Muchas personas luchan con esta área de libertad, porque la Escritura llama la atención al hecho de que las prostitutas (Ezequiel 23:40; Prov. 7:17) y la mujer mala Jezabel (2 Reyes 9:30) usaban cosméticos y perfumes. Pero el hecho de que las mujeres malas utilizan la belleza artificial para fines impíos, no desacredita la belleza artificial más que el uso idólatra de Satanás de la belleza natural desacredita la belleza natural (Ezequiel 28:17).
Dios Ordenó los Propósitos
Antes de la Caída, Dios creó el bedelio, una resina aromática usada en perfumes y cosméticos, y lo declaró bueno (Génesis 2:12). Dios reconoce la legitimidad de "el arte del perfumador" (Ex. 30:25,35) cuando El ordena que el aceite santo (Ex. 30:25) y el incienso (Ex. 30:35) sean hechos de acuerdo a las recetas ya en uso por los perfumistas (Ex. 30:22-38). En ese momento había una gran cantidad de perfumes, ungüentos y productos de belleza que los "boticarios" habían dominado y la única restricción de que Dios hizo en ese momento era que estas dos recetas sean mantenidas exclusivamente para los sacerdotes (Ex. 30:32-33, 37-38).
El proceso de hacer perfume es mencionado por Dios antes del tiempo de Moisés (Job 41:31), y estuvo en uso durante los tiempos de Moisés (Ex. 30), Saúl (1Samuel 8:13), Salomón (Proverbios 27:9; Ecc.10:1, Cantar de los Cantares), Asa (2 Crónicas 16:14), Nehemías (Nehemías 3:8) y Cristo (Marcos 14:3, Juan 12:2). Los elementos románticos de los perfumes y los cosméticos son destacados de una manera muy positiva en Proverbios 27:9, Salmo 45 y en Cantar de los Cantares, y el mismo poder atractivo de estos elementos es advertido cuando es utilizado por la seductora en Prov. 7:17, Isa. 57:9, Ezequiel 23:40 y 2 Reyes 9:30.
Pero el hecho de que una advertencia debe ser dada acerca de su uso, sólo pone de relieve el reconocimiento de que los cosméticos y el perfume son deseables (no como algunos alegan, una manera de ocultar la belleza natural). Proverbios 27:9 dice: "El ungüento y el perfume alegran el corazón." Cantar de los Cantares 4:9-11 habla del poder no sólo de la belleza natural, sino también medios artificiales de deleitar a los ojos y la nariz: "Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello. ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas! Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo tu lengua; y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano." Incluso para refrescar el aliento (por lo general utilizaban clavos de olor, la canela o alguna otra especia para tal fin) son mencionados como algo para apreciar (¡quizás especialmente! - Cantares 5:16; 7:9).
Algunas personas han interpretado Ester 2:15 como significando que Esther no usó maquillaje y sólo dependió de su belleza natural. Pero, el texto sugiere lo contrario. Dice: "ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey". La implicación es que él la aconsejó llevar algo de maquillaje y estaba ciertamente convencido en el cuidado cosmético de la piel ("productos de belleza") en el versículo 9 y 12. El contraste entre los versículos 13 y 15 es que las otras mujeres tenían sus ideas de lo que se veía bien, y Esther confió en la opinión del jefe eunuco.
... Del mismo modo el Salmo 45 compara las glorias de Cristo a los mejores de los adornos, perfumes y cosméticos (vs 7-14). Nuevamente, a menos que la Escritura valoró estos elementos, tal analogía sería inútil. Cantar de los Cantares se gloria no sólo en la belleza natural de la creación de Dios, sino también en el valor estético de los adornos hechos por el hombre, ropa, perfumes, polvos y cosméticos (léase, por ejemplo 1:3,10-14; 3:6,11; 4:6,9-16; 5:5; 7:1,5). Cantar de los Cantares no agota los nombres de todos estos elementos por que se habla de "todos los polvos de los mercaderes" (3:6) aún no da los nombres de todos ellos.
Por Phillip G. Kayser Extractos tomados de "Aids to Beautification"
www.biblicalblueprints.org
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Perfumes
...Many people struggle with this area of liberty because Scripture draws attention to the fact that harlots (Ezek. 23:40; Prov. 7:17) and the wicked woman Jezebel (2Kings 9:30) wore cosmetics and perfumes. But the fact that evil women used artificial beauty to ungodly ends does not discredit artificial beauty any more than Satan´s idolatrous use of natural beauty discredits natural beauty (Ezek. 28:17).
God Ordained Purposes
Before the Fall, God created Bdellium, an aromatic resin used in perfumes and cosmetics, and declared good (Gen. 2:12). God acknowledges the legitimacy of "the art of the perfumer" (Ex. 30:25,35) when He commands that the holy oil (Ex. 30:25) and the incense (Ex. 30:35) be made according to the recipes already in use by perfumers(Ex. 30:22-38). by this time there were a multitude of scents, ointments and beauty aids that the "apothecaries" had mastered and the only restriction that God made upon then was that these two recipes be kept exclusively for the priests (Ex. 30:32-33, 37-38).
The process of making perfume is mentioned by God before the time of Moses (Job 41:31), and was in use during the times of Moses (Ex. 30), Saul (1Sam. 8:13), Solomon (Prov. 27:9; Ecc.10:1; Song of Solomon), Asa (2 Chron. 16:14), Nehemiah (Neh. 3:8) and Christ (Mark 14:3; John 12:2). The romantic elements of perfumes and cosmetics are highlighted in a very positive way in Proverbs 27:9, Psalm 45 and in Song of Solomon, and the same attractive power of these elements is warned about when used by the seductress in Prov. 7:17, Isa. 57:9, Ezekiel 23:40 and 2Kings 9:30.
But the very fact that a warning needs to be given concerning their use just highlights the acknowledgment that cosmetics and perfume are desirable (not as some allege, a way of hiding natural beauty). Proverbs 27:9 says, "Ointment and perfume delight the heart." Song of Solomon 4:9-11 speaks of the power not only of natural beauty, but also artificial means of delighting the eyes and the nostrils: "You have ravished my heart, my sister, my spouse; you have ravished my heart with one look of your eyes, with one link of your necklace. How fair is your love, my sister, my spouse! How much better than wine is your love,and the scent of your perfumes than all spices!Your lips, o my spouse, drip as the honeycomb; honey and milk are under your tongue; and the fragrance of your garments is like the fragrance of Lebanon." Even breath freshener (they usually used cloves, cinnamon or some other spice for that purpose) are mentioned as something to appreciate (maybe especially!- Song 5:16; 7:9).
Some people have interpreted Esther 2:15 as meaning that Esther did not use make-up and only relied on her natural beauty. But the text suggests otherwise. It says, "She requested nothing other than what Hegai the King's eunuch advised." The implication is that he did advise her to wear some make-up and he was certainly sold on cosmetic skin care ("beauty preparations") in verse 9 and 12. The contrast between verses 13 and 15 is that the other women had their ideas of what looked good, and Esther trusted the chief eunuch's opinion.
...Likewise Psalm 45 likens the glories of Christ to the best of ornaments, perfumes and cosmetics (cf. vs. 7-14). Again unless Scripture valued these items, such an analogy would be useless. Song of Solomon glories not only in the natural beauty of God's creation, but also in the man-made aesthetic value of ornaments, clothing, perfumes, powders and cosmetics (read for example 1:3,10-14;3:6,11; 4:6,9-16;5:5; 7:1,5). Song of Solomon does not exhaust the names of all these items for it speaks of "all the powders of the merchant" (3:6) yet does not give names for all of them.
By Phillip G. Kayser. Excerpts taken from "Aids to Beautification"
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Tuesday, January 31, 2012
Thursday, January 26, 2012
Premios y Castigos (English)
Una opinión común en los últimos años, sostiene que los premios y los castigos representan un medio inadecuado de tratar con los niños o adultos. Se nos dice que los premios producen un motivo poco saludable en los que ganan, y son traumáticos para los que pierden. También se dice que el castigo es solamente venganza. Bajo estas premisas, algunos educadores han eliminado la calificación, así como otras formas de premios y castigos. Este odio de premios y castigos es una forma de ataque a los conceptos interrelacionados de la competencia y la disciplina. Ya sea en el ámbito espiritual, con respecto al cielo, o en el mundo académico para las calificaciones, o en el mundo de los negocios para las ganancias, premios y castigos (o sanciones) motivan a las personas (Salmo 19:11; 58:11, 91:8; Mateo 5:11, etc). Esta motivación conduce a la competencia y la competencia requiere de disciplina, autodisciplina, la disciplina bajo la ley civil y penal, y la disciplina bajo Dios (Hebreos 12:1-11). Y un resultado de la competencia honesta es el carácter.
Pero algunas personas se oponen, ¿por qué no por la cooperación? ¿No es la cooperación un método superior a la competencia? Pero como dice Campbell, Potter, y Adán, en Economía y Libertad, "en un mercado libre, la cooperación voluntaria y la competencia son los nombres para el mismo concepto económico". Históricamente, la competencia del mercado libre sólo ha sido posible en una cultura común y una fe común, que llevan a los individuos a cooperar unos con otros. Los hombres compiten para la cooperación en la confianza de que otros respeten la calidad, y ellos mejoren constantemente sus productos y servicio para ganar esa cooperación. La cooperación muere si la competencia muere, porque entonces "el tirón" de la obligación, y la fuerza reemplazan las operaciones libres, cooperativas del mercado.
Fundamentalmente, los premios y castigos presuponen dos cosas. Primero, presuponen a Dios, Quién ha establecido ciertos retornos en forma de premios y castigos en la naturaleza misma del universo, así como en la ley moral (Éxodo 20:5,6; Jueces 5:20). Por lo tanto, cualquier ataque a la idea de premios y castigos es un ataque a la orden de Dios. Segundo, los premios y castigos presuponen la libertad como algo básico en la condición del hombre. El hombre es libre para esforzarse, competir, trabajar por las recompensas y sufrir sanciones. Por lo tanto, cualquier ataque a estos conceptos es también un ataque a la libertad: es una insistencia que una igualdad de nivelación junto con los controles totales, es una mejor condición para el hombre que la libertad es o puede ser. San Pablo dijo: "Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Corintios 3:17). Dios y la libertad son inseparables. Y la libertad presupone y requiere la actividad libre: tiene su esfuerzo, sus recompensas y castigos, su cielo e infierno, su paso y su fracaso. Estas son las condiciones necesarias de la libertad. La alternativa es la esclavitud. La esclavitud ofrece una forma muy real de seguridad, pero también lo es la muerte y un cementerio (Deuteronomio 30:15-20). Respetar los premios y los castigos, la competencia, y la disciplina es respetar a la vida misma, y valorar el carácter y la autodisciplina. Significa, simplemente, elegir la vida: Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia, (Deut. 30:19).
Por R.J. Rushdoony
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Rewards and Punishments
A common opinion in recent years holds that rewards and punishments represent an unsound means of dealing with children or adults. We are told that rewards produce an unhealthy motive in those who win, and are traumatic for those who lose. It is also said that punishment is merely vengeance. On these premises some educators have eliminated grading as well as other forms of rewards and punishments. This hatred of rewards and punishments is one form of the attack on the inter-related concepts of competition and on discipline. Whether in the spiritual realm, with respect to heaven, or in the academic world for grades, or in the business world for profits, rewards and punishment (or penalties) motivate people (Psalm 19:11; 58:11; 91:8; Matthew 5:11, etc). This motivation leads to competition and the competition requires discipline, self-discipline, discipline under civil and criminal law, and discipline under God (Hebrews 12:1-11). And a result of honest competition is character.
But some people object, why not by cooperation? Isn't cooperation a superior method to competition? But as stated by Campbell, Potter, and Adam, in Economics and Freedom, "in a free market, voluntary cooperation and competition are names for the same economic concept". Historically, the competition of the free market has only been possible where a common culture and a common faith lead individuals to cooperate with each other. Men compete for cooperation in the confidence that others respect quality, and they constantly improve their products and service to earn that cooperation. Cooperation dies if competition dies, because then "pull" compulsion, and force replace the free, cooperative operations of the market.
Ultimately, rewards and punishments presuppose two things. First, they presuppose God. Who has established certain returns in the form of rewards and penalties in the very nature of the universe as well as in moral law (Exodus 20:5,6; Judges 5:20). Thus, any attack on the idea of rewards and punishment is an attack on God's order. Second, rewards and punishments presuppose liberty as basic to man's condition. Man is free to strive, to compete, to work for rewards and to suffer penalties. Thus, any attack on these concepts is also an attack on liberty: it is an insistence that a levelling equality together with total controls is a better condition for man than liberty is or can be. St. Paul declared, "Where the Spirit of the Lord is, there is liberty" (II Corinthians 3:17). God and liberty are inseparable. And liberty presupposes and requires free activity: it has its striving, its rewards and punishments, its heaven and hell, its passing and its failure. these are the necessary conditions of freedom. the alternative is slavery. slavery offers a very real form of security, but then so does death and a graveyard (Deut. 30:15-20). To respect rewards and punishment, competition, and disciple is to respect life itself, and to value character and self-discipline. It means, simply , choosing life: therefore choose life, that both thou and thy seed may live: (Deut. 30:19).
By R.J. Rushdoony
Friday, January 20, 2012
El Ateísmo Leve (English)
En un artículo reflexivo Donald E. Demary escribió en el verano de 1982, El Heraldo del Seminario Teológico Asbury sobre "El Ateísmo Leve." tomando el término de Bryon S. Lawson, él definió la preocupación, la desconfianza, la duda, y una fe débil como el ateísmo leve. Quizás un término más adecuado podría ser el ateísmo práctico, en todo caso, el punto es bueno.
El término es muy apropiado por lo que vemos alrededor de nosotros hoy en día. A fines de 1982, el pastor Everett Siliven estaba mucho en las noticias, porque se negó a permitir que el Estado de Nebraska controle el ministerio de enseñanza de la iglesia de la que es pastor, fue arrestado y encarcelado. Al mismo tiempo, juicios similares estuvieron en curso o decisiones pendientes en varios otros estados. Fui testigo de muchos de estos juicios.
El hecho más triste es que muchos de los compañeros pastores de estos hombres en juicio, no estaban con ellos. Por una variedad de razones, decidieron separarse y ser críticos. En algunos casos, sus temores a las represalias del Estado fueron más evidentes. Ahora, concedamos a la vez que el Estado es muy poderoso; además, el Estado moderno es especialmente militante, no en la lucha contra la delincuencia, sino para aplastar cualquier amenaza a su soberanía. ¡Hay muy buenas razones para tener miedo del Estado!
Hay, sin embargo, una consideración más seria. Por mucho que a veces podemos tener miedo de los hombres, necesitamos más que nunca tener miedo de Dios. Se nos dice claramente por la palabra-ley de Dios, "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:31). Si tenemos más miedo de los hombres que de Dios, manifiestamos un ateísmo práctico. La Biblia nos dice claramente: "El temor de Jehová es para vida y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado por el mal" (Prov. 19:23). Una vez más, "El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado" (Proverbios 29:25).
... El Señor nos llama a ser la sal y la luz del mundo (Mateo 5:14), o ser expulsados por Él para ser pisoteados por las fuerzas del juicio. Cuando estamos gobernados por el miedo de los hombres, el Señor Dios nos entrega a ese temor de una manera total: "Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos", que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán, como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga."(Lev. 26:36).
Cuando Franky Schaeffer produjo la película, ¿Qué Fue De La Raza Humana?, la reacción de muchos pastores coincidió con la descripción de Levítico 26:36. Ellos ya estaban en cautiverio al temor del hombre. ¿Qué esperanza pueden esperar de Dios sin arrepentimiento? No hubo, obviamente, con cada uno de estos hombres "temor de Dios delante de sus ojos" (Salmo 36:1)
Pocos de nosotros somos naturalmente valientes, y el valor natural o la audacia no es el asunto aquí, sino la fe y una audacia santa. No podemos tener esa valentía divina si no oramos por ella y la cultivamos.
Seremos gobernados por el temor, ya sea el temor de Dios o por el temor del hombre. Nos levantaremos y negaremos a alguien, ya sea Dios o el hombre. A muchos de nosotros no nos gusta los enfrentamientos, pero Dios los requiere, y la vida es un enfrentamiento continuo con problemas, con el mal, y con oportunidades. Todos los enfrentamientos son oportunidades si los afrontamos en Cristo, quién hace que todas las cosas ayudan para el bien de los que le aman, a todos los que son llamados en Cristo (Rom. 8:28).
Por R. J. Rushdoony
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Mild Atheism
In a thoughtful article Donald E. Demary wrote in the summer, 1982, Asbury Theological Seminary Herald on "Mild Atheism." borrowing the term from Bryon S. Lawson, he defined worry, distrust, doubt, and a weak faith as mild atheism. Perhaps a better term might be practical atheism; at any rate, the point is a good one.
The term is a very fitting one for what we see all around us today. In late 1982, Pastor Everett Siliven was very much in the news; because he refused to allow the State of Nebraska to control the teaching ministry of the church of which he is pastor, he was arrested and jailed. At the same time, similar trials were under way, or decisions pending, in several other states. I was a witness at many of these trials.
The sad facts is that many of the fellow pastors of these men on trial did not stand with them. For a variety of reasons, they chose to separate themselves and to be critical. In some instances their fears of state reprisals were most evident. Now, let us concede at once that the state is very powerful; moreover, the modern state is specially militant, not in dealing with crime, but in crushing any threat to its sovereignty. There are very good reasons for being afraid of the state!
There is, however, a more serious consideration. However much at times we may be afraid of men, we need all the more to be afraid of God. We are plainly told by god's law-word, "It is a fearful thing to fall into the hands of the living God" (Heb. 10:31). If we are more afraid of men than of God, we manifest a practical atheism. The Bible tells us plainly, "The fear of the Lord tendeth to life and he that hath it shall abide satisfied; he shall not be visited with evil" (Prov. 19:23). Again, "The fear of man bringeth a snare; but whoso putteth his trust in the Lord shall be safe" (Prov. 29:25).
...The Lord summons us to be either the salt and the light of the world (Matt. 5:14), or be cast out by Him to be trampled underfoot by the forces of judgment. When we are ruled by the fear of men, the Lord God gives us over to that fear in a total way: " And upon them that are left alive of you I will send a faintness into their hearts in the lands of their enemies" and the sound of the shaking leaf shall chase them; and they shall flee, as fleeing from a sword and they shall fall when none persueth" (Lev. 26:36).
When franky Schaeffer produced the film, Whatever Happened to the Human Race?, the reaction of many pastors matched the description of Leviticus 26:36. They were already in captivity to the fear of man. What hope can they expect from God without repentance? There was obviously with each of these men "no fear of God before his eyes" (Ps. 36:1)
Few of us are naturally courageous, and natural courage or boldness is not the issue here, but faith and a holy boldness. We cannot have this godly courage if we do not pray for it and cultivate it.
We will be governed by fear, either the fear of God or by the fear of man. We will stand up to and deny someone, either God or man. Most of us dislikes confrontations, but God requires them, and life is a continual confrontation with problems, with evil, and with opportunities. All confrontations are opportunities if we meet them in Christ, who makes all things work together for good to them that love him, to all who are the called in Christ (Rom. 8:28).
By R. J. Rushdoony
El término es muy apropiado por lo que vemos alrededor de nosotros hoy en día. A fines de 1982, el pastor Everett Siliven estaba mucho en las noticias, porque se negó a permitir que el Estado de Nebraska controle el ministerio de enseñanza de la iglesia de la que es pastor, fue arrestado y encarcelado. Al mismo tiempo, juicios similares estuvieron en curso o decisiones pendientes en varios otros estados. Fui testigo de muchos de estos juicios.
El hecho más triste es que muchos de los compañeros pastores de estos hombres en juicio, no estaban con ellos. Por una variedad de razones, decidieron separarse y ser críticos. En algunos casos, sus temores a las represalias del Estado fueron más evidentes. Ahora, concedamos a la vez que el Estado es muy poderoso; además, el Estado moderno es especialmente militante, no en la lucha contra la delincuencia, sino para aplastar cualquier amenaza a su soberanía. ¡Hay muy buenas razones para tener miedo del Estado!
Hay, sin embargo, una consideración más seria. Por mucho que a veces podemos tener miedo de los hombres, necesitamos más que nunca tener miedo de Dios. Se nos dice claramente por la palabra-ley de Dios, "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:31). Si tenemos más miedo de los hombres que de Dios, manifiestamos un ateísmo práctico. La Biblia nos dice claramente: "El temor de Jehová es para vida y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado por el mal" (Prov. 19:23). Una vez más, "El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado" (Proverbios 29:25).
... El Señor nos llama a ser la sal y la luz del mundo (Mateo 5:14), o ser expulsados por Él para ser pisoteados por las fuerzas del juicio. Cuando estamos gobernados por el miedo de los hombres, el Señor Dios nos entrega a ese temor de una manera total: "Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos", que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán, como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga."(Lev. 26:36).
Cuando Franky Schaeffer produjo la película, ¿Qué Fue De La Raza Humana?, la reacción de muchos pastores coincidió con la descripción de Levítico 26:36. Ellos ya estaban en cautiverio al temor del hombre. ¿Qué esperanza pueden esperar de Dios sin arrepentimiento? No hubo, obviamente, con cada uno de estos hombres "temor de Dios delante de sus ojos" (Salmo 36:1)
Pocos de nosotros somos naturalmente valientes, y el valor natural o la audacia no es el asunto aquí, sino la fe y una audacia santa. No podemos tener esa valentía divina si no oramos por ella y la cultivamos.
Seremos gobernados por el temor, ya sea el temor de Dios o por el temor del hombre. Nos levantaremos y negaremos a alguien, ya sea Dios o el hombre. A muchos de nosotros no nos gusta los enfrentamientos, pero Dios los requiere, y la vida es un enfrentamiento continuo con problemas, con el mal, y con oportunidades. Todos los enfrentamientos son oportunidades si los afrontamos en Cristo, quién hace que todas las cosas ayudan para el bien de los que le aman, a todos los que son llamados en Cristo (Rom. 8:28).
Por R. J. Rushdoony
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Mild Atheism
In a thoughtful article Donald E. Demary wrote in the summer, 1982, Asbury Theological Seminary Herald on "Mild Atheism." borrowing the term from Bryon S. Lawson, he defined worry, distrust, doubt, and a weak faith as mild atheism. Perhaps a better term might be practical atheism; at any rate, the point is a good one.
The term is a very fitting one for what we see all around us today. In late 1982, Pastor Everett Siliven was very much in the news; because he refused to allow the State of Nebraska to control the teaching ministry of the church of which he is pastor, he was arrested and jailed. At the same time, similar trials were under way, or decisions pending, in several other states. I was a witness at many of these trials.
The sad facts is that many of the fellow pastors of these men on trial did not stand with them. For a variety of reasons, they chose to separate themselves and to be critical. In some instances their fears of state reprisals were most evident. Now, let us concede at once that the state is very powerful; moreover, the modern state is specially militant, not in dealing with crime, but in crushing any threat to its sovereignty. There are very good reasons for being afraid of the state!
There is, however, a more serious consideration. However much at times we may be afraid of men, we need all the more to be afraid of God. We are plainly told by god's law-word, "It is a fearful thing to fall into the hands of the living God" (Heb. 10:31). If we are more afraid of men than of God, we manifest a practical atheism. The Bible tells us plainly, "The fear of the Lord tendeth to life and he that hath it shall abide satisfied; he shall not be visited with evil" (Prov. 19:23). Again, "The fear of man bringeth a snare; but whoso putteth his trust in the Lord shall be safe" (Prov. 29:25).
...The Lord summons us to be either the salt and the light of the world (Matt. 5:14), or be cast out by Him to be trampled underfoot by the forces of judgment. When we are ruled by the fear of men, the Lord God gives us over to that fear in a total way: " And upon them that are left alive of you I will send a faintness into their hearts in the lands of their enemies" and the sound of the shaking leaf shall chase them; and they shall flee, as fleeing from a sword and they shall fall when none persueth" (Lev. 26:36).
When franky Schaeffer produced the film, Whatever Happened to the Human Race?, the reaction of many pastors matched the description of Leviticus 26:36. They were already in captivity to the fear of man. What hope can they expect from God without repentance? There was obviously with each of these men "no fear of God before his eyes" (Ps. 36:1)
Few of us are naturally courageous, and natural courage or boldness is not the issue here, but faith and a holy boldness. We cannot have this godly courage if we do not pray for it and cultivate it.
We will be governed by fear, either the fear of God or by the fear of man. We will stand up to and deny someone, either God or man. Most of us dislikes confrontations, but God requires them, and life is a continual confrontation with problems, with evil, and with opportunities. All confrontations are opportunities if we meet them in Christ, who makes all things work together for good to them that love him, to all who are the called in Christ (Rom. 8:28).
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