Monday, February 11, 2013

LA DEUDA (English)

   Los hombres pueden desobedecer o ignorar las leyes de Dios, pero no pueden dejarlas de lado ni eliminarlas. La ley de Dios prohíbe las deudas de los creyentes por más de seis años. El séptimo año debe ser una remisión (Dt. 15:1-6). Como regla general, la deuda se debe evitar. Pablo dice: "No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros" (Rom. 13:8). Salomón dice: "El que toma prestado es siervo (o esclavo) del que presta" (Pr. 22:7). Así, la deuda está permitida para propósitos necesarios a corto plazo, pero debe ser vista como algo que debe evitarse. Las deudas para los no creyentes no tienen el mismo significado. Puesto que ya son esclavos (Juan 8:31-36), la deuda a largo plazo no es un problema para ellos. El creyente, sin embargo, habiendo sido comprado por precio, no está para hacerse esclavo de los hombres (1 Cor. 7:23).
   
Vivimos, sin embargo, en una época en que los hombres creen que ya no es necesario obedecer la ley de Dios, lo cual es otra e implícita manera de decir que Dios ha muerto. Mientras que a principios de siglo, los cristianos, en los Estados Unidos por lo menos, restringieron la deuda sólo a una cosa, la compra de una casa o una finca con un mínimo de un cuarto pago inicial, y una deuda a corto plazo, ahora la deuda a largo plazo y la deuda viviente para muebles, ropa, vacaciones, etc es común.
   
Uno de los resultados es la inflación. La inflación es el aumento por decreto estatal del dinero y el crédito. Tenemos hoy en día la deuda viviente mundial y masiva de los gobiernos civiles y sus pueblos. Lo básico para la vida de la deuda es el robo. En 1935, Freeman Tilden, en Un Mundo en Deuda, observó: "La inflación, ya sea de crédito bancario o de papel moneda, no puede ser efectiva hasta que el propósito de robar es generalmente comprendido." En una economía de inflación, detrás de la economía inflacionaria, hay una "nueva" moral, la cual exige que la envidia y el robo se conviertan en legales y rentables. Todo el mundo se convierte en un ladrón. En un mundo de ladrones grandes y pequeños, el ladrón más grande, el Estado, destruye finalmente a los pequeños ladrones antes que la ley de Dios trae la destrucción finalmente al Estado también.

... Mientras tanto, el poder del Estado aumenta, al igual que su codicia. Los degenerados gobernantes Estuardo de Inglaterra, antes de su caída, habían tan sobrecargado de impuestos y gastaron demasiado a Inglaterra, que bajo Guillermo y María alcanzó la etapa de la confiscación. Los recaudadores de impuestos entraban a la fuerza en las viviendas de los aldeanos para apoderarse de cualquier cosa, incluyendo paneras y almohadas para satisfacer sus exigencias. Después de haber elegido la monarquía por encima de la república puritana, los ingleses ahora estaban pagando el precio de su elección.
   
Ahora estamos empezando, sólo empezando a pagar el precio de nuestras elecciones. Ninguna cantidad de lamento alterará la materia, ni otra serie de políticos mentirosos. Una raíz y rama de fe es requerida. Debemos decir con Josué: "Escogeos hoy a quién sirváis...pero yo y mi casa serviremos a Jehová" (Josué 24:15). 


Por R.J. Rushdoony Extractos tomados de Las Raíces de la Reconstrucción pg. 1051
http://chalcedon.edu/
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DEBT

   Men can disobey or disregard God's laws, but they cannot set them aside nor eliminate them. God's law forbids debts by believers for more than six years. The seventh year must be a sabbath (Deut. 15:1-6). As a general rule, debt must be avoided. Paul says, "Owe no man anything but to love one another" (Rom. 13:8). Solomon says, "The borrower is servant (or, slave) to the lender" (Prov. 22:7). Thus, debt is permitted for necessary purposes on a short-term basis but it is to be seen as something to be avoided. Debts to the unbeliever have not the same meaning. Since they are already slaves (John 8:31-36), long-term debt is not a problem to them. The believer, however, having been bought with a price, is not to be the slave of men (I Cor. 7:23).
   We live, however, in an age when men believe that it is no longer necessary to obey the law of God, which is another and implicit way of saying that God is dead. Whereas earlier in the century, Christians, in the United States at least, restricted debt to the one thing only, the purchase of a house or a farm with a least one-fourth down payment, and a short-term debt, now long-term debt, and debt-living for furnishings, clothing, vacations, and so on is commonplace.
   One result is inflation. Inflation is the expansion by statist fiat of money and credit. We have today the world-wide and massive debt-living of civil governments and their peoples. Basic to debt living is theft. In 1935, Freeman Tilden, in A World in Debt, observed, "Inflation, whether of bank credit or of paper currency, cannot be effective until the larcenous purpose is generally comprehended." In an inflation economy, there is behind the inflationary economics, a "new" morality which demands that envy and theft become legal and profitable. Everyone becomes a thief. In a world of big and little thieves, the biggest thief, the state, finally destroys the little thieves before God's law finally brings destruction to the state also.
...Meanwhile, the state's power increases, and so does its greed. The degenerate Stuart rulers of England, before their fall, had so over-taxed and over-spent England, that under William and Mary it reached the stage of confiscation. Tax-collectors entered forcibly into the dwellings of cottagers to seize anything, including bread-boards and pillows to satisfy their exactions. Having chosen the monarchy over the Puritan commonwealth. the English were now paying the price of their choice.
   We are now beginning, only beginning to pay the price of our choices. No amount of bewailing will alter the matter, nor another set of lying politicians. A root and branch faith is required. We must say with Joshua, "Choose ye this day whom ye will serve...but as for me and my house, we will serve the LORD" (Joshua 24:15).        

By R. J. Rushdoony Excerpts taken from The Roots of Reconstruction p. 1051
http://chalcedon.edu/

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