Wednesday, October 12, 2011

¿ES LA RIQUEZA MORAL? (English)



   Mucha escritura actual infiere que Jesús y la Biblia hablan en contra de la riqueza como algo inmoral. Es cierto que la parábola del hombre rico (Lucas 16:19-31) nos muestra al hombre rico en el infierno y al pobre Lázaro en el cielo, pero la condena del hombre rico injusto proviene de Abraham el rico en el cielo. Nuevamente, mientras que Jesús dijo: "Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Marcos 10:25, Mateo 19:24), el mismo capítulo deja claro que Jesús quiso decir que ningún hombre, rico o pobre, puede salvarse a sí mismo: "Para los hombres esto es imposible, mas para Dios todo es posible" (Mateo 19:26). En otras palabras, la salvación no es un trabajo de hágalo usted mismo para cualquiera, ricos o pobres, es obra y regalo de Dios. Muchos hombres ricos y mujeres estuvieron entre los salvos junto a Jesús (Lucas 8:2-3; 19:1-9; 23:50-53).
   
La Biblia condena la riqueza fraudulentamente ganada, pero declara la riqueza honesta una bendición. Primero, por lo tanto, la riqueza honesta es deseable o
una bendición de Dios. "La bendición de Jehová es la que enriquece (es decir, materialmente rico) y no añade tristeza con ella" (Proverbios 10:22). La posesión de la riqueza es lícita y está protegida en los Diez Mandamientos mediante dos mandamientos: "No robarás" y "No codiciarás" (Ex. 20:15,17; Deuteronomio 5:19, 21.). Jesús confirmó esto, y asumió la legalidad de la riqueza como un principio divino (Mateo 25:14-30; Lucas 19:12-27; 16:1-18). Jesús dejó en claro que la riqueza moralmente adquirida es una bendición de y bajo Dios. "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mt.6:32f, Lucas 12:30f), y no hay nada malo en desearla, si nos movemos en términos de la prioridad de la fe en, y la obediencia a, Dios.
  
Segundo, la riqueza es moralmente buena, pero es un bien subordinado, un medio para una vida mejor y no un fin. Es demasiada incierta como para ser la meta de la vida (Mateo 6:19f), y la riqueza puede coexistir con la pobreza del alma (Lucas 12:16-21; 14:18f.;. Mt 22:6f.). Así, la riqueza tiene peligros morales cuando se convierte en primaria en lugar de secundaria en la vida de un hombre. No es el dinero, el que es la raíz de todos los males, sino "el amor al dinero", y la codicia por el dinero con este amor pervertido es citado como un pecado por Pablo (1 Timoteo 6:10). Los socialistas pueden ser tan culpables de este "amor al dinero" como cualquier otra persona. Por lo tanto, las riquezas, la abundancia, pueden ser peligrosas si los hombres las hacen la meta de la vida, si idolatran a la riqueza.
   
El mal, entonces, no está en la riqueza como tal, sino en los corazones de los hombres, y hablar de la riqueza como inmoral es una lógica falsa, una insistencia en que las cosas son inmorales en vez del hombre. Pero, como escribió Pablo a Tito: "Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas" (Tito 1:15). Por lo tanto, aunque los hombres inmorales pueden adquirir y hacer mal uso de la riqueza, son sus corazones y acciones las que son inmorales, no la riqueza en sí misma. En su lugar apropiado, por lo tanto, la riqueza no es sólo moral, sino también bendecida, y puede ser sinceramente deseada, ganada y mantenida, y es un beneficio para toda la sociedad.

 Por
R. J. Rushdoony

_____________________________________________________________

IS WEALTH MORAL?

   Much current writing infers that Jesus and the bible speak against wealth as immoral. It is true that the Parable of the Rich Man (Luke 16:19-31) shows us the rich man in hell and poor Lazarus in heaven, but the condemnation of the unjust rich man comes from rich Abraham in heaven. Again, while Jesus said, "It is easier for a camel to go through a needle's eye than for a rich man to enter the kingdom of heaven" (Mark 10:25;Matthew 19:24), the same chapter makes clear that Jesus meant that no man, rich or poor, can save himself: "With men this is impossible, but with God all things are possible" (Matt. 19:26). In other words, salvation is not a do-it yourself job for anyone, rich or poor, it is god's work and gift. Many rich men and women were among the saved ones close to Jesus (Luke 8:2-3; 19:1-9; 23:50-53).
   The Bible condemns fraudulently gained wealth but declares honest wealth a blessing. First, therefore, honest wealth is to be desired or a blessing from God. "The blessing of the LORD, it maketh rich (i.e., materially wealthy) and he addeth no sorrow to it" (Proverbs 10:22). The possession of wealth is lawful and is protected in the Ten Commandments by two commandments: "Thou shalt not steal" and "Thou shalt not covet" (Ex. 20:15,17; Deut. 5:19, 21). Jesus confirmed this, and assumed the lawfulness of wealth as a godly principle (Matt. 25:14-30); Luke 19:12-27; 16:1-18). Jesus made clear that morally acquired wealth is a blessing from and under God. "Seek ye first the kingdom of heaven and all these things shall be added unto you" (Matt.6:32f., Luke 12:30f), and there is no wrong in desiring it, if we move in terms of the priority of faith in, and obedience to, God.
   Second, wealth is morally good, but it is a subordinate good, a means to a better life and not an end. It is too uncertain to be the goal of life (Matt. 6:19f.), and wealth can co-exist with poverty of soul (Luke 12:16-21; 14:18f.; Matt. 22:6f.). Thus wealth has moral perils when it becomes primary rather than secondary in a man's life. It is not money which is the root of all evil, but "the love of money", and the coveting after money with this perverted love is cited as a sin by Paul (1 Timothy 6:10). Socialist can be as guilty of this "love of money" as anyone else. Thus, riches, wealth, can be dangerous if  men make them the goal of life, if they idolize wealth.
   The evil, then, is not in wealth as such, but in the hearts of men, and to speak of wealth as immoral is a false logic, an insistence that things are immoral rather than man. But, as Paul wrote Titus: "Unto the pure all things are pure: but unto them that are defiled and unbelieving is nothing pure; but even their mind and conscience is defiled" (Titus 1:15). Thus, although immoral men can acquire and misuse wealth, it is their hearts and actions which are immoral, not wealth in itself. In its proper place, therefore, wealth is not only moral but also blessed, and it can be honestly desired, gained and held, and is a benefit to all of society.

By R. J. Rushdoony

No comments:

Post a Comment