Thursday, August 1, 2013

Gritar

  
Un viejo proverbio ruso hace un buen punto con un toque de humor: "Un perro es más sabio que una mujer: él no va a ladrar a su amo." El punto está bien tomado. Un perro tiene mejor sentido que ladrar al hombre que lo alimenta y cuida de él; demasiadas mujeres no muestran tanto sentido en el trato con sus esposos. Lo mismo es cierto de demasiados hombres que gritan a la persona más fiel a ellos, su esposa.
   
La Biblia toma las palabras en serio: "La muerte y la vida están en poder de la lengua" (Pr. 18:21). Palabras sin pensar pueden herir "como golpes de espada" (Pr. 12:18), donde "{p}anal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos" (Pr. 16:24). La vida con una persona de lengua afilada es casi insoportable. Como dijo Salomón: "Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa {o argumentativa} en casa espaciosa" (Pr. 21:9). De la mujer virtuosa, dijo el rey Lemuel, "Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua" (Pr. 31:26).
   
Todo esto es familiar para la mayoría de nosotros, pero algunas cosas son menos atendidas en nuestros días que el consejo de Salomón: "No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en cielo y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras" (Ec. 5:2). Hablar es barato hoy en día, tal vez porque los hombres mismos son baratos. Los tratados internacionales se negocian con regularidad, los cuales se rompen casi antes de que se seque la tinta. Los hombres y las mujeres hacen los votos matrimoniales y después los tratan como algo sin valor si sus deseos se vuelven contrarios a sus votos. Debido a que los corazones de los hombres son corruptos, sus palabras y sus acciones reflejan su corrupción interna.
   
El propósito de las palabras es la comunicación, pero cuando las palabras se utilizan sin pensar y sin corazón, destruyen la comunicación. En lugar de acercar a las personas, las palabras dividen a los hombres.
   
Veamos de nuevo a ese proverbio ruso: "Un perro es más sabio que una mujer: él no va a ladrar a su amo." Si todos los perros empezaran a ladrar y a atacar a sus amos, los perros pronto no servirían para nada, ya que todo su propósito sería violado y destruido. Cuando las mujeres gritan a sus maridos y los maridos a sus mujeres, se produce la misma destrucción. El orden social se destruye, y la relación básica de la vida es aniquilada por palabras estúpidas y sin sentido.
  
¿Has gritado últimamente?
   
Una palabra a los esposos sabios: No vayas a citar este proverbio ruso a tu esposa, o puedes acabar muy mal. ¡Controla tu propia lengua! 


Por Rousas John Rushdoony Extracto tomado de Una Palabra Oportuna pg. 27
 http://chalcedon.edu/
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Barking

   An old Russian proverb makes a good point with a touch of humor: "A dog is wiser than a woman: he won´t bark at his master." The point is well taken. A dog has better sense than to bark at the man who feeds and cares for him; too many women fail to show as much sense in dealing with their husbands. The same is true of all too many men, who bark at the one person most loyal to them, their wife.
   The Bible takes words seriously: "Death and life are in the power of the tongue" (Prov. 18:21). Thoughtless words can hurt "like the piercings of a sword" (Prov. 12:18), where "{p}leasant words are as an honeycomb, sweet to the soul, and health to the bones" (Prov. 16:24). Life with a sharp-tongued person is almost unbearable. As Solomon said, "It is better to dwell in a corner of the housetop, than with a brawling {or argumentative} woman in a wide house" (Prov. 21:9). Of the virtuous woman, King Lemuel said, "She openeth her mouth with wisdom; and in her tongue is the law of kindness" (Prov. 31:26).
   All this is familiar to most of us, but few things are less heeded in our day than the advice of Solomon, "Be not rash with thy mouth, and let not thine heart be hasty to utter any thing before God: for God is in heaven. and thou upon earth: therefore let thy words be few" (Eccles. 5:2). Talk is cheap nowadays, perhaps because men themselves are cheap. International treaties are regularly negotiated which are broken almost before the ink is dry. Men and women take marriage vows and then treat them as worthless if their desires return contrary to their vows. Because the hearts of men are corrupt, their words and actions reflect their inner corruption.
   The purpose of words is communication, but when words are used thoughtlessly and heartlessly, they destroy communication. Instead of bringing people closer together, words then divide men.
   Let us look again at the Russian proverb: "A dog is wiser than a woman: he won't bark at his master." If all dogs started barking at and attacking their masters, dogs would soon be worthless, because their whole purpose would be violated and destroyed. When women bark at their husbands, and husbands at their wives, the same destruction occurs. Social order is destroyed, and the basic relationship of life is wiped out by stupid and senseless words.
   Done any barking lately?
   A word to wise husbands: Don't go quoting this Russian proverb to your wife, or you may end up very sorry. Watch your own tongue!

By Rousas John Rushdoony Excerpt taken from A Word in Season p. 27   
http://chalcedon.edu/

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