whatever the world -planners do cannot be evil, because evil does not exist: it is simply either a successful scientific experiment, or it is a failure. Third, because God is abolished as a myth, the approach to man's problems must be scientific, that is, experimental, and man is thus the prime laboratory test animal. In school, your children are to be objects of experimentation, even as you are also by means of every communication media. There is no evil in such experimentation, since there is no God, but only success or failure. Fourth, every experiment, to be valid, requires total control of all factors. Hence, the scientific society must be totalitarian to the full measure, or it will not work.
   The various phases of this vast attempt to turn the world from God's creation to the scientific planner's re-creation can be documented in detail. It has been done by the volume. The answer, however, is not in facts and knowledge but in a restoration of Christian faith.
   Because God is God, and because He will not allow Himself to be dethroned, the scientific planners are doomed. This judgement is a certainty because God cannot allow sin to go unpunished. All sin is either atoned for, or punished. The question is whether we will be among those judged, or among those, the saved remnant, who shall undertake even now the task of reconstruction."     
By Rousas John Rushdoony   

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